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Festival de Valladolid

'El cuadro' sigue las pistas del juego de ilusionismo de 'Las meninas'

  • Expertos mundiales participan en este documental que plantea una investigación detectivesca sobre la obra

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Uno de los fotogramas de 'El cuadro' de Andrés Sanz
Uno de los fotogramas de 'El cuadro' de Andrés Sanz

Las meninas. Velázquez. Misterios. Son un trío irresistible-y mágico- que fascina a expertos y profanos tres siglos después. Prueba de ello es que muchos visitantes no olvidan el impacto, que tiene algo de iniciático, al contemplar la obra maestra por primera vez.

La epifanía alcanzó de niño al cineasta Andrés Sanz en los 70: cuando Las meninas (1656) se disfrutaban como pintura solitaria frente a un espejo en el que se reflejaban los turistas en una sala atestada del Prado.

“Vi el cuadro con todas esas sombras reflejadas, entre tinieblas, y me quedé con la idea de que era un truco como de magos. Y que era algún mecanismo para que se activase de alguna forma. Luego te das cuenta de que es una ocurrencia muy de los museos de antes que eran como gabinetes de maravillas”, recuerda Sanz.

La semilla de la fascinación ya estaba plantada y ha desembocado en El cuadro, un documental participado por RTVE, presentado en la Seminci y que llegará a las pantallas el 8 de noviembre.

El director agarra Las meninas, que han sido interpretadas con lupa en miles de ocasiones, con un planteamiento de ficción detectivesca que introduce al espectador directo en la narración.

Expertos mundiales en Diego Velázquez como los conservadores de El Prado o del Metropolitan desfilan por una sala de interrogatorios para desentrañar un crimen: ¿cuáles son los juegos de ilusionismo que esconden Las meninas?

Entreverado con las teorías reales, fluye el retrato de ese gran desconocido que fue el genio sevillano: su dominio magistral del espacio y la luz, el deseo de convertirse en noble que persiguió toda su vida y su relación de (supuesta) amistad/desdén con Felipe IV. El rey experto en arte que le protegió y dio vuelo a su libertad creativa.

Andrés Sanz ha charlado con RTVE.es sobre esta vuelta de tuerca “noir” en un documental que aborda uno de los contenidos más intrigantes de la Historia del Arte.

PREGUNTA: Una de las novedades que incorporas en El cuadro es el uso del stop motion para introducir al espectador en las diferentes dimensiones de la pintura.

RESPUESTA: El documental es un género que te permite una libertad absoluta. No hay archivo de fotos ni videos del siglo XVII con lo que tenía que crear las imágenes. Usamos marionetas (con más de veinte maquetas diferentes) porque no quería reconstrucciones con actores y tampoco quería usar 3D ni ordenadores.

Y el stop motion nos lleva a algo más manual. Más cercano al trabajo de un escultor o de un pintor y creo que es más coherente con el mundo de Velázquez. Estos muñecos se construían más en el siglo XVIII y XIX y se acercan más a la época.

El pintor Antonio López habla sobre la genialidad de Velázquez

P: Antonio López aporta un testimonio muy emotivo sobre Velázquez desde su punto de vista de gran artista.

R: Necesitaba un pintor que se hubiera puesto en la misma posición que Velázquez, la de representar en el lienzo el mundo visual y eso era importante que al espectador le llegara.

Antonio López explica porqué Diego Velázquez es tan grande. Te conmueve porque él dice que todos tenemos que pelear mucho y que sufrir pero hay otros privilegiados que nacen con esas dotes y tienen esa capacidad que es superior a los demás. Velázquez tenía esa seguridad de que podía ir más allá y eso te pone los pelos de punta. Uno se emociona mucho cuando se da cuenta de que no tiene explicación.

Felipe IV permitió pintar a Velázquez una obra totalmente experimental

P: Las teorías de los expertos son fascinantes: desde Manuela Mena que apuesta por el encumbramiento de la infanta Margarita a Jonathan Brown que afirma que el pintor inventó el cuadro poco antes de morir, ¿cuál es tu interpretación?

R: Mi interpretación es la película, aunque durante un breve tiempo caí en la tentación de intentar resolver el misterio pero eso le pasa a todos los espectadores y también a los especialistas.

Ellos tienen todos los datos de que es una obra de arte muy compleja pero no deja de ser una obra de fantasía. Las meninas tiene un poco esa trampa de hacernos creer que vamos a encontrar el truco. Es la sensación de que uno va a recoger todas las teorías y las va a resolver rellenando los huecos que no funcionan.

P: Hay algo en lo que todos los especialistas coinciden: por un lado, que Las meninas son un homenaje a Felipe IV, y por otro, que fue un atrevimiento impensable que Velázquez se incluyera en la pintura.

R: El cuadro existe porque Felipe IV es el único rey que ha permitido que se pintara algo así. Le deja a Velázquez aparecer pintando en un taller que nada tiene que ver con el mundo de la Corte, en el que pone bufones, damas… Esta obra que tiene un montón de ideas experimentales, absolutamente de vanguardia, el rey la coloca en su despacho, un sitio íntimo, y además es el cuadro más valorado de su colección junto a un Rafael.

Gracias a la visión de este rey tenemos todos los ’velázquez’ que tenemos. Por eso, muchos dicen: ¿quién es el autor Velázquez o el rey? El monarca entendía tanto de pintura como para permitirle llegar hasta donde llegó y esa fue la suerte que tuvo.

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