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'Brexit'

El Parlamento rechaza de nuevo el acuerdo de May: Reino Unido tiene dos semanas para decidir sobre el 'Brexit'

  • La nueva fecha legal para la salida de Reino Unido de la Unión Europea, ahora sin acuerdo, es el 12 de abril
  • Si quiere una retirada ordenada y no un Brexit abrupto, Londres tendría que pedir una prórroga larga a Bruselas

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El Parlamento vuelve a rechazar el acuerdo de May y deja a Reino Unido a dos semanas de un 'Brexit' duro

El Parlamento británico ha rechazado por tercera vez este viernes el acuerdo para el Brexit pactado por la primera ministra, Theresa May, con la Unión Europea, lo que aboca a Reino Unido a una salida abrupta del bloque comunitario en apenas dos semanas, el próximo 12 de abril, a menos que el Gobierno cancele el divorcio o solicite a Bruselas una nueva prórroga, esta vez mucho más larga, que permita reiniciar el proceso.

Las negociaciones de May para lograr nuevos apoyos, incluida su oferta a los conservadores más euroescépticos de dimitir si respaldaban el acuerdo, le han permitido obtener el mayor respaldo de las tres votaciones sobre el texto, con 286 votos a favor, si bien ha sido insuficiente para lograr su ratificación: 344 diputados han votado en contra, tumbando así la última oportunidad de sacar adelante el texto. Justo en el que debía haber sido el último día de Reino Unido en la Unión Europea, el Parlamento ha consagrado la incertidumbre.

Boletines RNE - El acuerdo del Brexit de Theresa May rechazado por tercera vez - escuchar ahora

Es una profunda lástima que el acuerdo haya decaído. Las consecuencias de esta decisión son graves

Pese a su fama de resistente, May se ha mostrado apesadumbrada tras la decisión de los comunes: "Es una profunda lástima que el acuerdo haya decaído. Las consecuencias de esta decisión son graves", ha avisado la primera ministra, quien ha recordado que ahora, legalmente, Reino Unido debe abandonar la Unión Europea el 12 de abril. "Me temo que estamos alcanzado los límites de este proceso en esta cámara", ha dejado caer.

Paradójicamente, el resultado de la votación puede alargar la permanencia de May en Downing Street, liberada ahora de su promesa de dimitir, aunque también muy desgastada por las sucesivas negativas del Parlamento a aceptar el acuerdo de retirada, una meta que se había convertido con el devenir de los meses en el único objetivo de su mandato. Por ahora, se ha limitado a decir que "el Gobierno seguirá trabajando para conseguir una salida ordenada".

Un 'Brexit' sin acuerdo afectaría a unos 3.700.000 europeos que viven en Reino Unido y 1.300.000 británicos que residen en países de la Unión Europea. Su situación quedaría pendiente de los pactos bilaterales entre los países. En España residen 300.000 británicos a los que, desde el 1 de marzo, un Real Decreto garantiza el permiso de residencia y los derechos a asistencia sanitaria y voto siempre que Reino Unido haga lo mismo con los alrededor de 150.000 españoles que están allí registrados. Por otra parte, los 9.000 ciudadanos españoles que entran cada día a trabajar en Gibraltar verán protegidos sus derechos, si hay acuerdo, mediante un memorandum del 29 de noviembre que compromete a las autoridades gibraltaren¡ñas a cumplir con las normas internacionales de transparencia fiscal. Por último, el programa Erasmus afectará a 16.000 estudiantes británicos en países de la UE y 31.000 europeos que estudian en Reino Unido. Este país es el tercero en recepción de este programa detrás de Espa

Las posibilidades se reducen

En cualquier caso, May ha dejado claro en su intervención que ya "no hay tiempo suficiente para acordar o ratificar un acuerdo" con Bruselas, por lo que "tendremos que acordar un camino alternativo". Las posibilidades ahora son más reducidas, puesto que cualquier opción que no suponga una solución drástica implica pedir más tiempo a los Veintisiete, que ya avisaron de que solo concederían una nueva prórroga, ineludiblemente más larga -entre nueve meses y un año-, si Reino Unido presenta una estrategia clara de salida.

La propia May lo ha recordado este Viernes en Westminster: "Cualquier prórroga necesita un propósito claro y todos los líderes de la UE deben aprobar la prórroga". Eso implicaría, indefectiblemente, participar en las elecciones europeas del próximo 26 de mayo, un extremo que May ha tratado de evitar a toda costa: después de todos sus esfuerzos por honrar el resultado del referéndum de junio de 2016, los británicos tendrían que votar para participar en unas instituciones que han rechazado.

Si se descarta la prórroga, las opciones disponibles son todas dolorosas: revocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, es decir, cancelar el divorcio y traicionar el resultado de un referéndum democrático, o bien avanzar a un Brexit duro, que causaría notables daños a Reino Unido -hasta un 9% menos de PIB en 15 años, según las estimaciones del propio Ejecutivo de May-.

Por el momento, la Cámara de los Comunes volverá a reunirse el próximo lunes para debatir, de nuevo, opciones alternativas: por un lado, se votarán nuevos votos indicativos, esto es, la elección por descarte de distintas propuestas de los diputados sobre la estrategia a seguir, aunque no son vinculantes para el Gobierno; por otro lado, se abordará la petición popular -más de cinco millones y medio de firmas- de cancelar el Brexit, aunque el Ejecutivo ya ha avanzado que no accederá a esa demanda.

A la búsqueda de una solución consensuada

Los comunes ya han constatado su incapacidad para acordar una vía consensuada de gestionar el Brexit, ya que el pasado miércoles tumbaron, una por una, hasta ocho propuestas distintas, que abarcaban todas las posibilidades más o menos imaginables. Y la única opción de que la sesión del lunes arroje un resultado factible es que el Parlamento vote en favor de una salida más suave aún que el acuerdo que acaba de rechazar, lo que parece poco probable dado no solo el euroescepticismo de buena parte de la cámara, sino la diversidad de opciones que defienden los diputados: desde la salida abrupta que quieren los brexiteers más acérrimos hasta la revocación que piden los nacionalistas escoceses.

Por el momento, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha vuelto a reclamar elecciones generales anticipadas: "El lunes, está cámara tiene la responsabilidad de alcanzar una mayoría sobre un mejor acuerdo para toda la gente de este país. Hay que hallar una alternativa y si la primera ministra no puede aceptarlo, debe marcharse. No en una fecha indeterminada en el futuro, sino ahora".

Sea como sea, cualquier decisión que no sea resignarse a un Brexit duro requiere que la Unión Europea dé su consentimiento. Así que Bruselas ya se ha puesto en guardia: inmediatamente después de la votación en el Parlamento de Westminster, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha convocado una cumbre extraordinaria el 10 de abril para que los líderes de la Unión Europea debatan los próximos pasos.

La Comisión Europea, mientras tanto, se prepara para lo peor: "La Comisión lamenta el voto negativo de hoy en la Cámara de los Comunes", ha señalado un portavoz comunitario, que ha reconocido que "el escenario de no acuerdo el 12 de abril es ahora un escenario probable". El abismo está ahora a solo dos semanas de distancia.