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Trump justifica que la declaración de altos cargos en el 'impeachment' pondría en riesgo la seguridad nacional

  • El presidente de EE.UU. defiende en Davos el formato aprobado por los republicanos para el juicio político contra él
  • Pese a todo, afirma que él llamaría a testigos: "Yo iría por el camino largo" | Especial: impeachment a Donald Trump

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Davos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Davos.

Apenas unas horas después de que el Senado de Estados Unidos aprobara las normas del juicio político contra Donald Trump, el presidente de Estados Unidos ha defendido desde Davos las restricciones impuestas gracias a la mayoría republicana para la declaración de nuevos testigos y ha argumentado que, aunque él estaría dispuesto a que comparecieran altos cargos como el ex Consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, su testimonio pondría en riesgo la seguridad nacional.

El problema con John es que es un problema de seguridad nacional. ¿Qué pasa si revela lo que pienso sobre algún líder y no es muy positivo?

"El problema con John [Bolton] es que es un problema de seguridad nacional", ha señalado en una rueda de prensa en el Foro Económico Mundial. "Él conoce algunos de pensamientos, sabe lo que pienso sobre los líderes. ¿Qué pasa si revela lo que pienso sobre algún líder y no es muy positivo?", ha dejado caer Trump, que ha señalado que la declaración de su secretario de estado, Mike Pompeo, comportaría un riesgo similar.

"Lo puedes llamar prerrogativa presidencial. Tal como yo lo veo, lo llamo seguridad nacional, por razones de seguridad nacional. Privilegio ejecutivo", ha insistido el presidente estadounidense, el tercero en ser sometido a un impeachment en Estados Unidos, que también se ha dicho inclinado a dejar que declaren su jefe de gabinete, Mick Mulvaney, pese a que cree que no tiene mucho que aportar, y el secretario de Energía, Rick Perry.

Sin embargo, los republicanos han impuesto un formato que no solo daría carpetazo al proceso en apenas diez días -frente a los dos meses que duró el impeachment a Bill Clinton-, sino que, en principio, no contempla la comparecencia de nuevos testigos ni la aportación de pruebas documentales. De hecho, este martes la mayoría republicana tumbó una enmienda demócrata que pedía específicamente citar a Mick Mulvaney.

Los republicanos de Trump imponen su mayoría

Pendiente de las sesiones

En cualquier caso, Trump parecía querer responder a una crítica repetida en varias ocasiones por los representantes demócratas que actúan como fiscales en el juicio político durante la maratoniana sesión de apertura que sirvió para fijar las reglas del impeachment, a saber, una declaración del presidente -que mostraron varias veces en vídeo- en la que aseguraba que no le importaría que testificaran Pompeo y otros altos cargos, por lo que, según los demócratas, no se entiende el interés de su partido en evitar nuevos testimonios.

En este sentido, Trump ha vuelto a decir que él preferiría un juicio en profundidad, que incluyera a testigos: "Yo iría por el camino largo", ha asegurado. Y, aunque el líder de la mayoría republicana ha reconocido coordinarse con la Casa Blanca al respecto, el presidente ha recalcado que no es su competencia decidir el formato: "Eso se lo dejo al Senado".

El impeachment por la trama ucraniana arrancó este martes en la cámara alta de Estados Unidos para juzgar los dos cargos presentados contra Trump: abuso de poder, por sus presiones al presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, para que abriera una investigación sobre el hijo de Joe Biden, un rival político, y obstrucción a la justicia, por su negativa a colaborar con las pesquisas al respecto de la Cámara de Representantes.

Me encantaría, de alguna forma, sentarme en primera fila y contemplar sus rostros corruptos

El presidente, que volverá a Estados Unidos tras su participación en el Foro de Davos, ha indicado que seguirá las sesiones cuando regrese a Washington e incluso se ha permitido una bravuconada: "Me encantaría ir. Me encantaría, de alguna forma, sentarme en primera fila y contemplar sus rostros corruptos", ha dicho en alusión a los congresistas que le juzgan, aunque después ha aclarado que no lo hará: "Creo que [mis abogados] podrían encontrarlo problemático".