Barcos de guerra de la armada de Israel han interceptado a varias embarcaciones de la Flotilla humanitaria que viajaba a Gaza. Han sido detenidos y sus pasajeros están siendo trasladados a un puerto israelí. Entre los detenidos está Greta Thunberg. Según las autoridades israelíes, se encuentran "sanos y salvos". También ha sido detenido el periodista español Néstor Prieto Amador. Foto: Handout / Global Sumud Flotilla / AFP
Israel ha interceptado a la Flotilla rumbo a Gaza, compuesta por activistas de embarcaciones procedentes de diferentes países. Tras semanas de travesía, las embarcaciones habían llegado a una "zona de alto de riesgo" a partir de las 150 millas náuticas de las costas del enclave palestino (unos 240 kilómetros). Antes de ser interceptados, varios miembros de la Flotilla detectaron a "más de 20 buques no identificados" 70 millas antes de llegar a su destino. Foto: Handout / Global Sumud Flotilla / AFP
Israel arrestará a los miembros de la flotilla, que ya ha interceptado, alegando que han entrado de manera ilegal a su país. Los abogados de los activistas les defenderán diciendo que estaban en aguas internacionales y que si intención no era entrar a Israel sino a Gaza y será un juez quien tenga que decidir.
Foto: FETHI BELAID / AFP
El director ejecutivo del Centro de Estudios Árabes Contemporáneos, Haizam Amirah Fernández, ha asegurado en una entrevista en la segunda edición del Telediario que "nunca antes había habido una situación tan desastrosa para la población civil en Gaza". Es esta situación la que ha llevado, según Amirah Fernández, a que los activistas hayan enviado ayuda humanitaria y "romper el cerco que Israel impone al territorio".
Además, ha añadido que "Israel impide el acceso por tierra, por mar y por aire". El investigador ha indicado que a los gazatíes se les priva de las necesidades básicas de subsistir, como alimentos, medicamentos o agua.
FOTO: Lluis GENE / AFP
Este miércoles, la Global Sumud Flotilla navega con más de 40 barcos y 500 voluntarios en la "zona de riesgo" en aguas internacionales. En esta zona ya se produjeron anteriores intercepciones de misiones humanitarias y los responsables de la Flotilla deducían "una operación de intimidación" por la aproximación de un buque militar israelí a varios de sus barcos. Si echamos la vista atrás y miramos los últimos 15 años, vemos que Israel siempre actúa más o menos de la misma forma.
Hasta la fecha se han interceptado hasta siete flotillas humanitarias en esta zona de aguas internacionales. En 2010, hubo un abordaje violento que terminó con 10 muertos, todos ellos civiles. Los israelíes han establecido una zona de exclusión de alto riesgo, justo en la costa que tiene enfrente, pero también en la zona de las aguas marítimas que le pertenecerían a Gaza.
Es en esta zona donde advierten del riesgo que supone atravesarla. Esa zona, según el almirante retirado Juan Rodríguez Garat, es legal, pero Israel está obligado también a permitir el paso de la ayuda humanitaria. Antes de todo esto, Israel ya bloqueaba las aguas gazatíes, al igual que el espacio aéreo y el control terrestre, como parte de su ocupación de los territorios palestinos. Una ocupación, recordemos, ilegal según el derecho internacional.
Imagen: GLOBAL SUMUD FLOTILLA
El Ministerio de Defensa español ha dado instrucciones al buque Furor para que no entre en esa zona de alto riesgo. El buque de la Armada que sigue a la Flotilla solo intervendrá si hay labores de salvamento. Esa orden no ha gustado a los socios de Gobierno. Sumar acaba de condenar lo que considera ya un "ataque de Israel" y pide la apertura de una investigación.
Podemos pide al Gobierno emplear todos los medios, también los militares, para que el convoy llegue a Gaza, mientras que PP y Vox critican el envío de la fragata española. Creen que el objetivo de Sánchez con estas medidas es seguir tapando la corrupción.
Sánchez, por su parte, cree que la flotilla "no representa ninguna amenaza para Israel". "Espero que el gobierno de Netanyahu no represente ni provea de ninguna amenaza".
Foto: AP Photo/Alfonso Duran
A solo unas pocas horas de llegar a Gaza, miembros de la Flotilla informaban de que varias embarcaciones israelíes les habían rodeado. Una flotilla formada por más de 500 personas con diferentes perfiles: parlamentarios europeos, abogados, activistas y periodistas.
"Nos han informado de que un dispositivo de 24 barcos está dirigiéndose hacia nosotros. Pensamos que puede ser el dispositivo de intercepción preparado por el estado genocida de Israel", ha señalado el activista José Luis.
Los tripulantes llevan los chalecos salvavidas, muestra de que se ha activado el protocolo de alerta por ataque o intercepción. Algunos tenían claro que era inminente. Es el caso del también activista Rafael Borrego: "Hay mucha intriga porque no sabemos si van a hundir algún barco para disuadir al resto y que se den la vuelta, si van a fingir algún tipo de ataque como hicieron en 2010 que acabó con 10 muertos". "Pueden pasar muchas cosas", ha asegurad.
Pese a la tensión, la mayoría de los miembros de la Flotilla se mostraban tranquilos. "Somos humanos, algo de miedo tenemos, es obvio, pero lo que hay es mucha fortaleza", dice una de las navegantes.
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Televisión Española ha confirmado que dos barcos españoles de la flotilla, el Alma y el Sirius, han sido interceptados por fuerzas israelíes. Uno de los activistas que va a bordo de uno de los buques, Rafa Borrego, cuenta a TVE que no saben "si la intervención va a ocurrir ya, pero parece desde luego inminente". Afirma que hay barcos grandes con las luces puestas y lanchas rondado a los distintos barcos de la flotilla.
En cuanto a la comunicación, explica que les "han cortado las comunicaciones" y "hay información que tenemos que confirmar nosotros mismos" a través del "equipo de tierra" que está más actualizado, ya que ellos se han quedado aislados.
Borrego confirma que las fuerzas israelíes se han puesto en contacto con ellos para que dieran media vuelta y ellos les han "dicho que no". A partir de ahí, van a seguir "el protocolo que tenemos, que es continuar hacia adelante hasta que nos toca a nosotros".
Imagen: GLOBAL SUMUD FLOTILLA
La Global Sumud Flotilla, una misión para entregar ayuda humanitaria a Gaza con más de 40 naves, se ha visto rodeada por un operativo israelí de gran envergadura encargado de interceptarla y conducir a los activistas al puerto de Ashdod, donde serían interrogados y deportados. Las autoridades israelíes han admitido que no pueden remolcar todas las embarcaciones y han llegado a plantearse incluso el hundimiento de alguna en alta mar, una advertencia que eleva drásticamente el riesgo operativo y humanitario.
A pesar de que el Ministerio de Exteriores italiano ha afirmado que Israel le prometió que no usaría violencia, la agresividad real de la respuesta es una incógnita. Si Tel Aviv cumple la amenaza de detener masivamente a los activistas u optar por medidas extremas, la situación derivará en una crisis diplomática y legal que pondrá a prueba la reacción europea y el límite del derecho internacional.
Foto: STEFANOS RAPANIS
Rafael Borrego, activista de la Global Sumud Flotilla que viaja a bordo de una de las embarcaciones, ha explicado en una entrevista para el Canal 24h que han sido rodeados por "barcos militares bien armados y lanchas con luces verdes".
Borrego ha aventurado que Israel va a emplear las embarcaciones de menor tamaño para "abordarles", mientras los grandes están realizando labores de reconocimiento: "Nos consta que están metiéndose en algunos barcos".
Imagen: Eleftherios ELIS / AFP
El almirante retirado Juan Rodríguez Garat ha explicado en una entrevista para el canal 24h que, según el derecho internacional de la guerra, los Estados pueden declarar bloqueos marítimos siempre que sean efectivos, anunciados y no impidan el tráfico neutral hacia puertos no implicados. En este marco, ha defendido que el bloqueo israelí sobre Gaza es legal, tal como lo avaló la ONU en 2011, aunque ha matizado que otra cuestión es la forma en que se ejecuta, pues durante el mismo se han producido violaciones graves.
Rodríguez Garat ha subrayado que Israel está obligado, como potencia ocupante, a garantizar la entrada de ayuda humanitaria y alimentos a la población civil, deber que no estaría cumpliendo. También ha advertido que hundir barcos o tratar a activistas como terroristas sería un crimen de guerra, y que las operaciones de interceptación deben regirse por el principio de mínima fuerza. La legalidad del bloqueo, ha insistido, no exime a Israel de respetar las convenciones de Ginebra ni de la proporcionalidad en el trato a la población civil.
Foto: ORIETTA SCARDINO
El Gobierno ha ordenado al buque de la Armada que escolta a la flotilla que se detenga y ha pedido a los activistas que no entren en la zona de exclusión. Una posición que ha abierto un brecha con Sumar y también con los socios de investidura. Podemos acusa al Gobierno de hacer el trabajo sucio a Israel.
La flotilla rumbo a Gaza, compuesta activistas en embarcaciones de diferentes países, ha llegado a la zona en aguas internacionales en la que Israel ya asaltó a anteriores embarcaciones, una "zona de alto de riesgo" a partir de las 150 millas náuticas de las costas del enclave palestino (unos 240 kilómetros). Se prevé que la embarcación llegue este jueves por la mañana a Gaza.
El activista de la Global Sumud Flotilla, Juan Bordera, explica que "presumiblemente este miércoles ejecutarán la última acción de ilegalidad absoluta, que es interceptar una serie de barcos que llegan con ayuda humanitaria".
Durante esta madrugada han sido abordados e intimidados por barcos, drones y submarinos, aunque indican que por el momento no ha ocurrido nada.
La relatora de la ONU para Palestina insiste en que la Flotilla está en aguas internacionales y que a 12 millas náuticas entraría en aguas palestinas, por lo que nunca pasaría por israelíes. "Es una línea imaginaria de Israel. Cualquier intervención en esas aguas es ilegal", indica.
Desde el Gobierno de España recomiendan a la flotilla de Gaza no entrar en la zona de exclusión y anuncia que el buque de salvamento no accederá. El presidente Sánchez espera que el Gobierno de Netanyahu no suponga un peligro para la embarcación. Por su parte, el Gobierno de Meloni considera que la flotilla debería detenerse y entregar a Israel la ayuda, dado que en su opinión, cualquier otra opción pondría en peligro el plan de paz de Trump.
FOTO: REUTERS/Stefanos Rapanis/File Photo
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