Rusia ha lanzado un ataque masivo contra varias regiones ucranianas, con decenas de misiles y drones. Entre ellos, Kiev ha denunciado el bombardeo de un centro médico en Kupiansk, que ha dejado dos fallecidos. Moscú, por su parte, les ha acusado de atacar un puente en Crimea y la universidad de Donetsk.
Odesa ha sufrido este domingo el mayor ataque desde que Rusia decidió no renovar el acuerdo de exportación del grano en el Mar Negro. Las tropas rusas han bombardeado el puerto de la ciudad y la catedral ortodoxa. Han muerto al menos dos personas y han quedado heridas otras 22.
Acusaciones mutuas entre Rusia y Ucrania por el uso de bombas de racimo. Moscú denuncia el lanzamiento de estas armas proporcionadas por Estados Unidos y prohibidas en un centenar de países y Kiev denuncia su uso sobre población civil. Una de las últimas víctimas han sido varios reporteros de guerra rusos que cubrían el frente en la zona de Zaporiya. Uno de ellos, de la agencia Ria Novosti, ha fallecido y otros tres están heridos.
El ejército ucraniano ha confirmado el ataque a un almacén de municiones en el centro de Crimea, lo que ha obligado a cortar temporalmente el tráfico en el puente que une la península. Zelenski ha dicho que esa instalación es un objetivo militar.
Ucrania asegura que seguirá proporcionando grano a otros países, a pesar de que Rusia se ha retirado del acuerdo que protegía su transporte. Mientras, siguen los ataques rusos al país, y también los de Ucrania a la península de Crimea. Odesa teme una nueva oleada de ataques rusos tras una cuarta jornada de bombardeos, que tienen el objetivo de impedir la exportación del grano ucraniano.