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Bombarderos de EE.UU. participan en maniobras conjuntas con Corea del Sur y Japón en la península coreana

  • Pyongyang había denunciado el vuelo de estas aéronaves y los tachó de provocación
  • Las Fuerzas Aéreas del Pacífico dicen que EE.UU. realiza estas maniobras de manera rutinaria
  • EE.UU. dice que su escudo antimisiles THAAD está ya operativo en Corea del Sur

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Imagen de archivo de bombarderos B1 estadounidenses sobrevolando la base aérea de Osan en Corea del Sur el 13 de septiembre de 2016.
Imagen de archivo de bombarderos B1 estadounidenses sobrevolando la base aérea de Osan en Corea del Sur el 13 de septiembre de 2016.

Dos bombarderos B1 estadounidenses han participado la madrugada de este martes en unas maniobras conjuntas con Corea del Sur y Japón en torno a la península coreana, en lo que se antoja como una nueva muestra de fuerza de Washington ante el desafío nuclear norcoreano.

Los dos bombarderos estratégicos, que partieron desde la base aérea Andersen en la isla de Guam, tomaron parte en los mencionados ejercicios, según han asegurado este las Fuerzas Aéreas del Pacífico (PACAF) estadounidenses en un comunicado.

No obstante el PACAF ha defendido que EE.UU. realiza estas maniobras de manera rutinaria y que estas operaciones "no están ligadas a una situación o país específicos".

El anuncio estadounidense llega justo después de que Corea del Norte denunciara el vuelo de estos bombarderos en la región y lo tachara de provocación.

Escalada de tensión en los últimos meses

La región vive desde hace meses en un estado de creciente tensión ante las continuas pruebas de misiles norcoreanas (la última el pasado sábado) y la dialéctica endurecida de Washington tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero.

A esto se une la posibilidad de que Pyongyang realice un nuevo test nuclear en su base de pruebas de Punggye-ri, donde unas fotos por satélite realizadas a mediados de abril mostraban grandes preparativos.

Ante las continuas bravatas norcoreanas, Estados Unidos, que ha sugerido que baraja posibles ataques preventivos, envió este año a la región el portaaviones nuclear USS Carl Vinson para que tomara parte en las maniobras militares anuales que realiza cada abril con Corea del Sur y que concluyeron el domingo.

Pese al tenso clima en la región, el presidente de EE.UU. dijo este lunes en una entrevista que estaría dispuesto a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, "bajo las circunstancias adecuadas", aunque el portavoz de Casa Blanca matizó después el comentario y afirmó que las mencionadas circunstancias "no se dan ahora mismo".

EE.UU. dice que su escudo antimisiles está ya operativo en Corea del Sur

Por otro lado, el Ejército estadounidense ha confirmado que su polémico escudo antimisiles THAAD se encuentra ya operativo en Corea del Sur, en un momento de especial tensión en la península coreana a raíz de los repetidas pruebas de armamento del régimen de Pyongyang.

"Las Fuerzas de EE.UU en Corea (USFK) confirman que el sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) está operativo y tiene la capacidad de interceptar misiles norcoreanos y defender a la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur)", reza un comunicado enviado por correo electrónico a Efe.

El escueto anuncio, firmado por el coronel Richard Manning, llega apenas una semana después de que el THAAD comenzara a ser instalado en un antiguo campo de golf de la localidad de Seongju (centro del país), a unos 200 kilómetros al sureste de Seúl.

El despliegue del THAAD, que Seúl y Washington acordaron el pasado julio, responde al número récord de ensayos de misiles que Pyongyang realizó en 2016, entre ellos el de un cohete espacial, considerado por la comunidad internacional como un ensayo encubierto de misiles.

Imagen de archivo del escudo antimisiles THAAD. Ben Listerman

El THAAD ha estado además rodeado de polémica y no solo ha sido cuestionado por los agricultores de Seongju, que se muestran preocupados por la posibilidad de que su comarca se convierta en objetivo de ataques norcoreanos y también por los efectos que los potentes radares del escudo tengan sobre su salud y sus sembrados.

Muchos surcoreanos consideran que el despliegue se ha hecho de manera precipitada y que fue aprobado por un Gobierno depuesto por un caso de corrupción, postura que defiende el candidato favorito a convertirse en nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, que ha hablado de una posible revisión del acuerdo.

El presidente estadounidense Donald Trump dijo además la semana pasada que Seúl debería pagar los 1.000 millones de dólares que cuesta el THAAD, algo que el Gobierno interino surcoreano ha descartado recordando que tuvo que adquirir los terrenos para el escudo.

La decisión de instalar el THAAD ha empeorado también la relación de Seúl con Pekín, ya que el Gobierno chino considera que los radares del sistema pueden usarse para espiar sus instalaciones militares.