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Hollande: "Si Theresa May quiere un 'Brexit' duro, la negociación será dura"

  • May se inclina por un "'Brexit' duro" a los cien días de su Gobierno

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El presidente francés François Hollande habla con la mandataria británica Theresa May

El presidente de Francia, François Hollande, ha asegurado este jueves que si la primera ministra británica, Theresa May, opta por la opción de "un 'brexit' duro" tendrá que afrontar una "negociación dura".

"Theresa May quiere un 'Brexit' duro, la negociación será dura", se ha limitado a decir Hollande a su llegada a la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) que se celebra este jueves y viernes en Bruselas.

Se espera que May, que acude por primera vez a una de estas reuniones desde que asumió el mando del Gobierno británico el pasado mes de julio, informe a sus colegas comunitarios en persona de que notificará el próximo mes de marzo la salida del Reino Unido de la UE, información que ya ha adelantado en los medios británicos.

Los planes de Theresa

Los líderes esperan que May les informe sobre sus planes para materializar la salida de Reino Unido de la UE, que podría empezar a concretarse en la primavera de 2017, cuando el Gobierno británico prevé activar el artículo correspondiente.

A su llegada a la cumbre, May aseguró traer "un mensaje muy claro: que el Reino Unido va a salir de la UE", pero ha señalado también que es "vital" que el país siga trabajando con los socios europeos.

La cumbre, iniciada este jueves en Bruselas, se centra en debatir las relaciones con Rusia y la delicada situación del acuerdo comercial negociado con Canadá (CETA).

Por el norte Reino Unido, por el este, Rusia

La sesión de este jueves estará dedicada fundamentalmente a la inmigración, las relaciones de la UE con Rusia, su papel en la guerra de Siria y las posibles sanciones por este motivo.

"Es muy difícil, incluso imposible, hablar de eso y no hacer referencia a los actuales ataques a hospitales y civiles en Alepo" ha dicho el presidente del Consejo, Donald Tusk, a su llegada a la reunión.

El viernes, los líderes europeos discutirán sobre el acuerdo de libre comercio sellado con Canadá (CETA) cuya firma, prevista para la cumbre UE-Canadá del 27 de octubre, está en el aire debido al bloqueo del parlamento de la región belga de Valonia.

"Respetaré las reglas de nuestro país. No podemos firmar sin el visto bueno de los diferentes parlamentos", ha admitido a su llegada el primer ministro del país, Charles Michel, quien señaló que esperan que la cámara valona dé una respuesta "en las próximas horas o días".

Tusk se mostró confiado en que pueda alcanzarse un compromiso hasta mañana, si bien advirtió de que el CETA podría ser el "último acuerdo de libre comercio" de la UE dadas las dificultades para ratificar el tratado.

En este contexto, el debate sobre inmigración, que se centrará en la cooperación con terceros países, ha quedado en un segundo plano.

May se inclina por un "'Brexit' duro" a los cien días de su Gobierno

La primera ministra británica, Theresa May, cumple mañana cien días al frente del cargo en los que parece haberse inclinado por el "'Brexit' duro", al apostar por controlar la inmigración aunque eso conlleve renunciar al mercado único cuando negocie la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

May ha anunciado que iniciará el divorcio en marzo, en medio del terremoto político que ha suscitado el referéndum del 23 de junio en el que los británicos decidieron abandonar el grupo de los 28.

"La negociación será dura", ha confesado la primera mujer que gobierna el Reino Unido desde que lo hiciera hace 25 años Margaret Thatcher y a la que muchos consideran heredera de la Dama de Hierro.

"Vamos a decir algo bien alto y claro: no nos vamos de la Unión Europea para renunciar otra vez al control de la inmigración", ha recalcado la política, que quiere reducir a 100.000 el número de inmigrantes anuales frente a los cerca de 330.000 actuales.

No habrá un "'Brexit' suave"

Las conversaciones con Europa han partido con mal pie. Bruselas, París y Berlín mandan señales inequívocas de que, así las cosas, el hipotético "'Brexit' suave" está fuera de la mesa de la negociación.

El profesor de la London School of Economics and Political Science (LSE) Jose Javier Olivas cree que "el ala más dura del partido está poniendo presión a May para que avance en la agenda anti-inmigración y en la salida de Europa".

Además, ha explicado el politólogo a Efe, May quiere recuperar "muchos de los votantes que decidieron dar su apoyo al eurófobo Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) en las últimas elecciones".

El gabinete de May ha lanzado polémicos proyectos para lograr sus objetivos, como el de hacer censos para restringir el numero de trabajadores y estudiantes no nacidos en el Reino Unido.

Otra duda que ha despejado la exministra de Interior y líder de los conservadores británicos es su intención de no convocar elecciones generales antes de 2020, por lo que su primer reto es legitimarse ante un electorado que no la ha votado directamente.

Esto justificaría un discurso "mucho más nacionalista y populista" del Partido Conservador para conectar con las preocupaciones del electorado, así como el giro al centro en políticas sociales prometido por la jefa del Gobierno británico.