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El narco Joaquín El Chapo Guzmán es condenado a cadena perpetua en Estados Unidos

  • Un juez federal de Nueva York le ha impuesto una pena de cadena perpetua más 30 años adicionales
  • El narcotraficante mexicano, el más poderoso en décadas, había sido declarado culpable de diez delitos

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El Chapo, condenado a cadena perpetua por narcotráfico

El narcotraficante más célebre y poderoso de los últimos tiempos pasará el resto de sus días en prisión: un juez federal de Nueva York ha sentenciado este miércoles a Joaquín el Chapo Guzmán a cadena perpetua, más 30 años adicionales, por los diez delitos de los que un jurado popular consideró en febrero que era culpable, lo que pone fin al largo proceso judicial contra el gran capo mexicano de la droga, cuya carrera criminal le convirtió en uno de los delincuentes más perseguidos de Estados Unidos y, al mismo tiempo, en una leyenda popular.

La pena impuesta por el juez Brian Cogan, del tribunal de Brooklyn, coincide con la petición que había hecho la Fiscalía: de una a ocho cadenas perpetuas, como marca la ley, por mantener de forma continuada una organización criminal, además de 30 años por el uso de armas de forma violenta.

Poco antes de escuchar la sentencia, Guzmán hacía uso de su derecho a la última palabra para lamentar que, al contrario de lo que él esperaba tras ser extraditado desde México, su fama ha sido un "factor determinante para administrar justicia". Y volvía a cargar contra el sistema judicial estadounidense: "Estados Unidos no es mejor que cualquier otro país corrupto", ha subrayado.

El Chapo, además, se ha referido a su reclusión en el Metropolitan Correctional Center, la prisión de alta seguridad de Manhattan en la que ha permanecido preso durante los últimos 30 meses, asegurando que le ha supuesto una "tortura psicológica, emocional y mental 24 horas al día". A partir de ahora, aunque sus abogados ya han anunciado que recurrirán la sentencia, ese parece ser su único horizonte vital, aunque en un lugar aún más recóndito: una cárcel en Florence, en pleno desierto de Colorado, considerada la más segura de Estados Unidos y conocida como 'la Alcatraz de las Rocosas'.

Dibujo de Joaquín el Chapo Guzman, durante el juicio celebrado contra él en Nueva York

Dibujo de Joaquín el Chapo Guzman, durante el juicio celebrado contra él en Nueva York EFE

Un cártel organizado como una multinacional

El contrapunto a la declaración de Guzmán ha sido el testimonio de la colombiana Andrea Velez, que formó parte del cártel de Sinaloa y a quien el juez también ha dado voz en esta última sesión. Así, Velez ha contado que El Chapo pago un millón de dólares a los Ángeles del Infierno para que acabaran con ella y que solo pudo escapar gracias a la protección de las autoridades estadounidenses.

"Confieso que he pecado, pero pagué un elevado precio por mis faltas", ha asegurado Velez, quien, además, se ha dirigido directamente al narcotraficante: "Yo le pido perdón a usted y espero que me perdone", ha dicho, mirando al Chapo.

Durante las once semanas de juicio oral, una docena de antiguos socios del cártel, algunos de ellos entre los más relevantes, ya habían acreditado, tras alcanzar acuerdos con la Fiscalía, como Guzmán erigió una sofisticada organización criminal para el tráfico de estupefacientes, a modo de multinacional de la droga.

Así, esos testigos describieron como El Chapo utilizaba una flota de aviones y barcos para transportar la droga a Estados Unidos, como disponía de una contabilidad detallada de todos los movimientos y como utilizaba un sistema encriptado, a través de servidores ubicados en Canadá, para proteger sus comunicaciones.

'El Chapo' Guzmán, declarado culpable por narcotráfico.

Una leyenda a la altura de Pablo Escobar

Nacido hace 62 años en una aldea del estado mexicano de Sinaloa, Guzmán se vinculó al narcotráfico trabajando en los campos de cannabis de la región y se hizo un nombre como traficante en los años 80, al crear una ruta para introducir droga en Estados Unidos mediante túneles excavados bajo la frontera con México, lo que le permitió superar a sus rivales. Se calcula que, en total, El Chapo pasó a Estados Unidos al menos 1.200 toneladas de cocaína a lo largo de un cuarto de siglo, además de heroína y marihuana.

Así, durante las décadas de los 90 y los 2000 amasó un enorme poder, a menudo recurriendo a la violencia para afianzar su posición, y una considerable fortuna, con la que se labró una reputación de benefactor entre la población local, hasta convertirse no solo en el líder principal del cártel de Sinaloa -al que codirigió entre 1989 y 2014-, sino en una leyenda comparable a la del colombiano Pablo Escobar.

Ese aura se vio reforzado al conseguir escapar hasta en dos ocasiones de sendas prisiones de alta seguridad en México, una de ellas especialmente espectacular en 2015, por lo que las autoridades mexicanas, tras lograr apresarle por tercera vez en 2016, se apresuraron a extraditarle a Estados Unidos.

Aunque no es el primer gran capo mexicano de la droga que es entregado a Estados Unidos, El Chapo si ha sido el primero en ser juzgado sin declararse previamente culpable para reducir la pena. Su captura, en cualquier caso, no ha reducido el poder del cártel de Sinaloa, que, según la US Drug Enforcement Administration -la agencia estadounidense encargada de luchar contra el narcotráfico-, sigue siendo el mayor de los cárteles mexicanos.