Enlaces accesibilidad
Madrid Fashion Week

Cibeles se despide con las propuestas de Shoop, Maison Mesa y Carlota Barrera

Por
El Matadero dio la bienvenida a 'Las Vampiras' de Maison Mesa
El Matadero dio la bienvenida a 'Las Vampiras' de Maison Mesa

El desfile de Shoop, la firma de Miriam Sanz y Yohei Oki, pone fin a la 69 edición de Madrid Fashion Week. La cita ha sido en la Real Fábrica de Tapices, un lugar cargado de tradición e historia para acoger una propuesta actual, moderna y muy buena, quizá una de las mejores que se han presentado en esta semana de moda. Los diseñadores parten de conceptos como la espiritualidad y el despertar de la mente para articular una colección urbana que trastoca y reinventa códigos del armario masculino.

Shoop toma como referencias la espiritualidad y el despertar de la mente.

Destacan las prendas ‘cargo’ renovadas con una dosis extra de bolsillos exteriores que cuelgan en las prendas. La estética ‘work’ marca estupendos jerséis de punto que llevan parches y bolsillos. Y cremalleras, un elemento que recorre la colección. Las vemos cumpliendo su función en cuellos de jerséis o cerrando bolsillos, pero también como elemento decorativo, ribeteando un soberbio traje en polipiel.

Shoop reinventa la estética 'work'.

La pana gorda y el punto grueso se mezclan con acierto y el denim se utiliza en distintos tonos, siempre en conjuntos de cazadora y pantalón que se postulan como los nuevos trajes, incluso para ir a trabajar. Las camisas tienen un patrón amplio y largo, los ‘polos’ ochenteros se hacen con un patchwork de color y resultan fascinantes, tanto como un trench en azul noche. Más divertidos son las prendas de pelo ‘peluche’ que llevan un estampado de camuflaje. Aunque su objetivo, claro está, no es pasar desapercibidas.

Maison Mesa ha presentado su colección en Matadero.

Antes fue el turno de Maison Mesa, la firma de Juan Carlos Mesa, que ha convertido su desfile en un canto a la mujer, a todas las mujeres. “Todas son maravillosas, negras, blancas, gordas, flacas, altas, bajas, maduras, jóvenes… Quiero demostrar que me gustan todas y que puedo vestir a todas”, cuenta el diseñador, que trabajó con Jesús del Pozo y Ágatha Ruiz de la Prada. “Con Ágatha he vivido quince años en la gloria, hemos vestido a Miley Cyrus, hemos desfilado en Nueva York y París. Han sido los años más divertidos pero de mi vida pero necesitaba esa desarrollar esa parte de mí que no podía contar en Ágatha”, revela.

Maison Mesa presenta 'Las Vampiras' en MBFWM.

La colección se llama 'Las Vampiras' y vampiras de ciudad vemos sobre la pasarela. Todas en actitud desafiante, dispuestas a morder y comerse el mundo. Poderosas “Las vampiras son el símbolo de la ausencia de tiempo, van del siglo XII al XVIII pero no van al ritmo de las modas, son atemporales, huyen de la contemporaneidad. Y me gusta ese poder que tienen, me gusta la vampira que lo es por derecho propio, no porque se lo haya otorgado un hombre”, cuenta, y revela que se ha inspirado en la película de Vampyros Lesbos, de Jesús Franco.

Maison Mesa apuesta por la diversidad de la mujer.

Mesa utiliza una extensa y variada bandera de tejidos para lograr una estética que mezcla clasicismo con vanguardia. “Hay pantalones gigantes y ajustados, trajes muy grandes y otros en licra. Son piezas muy especiales, a veces excesivas, pero me apetecía hacerlas”.

La singular coreografía del desfile la ha montado Dani Pannullo. “Lo conozco desde hace muchos años y siempre he querido trabajar con él, y por fin lo he logrado. ¡Ya tocaba hacer cosas divertidas!, dice, y pone en foco de atención en un discurso que se ha repetido mucho en estos días. "Hay mucha producción de moda y, lo que es peor, hay explotación. No se puede comprar ropa barata a precios muy bajos, no podemos vestirnos a cualquier precio, hay que terminar con esa explotación laboral”.

Diseño de Carlota Barrera. Pablo Paniagua

Carlota Barrera piensa de forma casi parecida. Fue la revelación de la pasada edición de Madrid Fashion Week con una colección que mezclaba la estética taurina con sus recuerdos del mar. Ahora cambia el desfile por una ‘performance’ con modelos que forman un elegante y moderno bodegón que exuda una nueva masculinidad.

“Me gusta vestir al hombre jugando a cubrir y descubrir el cuerpo, siempre explorando su sensualidad y no su sexualidad”, cuenta la diseñadora que presenta ahora su segundo trabajo que mantiene la línea del anterior, y el mismo discurso. “Intento jugar con los roles de género de una manera sutil. El género está cambiando, ya era hora. Me gusta enfatizar la vulnerabilidad del hombre y lo hago a través de las siluetas, los cortes y las proporciones”.

Su moda se enmarca en un proyecto sostenible. Solo trabaja con tejidos naturales, como la lana y el algodón, y vemos prendas de punto en lana merino tejidas a mano. La paleta de color está en consonancia y lleva tonos tierra, marrones, marino y golpes de óxido. “Me gusta jugar con las intensidades y los contrastes de distintos tonos”.

Carlota Barrera trabaja ropa sin género. Pablo Paniagua

Es una recién llegada y todavía está buscando su hueco en la moda, su nicho de mercado y su estrategia de empresa. Pero hay cosas que tiene muy claras. “Tenemos que ralentizar la moda y cada uno tiene que plantearse su calendario. Hacer cuatro colecciones al año es insostenible. Somos mucho y producimos demasiado”, cuenta.

Barrera apuesta por la calidad como base para la sostenibilidad. Pablo Paniagua

El low cost genera mucha basura y la moda es la segunda industria más contaminante del planeta. Lo ecológico es hacer prendas que duren y no hacer prendas con material hecho con reciclaje que no dure. Yo prefiero hacer 20 pantalones que duren cien años que cien pantalones que duren tres años”.

La calidad es la base de la sostenibilidad. Ahí tiene que centrarse el discurso. Hay que reflexionar, detenernos a pensar. “Vivimos presionados por la inmediatez, sobre todo en la moda, y la culpa la tiene el consumidor pero también la prensa”. Interesante reflexión. Pilar del Campo y sus 'chupas' de cuero abrieron los defiles de la tarde, y todo en un día en el que destacaron las villanas de Pilar Dalbat.