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Miles de personas, la mayoría estudiantes y trabajadores ferroviarios, han salido a la calle para pedir más inversión en el mantenimiento de la red de trenes del país. El primer ministro griego ha pedido perdón a todos los ciudadanos. "No podemos, no queremos y no debemos escondernos detrás del error humano", ha dicho Mitsotakis, que ha reconocido la necesidad de mejorar la seguridad. El jefe de la estación de Larisa ha pasado a prisión provisional tras declarar ante la Fiscalía que puso el tren de pasajeros en la misma vía en la que circulaba otro de mercancías. La empresa de ferrocarriles griega ha anunciado que va a indemnizar de forma inmediata a los supervivientes y a los familiares de las víctimas.

Foto: Manifestantes en Atenas (EFE/EPA/KOSTAS TSIRONIS)

Al menos 36 personas han muerto y 85 han resultado heridas, 25 de ellas de gravedad, después de que dos trenes hayan colisionado frontalmente cerca de Larissa, en el centro de Grecia, mientras continúa la búsqueda de pasajeros entre los restos, según han informado este miércoles las autoridades locales.

"Hasta el momento se han recuperado 32 cuerpos", ha declarado Vassilis Vathrakogiannis, portavoz del Servicio de Bomberos, según la emisora griega ERT. Se trata de un balance provisional, pues los bomberos estiman que entre los restos del tercer vagón de pasajeros, donde han recuperado los últimos dos cuerpos sin vida, hay aún una decena de cadáveres.

Cerca de Larissa, en el centro de Grecia, se ha producido en la noche del martes un choque de trenes, uno de mercancías y otro de pasajeros, que ha dejado hasta el momento 36 víctimas mortales y alrededor de 85 heridos. Ambos vehículos colisionaron frontalmente ocasionando el descarrilamiento de varios vagones, provocando que algunos se incendiasen. En los trenes viajaban unos 350 pasajeros y 20 tripulantes.

El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, realizó unas breves declaraciones asegurando que "averiguaremos las causas de esta tragedia y haremos todo lo que esté en nuestra mano para evitar que algo así vuelva a ocurrir”.

La Fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer las causas exactas que condujeron a la tragedia, aunque los primeros indicios apuntan a un error humano al invadir el tren de pasajeros la vía del recorrido del ferrocarril de mercancías.

Es el cuarto descarrilamiento de un tren en Estados Unidos en lo que llevamos de febrero. Ha ocurrido en Michigan, cerca de Detroit. Todas las miradas vuelven a estar puestas en la empresa Norfolk Southern Corporation. Hace solo dos semanas, uno de sus trenes también protagonizó un descarrilamiento con consecuencias nefastas: los vertidos liberaron hasta cinco tóxicos nocivos para la salud en East Palestine, una localidad cercana a Pittsburgh. Desde entonces, los vecinos exigen respuestas y denuncian que las autoridades no les están informando adecuadamente. El administrador de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, Michael Regan, ha intentado tranquilizar a los vecinos. Asegura que se han llevado a cabo mediciones de gases nocivos en el interior de 480 viviendas afectadas y dice no haber detectado niveles preocupantes para la salud. Pero los habitantes no confían en estos estudios. La mayoría de ellos explican que sienten dolor de cabeza, tos persistente y picor de ojos. Se muestran preocupados por los efectos que pueda tener en la salud los tóxicos vertidos sobre su pueblo, que en un primer momento obligaron a desalojar a 2.000 personas. El tren transportaba materiales peligrosos y se dirigía de Pensilvania a Illinois.

La joven ciclista española Estela Domínguez, de solo 19 años, ha muerto arrollada por un camión este jueves. Ocurrió mientras entrenaba en una carretera, en el polígono de Villares (Salamanca). Estela, hija del exciclista profesional Juan Carlos Domínguez y era uha de las promesas de este deporte. Fichó para esta temporada por el Sopela Women's Team para dar su salto profesional.

La joven ciclista Estela Domínguez ha muerto este jueves tras ser arrollada por un camión entrenaba en una carretera de Salamanca. Estela era hija del exciclista Juan Carlos Domínguez y tenía solamente 19 años. España pierde a una promesa del ciclismo femenino ya que esta joven había fichado esta temporada por el Sopela Women's Team para dar su salto profesional.