Enlaces accesibilidad

El adelanto electoral en Cataluña compromete la mesa entre gobiernos y la estabilidad de la legislatura

  • Torra culpa a ERC de la ruptura en el Govern y convocará elecciones cuando se aprueben los presupuestos catalanes
  • Esquerra se debate entre su apoyo al Gobierno de Sánchez y no perder posiciones frente a JxCat en las elecciones

Por
El adelanto electoral en Cataluña podría complicar la mesa de diálogo entre gobiernos

Pese a que no hay fecha para el adelanto electoral en Cataluña, el anuncio del president, Quim Torra, de convocar elecciones una vez aprobados los presupuestos autonómicos, abre un escenario plagado de incertidumbres. La más inmediata, sobre la mesa de diálogo entre gobiernos español y catalán pactada entre el PSOE y ERC para resolver el "conflicto político". Y la segunda, sobre la estabilidad de la legislatura, en un contexto en el que ERC, clave para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, debe convencer a sus votantes de que es mejor opción electoral que JxCat, que responsabiliza a los republicanos de la ruptura de la unidad del independentismo.

Por ahora solo hay una certeza al respecto: Torra mantiene la reunión prevista con el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para el próximo 6 de febrero.

El presidente catalán había condicionado que se produjera dicha reunión antes de la conformación de la mesa entre el Gobierno y la Generalitat, cuya constitución estaba prevista, inicialmente, en los 15 días posteriores a la conformación del nuevo Ejecutivo. Plazo que finalmente no se ha cumplido.

Ninguno de los agentes implicados se ha echado atrás en el diálogo, pero la situación puede cambiar tras unas elecciones que como pronto serían en mayo -cuando previsiblemente termine la tramitación de los presupuestos-. Será el nuevo 'Govern' que salga de las urnas quien decida si mantiene la mesa de diálogo con un Ejecutivo central que ha reconocido este miércoles que hubiera preferido una convocatoria de elecciones "inmediata" y no un anuncio a medio plazo que "complica" el calendario político.

ERC, entre la espada y la pared

Por otra parte, el anuncio del adelanto electoral hecho este mismo miércoles supone un 'jaque' a ERC, a quien JxCat ha acusado de falta de "lealtad", de "doblegarse" ante la "represión", y de romper el "consenso" independentista. En definitiva, Torra responsabiliza a la formación republicana de la ruptura en el Govern.

La declaración 'unilateral' de Torra -ya que sus socios republicanos desconocían su contenido- puede marcar un punto de inflexión en la postura de Esquerra respecto al Gobierno de Pedro Sánchez ya que pone al partido en un brete entre defender el diálogo con el PSOE, que rechaza la autodeterminación, y convencer a los votantes independentistas para no perder fuerza en el Parlament.

La predisposición para facilitar la investidura de Sánchez ya le pasó factura en las elecciones del 10 de noviembre. Pasó de 15 a 13 escaños, mientras que el 'no es no' de JxCat a Sánchez aupó a la formación de Torra y del 'expresident' Carles Puigdemont en un escaño, pasando de 7 a 8. Incluso la CUP, que entró en escena con el objetivo de bloquear el Parlamento, irrumpió en la Cámara Baja con dos escaños.

Poco antes del 10N, en una protesta de finales de octubre convocada por la ANC y los CDR en Barcelona contra la sentencia del 'procés', el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, tuvo que salir escoltado ante los gritos de "fuera" y "traidor". Rufián se había mostrado abiertamente contrario a la violencia del sector independentista más radical durante la semana de protestas tras la sentencia del 'procés', y fue increpado también al grito de "no es violencia, es autodefensa".

El PSOE necesita a los de Rufián para los Presupuestos

En este escenario, el apoyo de Esquerra al PSOE, clave para la actuación del Gobierno en medidas como los Presupuestos Generales del Estado, puede verse comprometido no sólo por el desarrollo de la inestable mesa de diálogo -con un Govern en disolución-, sino de la evolución de la opinión del independentismo respecto a ERC y su guerra con JxCat en estos meses que se prevén tensos.

El objetivo del Ejecutivo de Sánchez es aprobar los Presupuestos antes de que concluya el verano -en fechas que podrían coincidir incluso con las elecciones en Cataluña-. Pero el mayor temor del PSOE es que se repita la situación que se vivió en febrero de 2019, cuando, tras intensas negociaciones con los republicanos, ERC votó contra el proyecto de cuentas públicas pactado entre el PSOE y Unidas Podemos y los Presupuestos fueron tumbados.

Aquel golpe para el Ejecutivo llevó a Sánchez a convocar elecciones anticipadas y el Gobierno se mantuvo en funciones ocho meses en los que se repitieron los comicios y después se prorrogaron los Presupuestos de Cristóbal Montoro (PP), elaborados en 2017.

Ahora, las fechas de la votación de los Presupuestos y de las elecciones catalanas -dependiendo de si lo primero es antes de lo segundo o no- pueden ser determinantes para que ERC siga apoyando al Gobierno o, de mantenerse el bloque del 'no' a Sánchez en el Congreso, sentencie la legislatura.

Pero pasar el bache presupuestario no garantiza tampoco al Gobierno la continuidad: habrá que ver qué 'Govern' sale después en Cataluña y cómo evoluciona la relación entre Estado y Generalitat.