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Michaël Borremans, el artista de artistas al filo de la navaja

  • El CAC Málaga presenta su primera exposición individual en España
  • Es uno de los artistas más cotizados y fundamentales de la pintura actual
  • Fixture recoge 35 pinturas de los últimos 15 años vinculadas con el cine

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Michaël Borremans. Fixture (2008).
Michaël Borremans. Fixture (2008).

"Mi trabajo debe emocionarme, ser un cuchillo en el ojo". Así define su obra el belga Michaël Borremans, un artista clave que está "entre los seis u ocho artistas fundamentales de la pintura mundial actual" y cuya obra podrá ser contemplada por primera vez de forma individual en España el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga desde este viernes hasta el 17 de enero.

"Es un gran acontecimiento que nadie debe perderse porque es uno de los grandes pintores del último siglo", subraya a RTVE.es el director del CAC malagueño, Fernando Francés, que puede presumir de reunir en estos momentos a cuatro artistas del 'top 10' mundial en sus campos en este ya no tan modesto museo a orillas del Mediterráneo: Borremans, D*Face -con la primera exposición en un museo de este artista top del street art-, Ai Weiwei y el videoartista Christian Marclay.

En Fixture se podrán ver 35 pinturas de los últimos 15 años del artista flamenco que tienen como hilo conductor partir de fotografías captadas con anterioridad por Michaël Borremans vinculadas a la experiencia cinematográfica o tomadas de libros, revistas o internet para manipularlas y codificarlas convirtiéndolo en un "usurpador de imágenes", explica Francés sobre esta exposición que se han presentado este viernes junto al pintor.

Un artista que corta

Es la primera vez que se plantea una muestra de Borremans desde este punto de vista, un artista cuyas obras se encuentran entre las más cotizadas del mercado, por encima de los millones de euros, aunque no es un artista popular sino más bien "silencioso" desde el punto de vista mediático. "Es súper conocido en el mundo profesional y en el mercado, pero muy silencioso. Es lo que a algunos gusta definir como un artista para artistas", afirma el director del CAC y comisario de Fixture.

La exposición, cuyo montaje es además original al haberse hecho una instalación con las pinturas, es el resultado de más de dos años de trabajo codo con codo con el artista, al que Francés define como "muy fácil en el trato, muy accesible, divertido y simpático".

Esa simpatía contrasta con la dureza de su obra, que persigue ser ese 'cuchillo en el ojo' y que, para el comisario, provoca una "sensación agridulce". "En una primera mirada hay una sensación de placidez, equilibrio, elegancia, de ternura, incluso, pero cuando te detienes ante la pintura y empiezas a profundizar en los detalles, te das cuenta de que no es tan dulce ni tan amable, sino que hay un trasfondo de lucha interna y una problemática que te transfiere a situaciones nada agradables como la soledad, la tensión, la violencia e incluso la muerte", detalla el director del CAC, que añade que es "un artista que conmueve, que toca temas que están cerca de las tripas" y que son una crítica al absurdo de la condición humana.

"Es un artista que está en el filo de la navaja, y el filo de la navaja te puede cortar solo tocándolo", advierte Francés sobre este artista flamenco de 52 años que se reconoce muy influido por el barroco español, influencias que conviven en su pinturas con toda una cultura urbana. Tomando como punto de partida la fotografía y el cine, sus obras tienen una contaminación permanente de la música o el diseño, a la par que convive la influencia de los grandes artistas de la historia, como puede verse en la exposición que inauguró en verano en Londres, Black Mould, de misteriosos personajes vestidos con túnicas y capirotes.

El pintor trajeado

Como todo genio que se precie, Michaël Borremans, también tiene sus rarezas y manías. Una de las más curiosas, que siempre pinta vestido de traje. El propio artista, que vive y trabaja en Gante, cuenta cómo una vez casualmente entró en el estudio trajeado y alcanzó un grado de concentración máximo alentado en parte por el hecho de tener que esforzarse en no mancharse el traje al pintar.

Para el director del CAC, esa vestimenta es "un uniforme de trabajo" y también una manera de trasladar su imagen mod de músico -Borremans también tiene una banda independiente- al mundo del arte: "Es un mod de las artes visuales".

Y de esta guisa ha ejecutado estas 35 pinturas que pueden verse ya en Málaga, la mayoría de pequeño formato, "pequeñas bombas" como le gusta llamarlas a Borremans, bombas que te explotan en la cara, cuchillos que se te clavan en los ojos.

Michaël Borremans, en el CAC Málaga

Michaël Borremans, en el CAC Málaga

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  • Michaël Borremans, en el CAC Málaga

    Michaël Borremans. 10 and 11 (2006).

  • Michaël Borremans, en el CAC Málaga

    Michaël Borremans. The preservation (2001).