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La reforma que permite la reelección indefinida del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha sido el detonante para que la ONG Civicus Monitor vuelva a incluir a El Salvador en su lista de vigilancia. La organización ha denunciado que el país vive un aumento de detenciones a activistas, la criminalización de defensores de derechos humanos y un impuesto del 30% a organizaciones con financiación internacional.

Pero los señalamientos no solo han incluido al Estado centroamericano. Estados Unidos también se encuentra bajo evaluación ante los movimientos políticos del presidente Donald Trump y que incluyen concentración arbitraria de poder, así como restricciones a la sociedad civil. Según Civicus, 7 de cada 10 personas en el mundo viven con sus libertades limitadas.

Foto: GOBIERNO DE EL SALVADOR

Los museos llevan meses en el punto de mira del presidente estadounidense, Donald Trump, pero ahora amenaza con disparar donde más duele: la financiación. Los ha comparado con las universidades, a las que ya ha retirado fondos federales. El gran pecado de los museos públicos, según Trump, es que hablan del país de una manera progresista y les acusa, incluso, de hablar demasiado de lo terrible que fue la esclavitud.

Foto: Alex WROBLEWSKI / AFP

El mapa de la capital de Estados Unidos guarda un curioso parecido con el del municipio madrileño de Aranjuez. En un encuentro entre los arquitectos de ambas localidades, el estadounidense se inspiró en Aranjuez para el diseño de Washington, según ha descubierto un equipo de la Universidad Politécnica de Madrid.

Estados Unidos ha desplegado en el Caribe y las costas de Venezuela el mayor operativo militar desde su intervención en Panamá en 1989. El despliegue incluye buques, submarinos, aviones y miles de marines. Aunque Washington ha enmarcado la acción en su lucha contra el narcotráfico, en Caracas las sospechas apuntan a que el objetivo real de Washington es forzar la salida del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que acusa de liderar un cartel narcoterrorista.

Maduro, que ha convocado a sus aliados regionales y hasta ha movilizado a 4,5 millones de civiles y reservistas de la milicia nacional, ha denunciado que la acción de Trump se trata de una amenaza directa a la estabilidad de la región.

Foto: PRESIDENCIA DE VENEZUELA

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha vuelto a exhibir su ambición de lograr el Nobel de la Paz, asegurando incluso haber "acabado con seis guerras". El mandatario cita como logros suyos el fin de los conflictos en Armenia y Azerbaiyán, Oriente Próximo, India y Pakistán, así como las disputas territoriales en Ruanda y Congo y Tailandia y Camboya.

Sin embargo, la mayoría de estos casos no han desembocado en acuerdos de paz definitivos, y en algunos, como el de Congo y Ruanda, la violencia se ha recrudecido. Pese a todo, Trump ha intentado sumar a esa lista el conflicto en Ucrania, que ha reconocido como mucho “más complejo de resolver” de lo que había anticipado.

Foto: MANUEL BALCE CENETA/AP

La escena parece sacada de una película: Mark Warren, un bombero jubilado de Alaska, caminaba con periodistas de la televisión estatal rusa cuando un alto cargo de la embajada le entregó un insólito obsequio. “Es un regalo personal del presidente Putin para ti”, le dijo, señalando una flamante motocicleta Ural valorada en 22.000 dólares. El gesto —tan inesperado como simbólico— se ha convertido en una de las anécdotas más comentadas de la reciente cumbre entre Trump y Putin en Alaska.

Todo comenzó días antes, cuando un reportaje ruso mostró a Warren lamentando que las sanciones a Moscú le impedían conseguir piezas para su antigua moto soviética. El vídeo llegó hasta el Kremlin, y Putin respondió entregándole una nueva Ural. Mark ha admitido que la moto es “mucho mejor” que la suya, pero también es consciente de la controversia, pues ha aceptado un regalo de un presidente con una orden de arresto internacional por crímenes de guerra.

Tras el encuentro multilateral del lunes en Washington, la Casa Blanca ha difundido las imágenes de una cumbre cordial entre líderes europeos, Zelenski y Trump y que contrasta con la tensión vivida en febrero. Pese al frío saludo del vicepresidente estadounidense, JD Vance, Donald Trump ha recibido con abrazos a su homólogo ucraniano, quien esta vez ha vestido un traje negro en lugar del uniforme militar que tanto dio que hablar meses atrás. "Está usted fabuloso con ese traje", llegó a señalar el periodista que criticó su vestimenta meses atrás.

La jornada ha dejado también anécdotas, como un micrófono abierto que captó a Trump asegurando al presidente francés, Enmanuel Macron, que "Putin quiere llegar a un acuerdo". Mientras tanto, Zelenski se ha mostrado abierto a un posible encuentro trilateral con el líder ruso y Trump. No todos, sin embargo, comparten el optimismo: Macron ha advertido que Putin "rara vez ha cumplido sus promesas" y ha subrayado que los próximos quince días serán clave para el futuro de la paz en Ucrania.

Foto: OFICINA DE PRENSA DE LA PRESIDENCIA DE UCRANIA

Nicolás de Pedro, investigador Senior en el Institute for Statecraft de Londres da las claves en Las Mañanas de RNE sobre el encuentro entre Donald Trump y Volodímir Zelenski en la Casa Blanca. "Los resultados son mucho más positivos de lo esperado, ya que el preámbulo de Alaska y la euforia que transmitía el Kremlin auguraban una catástrofe para Ucrania y para Europa". Pero el investigador sigue dudando que la reunión bilateral entre el líder ucraniano y Putin sea factible. "Rusia dejó muy claro hace muchos años que no iba a reunirse nunca más con Zelenski, porque eso implica reconocerlo como interlocutor válido y de un país que existe, que es Ucrania", asegura el experto.

La posición de Estados Unidos sigue siendo ambigua al respecto. "Estados Unidos da la impresión de haber renunciado a todos los mecanismos de presión. Las garantías de seguridad para que resulten creíbles significa desplegar tropas sobre el terreno, y no parece algo que la Casa Blanca esté por la labor de hacer", señala de Pedro.

"Esto es una partida de póker en la que todo el mundo está a ver quién pestañea primero y la principal dificultad para Putin es que no quiere ser él quien moleste a Trump", apunta Nicolás de Pedro, que advierte también de las consecuencias si Rusia consigue sus objetivos en Ucrania. "La posibilidad de que ataque otro país europeo es mucho más alta que si Rusia es derrotada estratégicamente en Ucrania".