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Unión Europea y 'Brexit'

Europa se levanta tras el 'Brexit', sin pausa y con prisa

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Una activista alemana proeuropea posa en Berlín maquillada con la bandera europea
Una activista alemana proeuropea posa en Berlín maquillada con la bandera europea

"Tenemos que dar un sentido nuevo a Europa, si no, el populismo nos invadirá", ha afirmado este sábado en Berlín Jean-Marc Ayrault, ministro de Exteriores francés.

Ayrault ha hecho la declaración en el marco de la reunión de urgencia que mantiene en la capital alemana con sus homólogos de los seis países fundadores de la Unión Europea, una cumbre en la que empezarán a tejerse las medidas para afrontar el abandono de la Unión por Reino Unido decidida por el éxito en las urnas del 'Brexit'.

Los británicos han votado y han decidido salir de la Europa de los 28. Lo han hecho después de que Bruselas tragara las cesiones de un duro acuerdo negociado por Cameron para evitar la consulta, pero han preferido esta opción.

Ahora, en una extraña contricción, una petición popular de los británicos a su Gobierno para que repita la consulta va camino de los tres millones de firmas, a un ritmo de miles por minuto, pero, según advirtió Cameron la víspera del referéndum, el proceso es "irreversible".

No hay divorcio sin dolor

"Será doloroso para Reino Unido, pero... como en todos los divorcios, también será doloroso para todos los que estamos detrás", ha dicho el presidente de Francia, François Hollande. Un dolor que ha empezado a cebarse en los británicos a través de la caída en picado de la libra. Sin embargo, tras el shock inicial, las instituciones y los gobernantes procuran acortar en lo posible el sufrimiento de la separación.

Al Reino Unido, el primer estado en salir de la Unión Europea, le espera un duro proceso de dos años, que estima el plazo legal, para cambiar las leyes comunitarias, renegociar los tratados con la UE y otros países, etc. Andrés Ortega, director del Observatorio de las Ideas del Real Instituto Elcano, analiza cuáles serán las primeras consecuencias.

Tras la notificación al Consejo Europeo, el artículo 50 del tratado de la Unión Europea concede para la salida definitiva "un plazo de dos años que puede alargarse entre cinco y 10 años", explica Andrés Ortega, investigador del Real Instituto Elcano, entrevistado en el Canal 24H de TVE. "Habrá que diseñar acuerdos de comercio, financieros y luego las ratificaciones por parte de cada país", ha añadido.

Cameron ha presentado su dimisión para posponer el proceso hasta octubre, y dejarlo en manos de su sucesor (previsiblemente el eurófobo Boris Johnson). Pero Europa podría no esperar a la marcha del actual premier británico, sobre quien, ha advertido Ayrault, los líderes de la Unión "harán mucha presión" en una cumbre prevista el próximo martes, para "que se de prisa".

Merkel respeta la decisión de los británicos y Marie Le Pen pide un referéndum para Francia

La prisa de Europa

"Francia y Alemania celebran elecciones el año que viene", recuerda Ortega, una circunstancia que impone fechas en la agenda de decisiones para la gestión de esta crisis, que Merkel desea resolver sin dejar cabos sueltos, y sin perder los papeles.

"Las conversaciones deben desarrollarse en un buen clima, como si fuera una reunión de negocios", ha dicho este viernes la canciller alemana Ángela Merkel tras una reunión con miembros de su partido en Postdam. "No tiene que durar siglos, es cierto, pero yo ahora no pelearía por logros a corto plazo", ha señalado.

Francia y Alemania han elaborado en 10 páginas un documento que señala las áreas de interés inmediato para los 27 miembros restantes de la Unión: seguridad, política migratoria y refugiados, así como estímulo económico y empleo. Este texto será una base de partida para estabilizar la Unión mientras se reformulan las relaciones entre sus miembros, según fuentes diplomáticas mencionadas por Reuters.

Los miedos que alumbraron el 'Brexit'

Los argumentos euroescépticos han existido en una parte de los británicos casi desde la adhesión a la CEE, en 1973. Pero ha sido la crisis migratoria la que ha disparado los temores definitivos, y también ha pesado el miedo de los menos jóvenes a la pérdida de un estado del bienestar engullido por la migración que llega con pasaporte europeo.

"Los británicos no quieren que vengan más comunitarios, sobre todo procedentes de los nuevos miembros, polacos, rumanos, etc." apunta Ortega. No obstante, recuerda, exite un tejido laboral sustancial a ese bienestar: "Hay millones de irlandeses trabajando en Reino Unido y eso seguirá así".

Ortega cree que "se pueden firmar tratados bilaterales, de forma pragmática y razonable". Y explica que esta vía "pragmática" será probablemente la elegida: "Ya hay juristas británicos que demandan otras vías alternativas a la aplicación del artículo 50 para facilitar la negociación", señala el investigador el Instituto Elcano. "Y está el precedente de (la salida de) Groenlandia en 1985".

Sin embargo, Bruselas ya ha aguardado suficiente. "Ahora esperamos que el gobierno del reino Unido sea claro y lleve a efecto esta decisión lo antes posible", han exigido este sábado los responsables de Exteriores que representan al corazón de la Unión Europea.

Las portadas del 'Brexit'

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Artículo 50 del Tratado de la Unión Europea

1. Todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión.

2. El Estado miembro que decida retirarse notificará su intención al Consejo Europeo. A la luz de las orientaciones del Consejo Europeo, la Unión negociará y celebrará con ese Estado un acuerdo que establecerá la forma de su retirada, teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión. Este acuerdo se negociará con arreglo al apartado 3 del artículo 218 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El Consejo lo celebrará en nombre de la Unión por mayoría cualificada, previa aprobación del Parlamento Europeo.

3. Los Tratados dejarán de aplicarse al Estado de que se trate a partir de la fecha de entrada en vigor del acuerdo de retirada o, en su defecto, a los dos años de la notificación a que se refiere el apartado 2, salvo si el Consejo Europeo, de acuerdo con dicho Estado, decide por unanimidad prorrogar dicho plazo.

4. A efectos de los apartados 2 y 3, el miembro del Consejo Europeo y del Consejo que represente al Estado miembro que se retire no participará ni en las deliberaciones ni en las decisiones del Consejo Europeo o del Consejo que le afecten.
La mayoría cualificada se definirá de conformidad con la letra b) del apartado 3 del artículo 238 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

5. Si el Estado miembro que se ha retirado de la Unión solicita de nuevo la adhesión, su solicitud se someterá al procedimiento establecido en el artículo 49.