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Ciencia

Algunas zonas de la retina pueden ayudar al diagnóstico precoz del alzhéimer

  • Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid identifican las regiones oculares donde se producen esos cambios
  • Las nuevas corrientes utilizan los ojos como una ventana al cerebro para detectar los cambios que provoca el alzhéimer

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La retina es una importante fuente de biomarcadores.
La retina es una importante fuente de biomarcadores.

Un equipo de científicos españoles ha logrado identificar con exactitud las zonas de la retina cuyos cambios pueden ayudar a diagnosticar de forma precoz la enfermedad de Alzheimer.

Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han logrado determinar por primera vez la forma, el tamaño y la ubicación exacta de esas regiones oculares que resultan afectadas por el alzhéimer tras analizar los cambios de espesor que se producen en los pacientes en una fase todavía leve de la enfermedad.

La búsqueda de biomarcadores que permitan la detección precoz de la enfermedad es uno de los retos de la medicina, y la retina es uno de los más atractivos, ha subrayado este martes la Universidad Complutense, que ha destacado la trascendencia de que los investigadores hayan conseguido determinar la forma y el tamaño real de las regiones que presentan un adelgazamiento significativo en cada capa de la retina.

Los expertos han observado también que, mientras que algunas capas de la retina de pacientes ya diagnosticados de alzhéimer están "neurodegeneradas", otras presentan una "neuroinflamación", lo que puede alertar de la presencia de la enfermedad incluso antes que otras pruebas.

Los ojos, ventana al cerebro

La investigación, cuyos resultados se han publicado este martes en la revista Scientific Reports, ha revelado que en los estadios tempranos de la enfermedad el adelgazamiento en todas las capas neuronales predomina sobre el engrosamiento, ha subrayado Luis Jáñez, investigador del Instituto de Tecnología del Conocimiento de la UCM y autor principal del estudio.

“En los últimos años se ha abierto una nueva vía que utiliza los ojos como una ventana al cerebro para detectar los cambios que se producen en las etapas tempranas del alzhéimer y cómo evoluciona la patología”, ha explicado en Elena Salobrar-García, científica del Instituto de Investigaciones Oftalmológicas Ramón Castroviejo de la UCM y coautora del trabajo.

Los investigadores de los Institutos de Tecnología del Conocimiento y de Investigaciones Oftalmológicas Ramón Castroviejo -ambos de la UCM- han desarrollado nuevas técnicas y herramientas analíticas que les ha permitido comprobar que los primeros cambios se manifiestan en la zona macular, que es la zona más sensible, encargada de la visión más fina y también de la percepción del color, ha explicado José Manuel Ramírez, director del Instituto Ramón Castroviejo.

Este estudio se ha realizado en un grupo de 19 pacientes, seleccionados de unas 2.124 historias clínicas del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Esta muestra padecía la enfermedad en un estadio muy incipiente y estaban libres de otras patologías con incidencia en la retina, ha informado la Universidad Complutense en una nota de prensa.

Por otro lado, se formó un grupo de control con 24 voluntarios, semejantes en edad y otras características pero sin ninguna patología relevante.

Para cada persona de ambos grupos se obtuvo, mediante una "tomografía de coherencia óptica", la imagen tridimensional de una región cuadrada de su retina. Este tipo de tomografías utiliza un haz de luz que barre esa zona de la retina en solo 2,5 segundos, y se trata de una técnica no invasiva, muy rápida, de bajo coste y de uso frecuente, ha señalado Elena Salobrar.

Para comparar los cambios de espesor en capas diferentes, los investigadores desarrollaron programas informáticos capaces de realizar operaciones aritméticas exactas con los números enteros "gigantes" que obtenían de la combinación de los cientos de miles de puntos que se analizaban en cada capa.

Todos los conocimientos obtenidos en este estudio implican, han subrayado los expertos, un gran avance para el diagnóstico y el seguimiento de esta enfermedad y apuntan a la retina como un buen biomarcador.