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Denuncian al jefe de la Guardia Civil en Cantabria por obligar a agentes femeninas a usar chalecos antibalas no adaptados

  • Se le acusa de abuso de autoridad, discriminación y extralimitación de funciones
  • Denuncian que los chalecos no ofrecen "garantías de seguridad"
  • Una guardia civil se enfrenta a penas de prisión por usar chaleco femenino

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Imagen de archivo de un agente de la guardia civil uniformado
Imagen de archivo de un agente de la guardia civil uniformado.

Una vocal de la Asociación Unificada de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en el Consejo de la Guardia Civil ha denunciado ante el Juzgado Togado Militar de Madrid al jefe del cuerpo en Cantabria, al coronel Luis Antonio del Castillo, por supuesto abuso de la condición de mando y extralimitación al obligar a tres agentes femeninas en un ejercicio de tiro a ponerse el chaleco antibalas estándar, que no era de su talla ni estaba adaptado a su anatomía.

La vocal denunciante es Pilar Villacorta, cabo de la Guardia Civil en Cantabria, que fue una de las mujeres protagonistas de este suceso, que este martes ella y el secretario general de la AUGC de Cantabria, Alberto Alegría, han dado a conocer públicamente en una rueda de prensa.

Según su versión, los hechos ocurrieron hace aproximadamente un mes, cuando Villacorta y otras dos agentes de la Guardia Civil acudieron a realizar un ejercicio de tiro a la galería habilitada para ello junto a otros compañeros.

Debían "acostumbrarse a la incomodidad"

Según su relato, las tres guardias civiles, al comprobar que "ninguno" de los chalecos antibalas "se adecuaba a sus formas de mujer ni a su talla" pidieron al coordinador del ejercicio permiso para realizar el ejercicio sin él, algo que les fue autorizado.

Una vez realizado el ejercicio, y siempre según la versión de Alegría y Villacorta, el coronel apareció en la galería de tiro y convocó allí de nuevo a las tres mujeres, de las cuales una había regresado a su unidad, que se encuentra en Noja.

Allí, el coronel, junto a dos tenientes y dos guardias, mandaron ponerse en una fila a las tres mujeres "para enseñarles a ponerse el chaleco". De hecho, Alegría ha afirmado que se llegó a "violentar físicamente" a las mujeres al intentar ellos mismos "ajustarles" y "apretarles" el chaleco.

Villacorta ha explicado que las mujeres hasta en dos ocasiones manifestaron sentirse "incómodas" con el chaleco, a lo que, según el relato de la vocal del Consejo de la Guardia Civil, el coronel les respondió que tenían que "acostumbrarse a la incomodidad".

Las mayores "garantías" de "seguridad y comodidad"

Al respecto, la vocal de la AUGC ha apuntado que en un reciente escrito de la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil que los chalecos deben de alcanzar las mayores "garantías" de "seguridad y comodidad" y de que para que sean efectivos tiene que existir un contacto "permanente" entre esta prenda y el tórax, algo que, según afirma, no ocurre a las mujeres dado que éstos no están adaptados a sus formas y tallas.

Afirma que esto les sitúa en "clara desventaja" a la hora de realizar ejercicios como el de tiro en el que sucedieron los hechos y también en "desventaja" para defenderse ante una posible agresión ya que no les permite acceder de forma directa a la pistola mientras lo portan.

Desde la AUGC y la propia Villacorta consideran la situación "surrealista" y "vergonzosa" y consideran que la actitud del coronel supuso un abuso de autoridad y una extralimitación de sus funciones como cargo.

Así, la vocal de la AUGC ha denunciado a Del Castillo por, supuestamente, infringir los artículos 48, 50 y 65 del Código Penal Militar.

Juicio a una agente por ponerse un chaleco antibalas femenino

Precisamente, hace solo cuatro días el Juzgado Togado Militar de Valladolid acogió la declaración de la guardia civil salmantina Alicia Sáncez, que se enfrenta a penas de prisión de hasta seis años por un delito de insubordinación cometida el pasado mes de agosto al ponerse un chaleco antibalas femenino, que ella misma había pagado y que usaba desde "hacía años", y no el oficial.

En la declaración, que se ha prolongado durante algo más de dos horas en la sala ubicada en la calle Fray Luis de León, la investigada relató los hechos que se produjeron durante un control de seguridad ciudadana.

"La declaración, desde mi punto de vista, ha ido bien porque la realidad es clara y es que hay mujeres guardias civiles que no tienen medios para realizar su trabajo con seguridad y eso hay que cambiarlo", reconoció Mariano Casado, asesor jurídico nacional de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), y que defiende a la guardia civil salmantina, para incidir en que no se puede traer a una persona al "ámbito penal" solo por "reclamar" el derecho de realizar su trabajo con las medidas de seguridad "suficientes".

La agente de la Guardia Civil de Salamanca, Alicia S. que se negó a quitarse su chaleco antibalas particular adaptado

La agente de la Guardia Civil de Salamanca, Alicia S., que se negó a quitarse su chaleco antibalas particular adaptado. Nacho Gallego