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Zainab apenas tenía cinco meses. Es uno de los bebés que han muerto por falta de alimentos en las últimas 24 horas en Gaza. Su estado fue empeorando, cuenta su madre. Tuvieron autorización para trasladarla al extranjero para recibir tratamiento. Imposible: los pasos fronterizos están cerrados.

Una ola de hambre azota la Franja. Al menos 124 personas, entre ellos 84 niños, han fallecido por desnutrición desde el inicio de la ofensiva israelí, según el departamento de sanidad.

Alcanzar un puesto de ayuda también puede ser mortal. Al menos 24 palestinos han fallecido este domingo por disparos israelíes mientras esperaban comida. Y en este otro punto, en Ráfah, la polémica fundación respaldada por Estados Unidos entregaba alimentos por primera vez, solo a mujeres. Pero el reparto terminó con ataques: "Nos lanzaron gas pimienta, lacrimógenos y granadas".

Israel justifica el bloqueo de ayuda para evitar que Hamás se aproveche. Va a permitir que países árabes vuelvan a tirar desde el aire los paquetes humanitarios. Reino Unido se sumará a Jordania, pero la agencia de la ONU para los refugiados palestinos denuncia que es una estrategia ineficaz y peligrosa. Ya murieron civiles hambrientos cuando les cayó encima esa ayuda en el pasado.

Las negociaciones de paz han fracasado. Francia, Reino Unido y Alemania exigen a Israel el fin de la catástrofe humanitaria, pero la presión internacional no acalla los gritos del hambre.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo ha constatado que no se estaba registrando un robo masivo de ayuda humanitaria en Gaza por parte de Hamás, según ha desvelado la cadena CNN. En el informe se analizaban 156 incidentes, pero los robos y asaltos no han sido organizados por la milicia, sino fruto de la desesperación y el hambre de los gazatíes. "Este supuesto robo masivo ha sido la excusa utilizada por Trump e Israel para bloquear la entrada de ayuda humanitaria", nos cuenta el enviado especial de RNE a Washington, Fran Sevilla.

Gaza muere de hambre. Al norte de la Franja, miles de palestinos esperaban recibir este sábado la llegada de algunos camiones con alimentos. Son de la ONU, de los pocos autorizados por Israel. En esta zona no opera la polémica fundación que distribuye ayuda. Pero en el camino desesperado hasta los puntos de comida corren riesgo de muerte. Solo en las últimas horas, al menos 24 gazatíes han muerto por disparos israelíes. Israel va a permitir que países árabes reanuden los envíos de ayuda desde el aire. Ya se hizo una vez, pero organizaciones internacionales lo cuestionan porque hubo muertos al ser aplastados por el cargamento.

Desde el inicio de la ofensiva israelí, casi 60.000 palestinos han muerto, más de un centenar de hambre, la mayoría niños. "Ir al cielo, es lo que quieren los niños", relata con crudeza el secretario general de la ONU, "porque allí tienen comida".

La crisis humanitaria moviliza a Europa. Francia reconocerá el estado de Palestina, pero para Donald Trump ese anuncio no cambia nada y es hora de deshacerse de Hamás. Y en un comunicado conjunto, París, Londres y Berlín exigen un alto el fuego inmediato. Mientras, solo con palabras no comen los palestinos.

Mientras sonaba la música en el famoso festival Tomorrowland en Bélgica, la Policía detuvo a dos soldados israelíes acusados de crímenes de guerra. "Solo estaban de fiesta", decían sus compañeros. La asociación que puso la denuncia tras localizarlos a través de las redes sociales defiende que el arresto es histórico porque sienta un precedente legal. "Es la primera vez en la historia que un soldado israelí es arrestado en otro país por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o genocidio", aseguran.

Foto: Ilia Yefimovich/dpa

Para los judíos su ejército es una institución central. En Israel todo el mundo —hombres y mujeres— tienen que hacer el servicio militar y en ciudades como Jerusalén las fotografías de soldados están en todas partes, como en las paradas de autobús. Gran parte de la sociedad israelí apoya a su Ejército, pero a casi dos años del inicio de guerra empiezan a abrirse las primeras fisuras. Breaking the Silence recopila testimonios de soldados anónimos críticos con lo que hacen. Joel fue uno de ellos: se apartó del Ejército consciente del daño que infligían a los palestinos.

Foto: AP Photo/Abdel Kareem Hana

Tailandia y Camboya continúan por segundo día sus enfrentamientos, que han dejado ya 15 muertos y más de 140.000 evacuados en total. Hoy Tailandia ha declarado la ley marcial. Hablamos con Thanachate Wisaijorn, politólogo y profesor de ciencia política de la Universidad Ubon Ratchathani.

La exposición a la violencia del ejército y los colonos sumada a la incertidumbre preparan el terreno a los problemas de salud mental de los palestinos. La corresponsal de RNE en Jerusalén, Laura Alonso, ha podido estar en Hebrón con un equipo de MSF que presta ayuda psicológica y médica a los vecinos.

Los últimos movimientos no auguran, ni mucho menos, una tregua inminente en Gaza. Esa posible tregua se negocia en Catar. Es allí donde tienen lugar los contactos indirectos entre Israel y Hamás, que valoran las propuestas que les plantean los países mediadores.

Ahora mismo negociaciones están bloqueadas. Netanyahu ha pedido a su equipo que vuelva a Israel y Estados Unidos ha hecho lo mismo con el suyo. El enviado especial de la Casa Blanca, ha acusado Hamás de mala fe y de falta de voluntad para pactar alto el fuego. Son declaraciones que han sorprendido a la organización islamista que, en su última comunicado, ha reiterado su intención para alcanzar una tregua permanente.

Francia se ha sumado a los 148 países que reconocen al Estado palestino, alineándose con España en un movimiento simbólico que busca frenar la invasión israelí y proteger a los civiles. Macron, que había retrasado el anuncio por la escalada con Irán, ha propuesto una Palestina desmilitarizada que reconozca a Israel, lo que ha generado una profunda división entre la opinión pública francesa.

El gesto ha generado tensiones: la derecha francesa lo ha rechazado, mientras los sectores propalestinos lo han celebrado como un posible efecto dominó en otros países. Israel lo ha considerado una traición de un aliado clave, y EE.UU. ha acusado a Macron de alimentar la propaganda de Hamás. Alemania y Reino Unido, aunque presionados internamente, aún no se han atrevido a seguir el mismo camino que su vecino europeo.

Foto: Geoffroy VAN DER HASSELT / AFP