Enlaces accesibilidad

El precio del petróleo cae a niveles de 2009

  • El Brent, de referencia en Europa, se vende por debajo de los 43 dólares el barril
  • El barril de Texas, de referencia en EE.UU., rompe la barrera de los 40 dólares
  • Las grandes petroleras europeas se desploman más de un 7% en la bolsa

Por
Imagen de archivo de un yacimiento petrolífero en Dakota del Norte, Estados Unidos
Imagen de archivo de un yacimiento petrolífero en la localidad de Tioga (Dakota del Norte, Estados Unidos).

El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, ha registrado este lunes su precio más bajo de los últimos seis años. El crudo ha perdido más de un 6% hasta venderse por debajo de los 43 dólares el barril (42,69 dólares tras bajar 2,77 respecto a la última negociación) en el mercado de Londres.

De esta forma, el Brent se sitúa muy cerca de los 39 dólares por barril marcados en enero de 2009, cuando esta materia prima tocaba mínimos tras el fuerte desplome iniciado en septiembre de 2008 con la quiebra de Lehman Brothers.

En el caso del Texas, de referencia en Estados Unidos, y también para entrega en octubre, cotiza este lunes por debajo de la barrera de los 40 dólares (en concreto 38,24), en la que se situó el viernes, tras perder más de un 5%. La última vez que estuvo por debajo de 40 dólares al cierre fue el 24 de febrero de 2009, cuando terminó con un precio de 39,96 dólares.

Los problemas en la economía de China, primer importador mundial, se han sumado en las últimas semanas al exceso de la oferta de crudo, lo que ha provocado un desplome de los precios desde mediados del año pasado.

Con todo, el miedo a que la demanda de crudo de China se desplome es por el momento una conjetura, más que una realidad, dado que en los últimos meses Pekín ha aumentado mes a mes su compra de petróleo. China ha aprovechado los bajos precios para abastecer sus reservas estratégicas de crudo a bajo coste.

"La demanda china es mucho más sólida de lo que la gente parece creer. Quizás se está fijando demasiado la atención en las señales del mercado bursátil", ha asegurado Richard Mallinson, de la firma británica Energy Aspects, a la agencia Efe. "Aún así, si la economía china continúa ralentizándose, al final también lo hará el crecimiento de la demanda de crudo. Es improbable que llegue a retroceder, pero sí que veremos como el crecimiento baja su ritmo", ha resaltado el analista.

Las petroleras se hunden en la bolsa

La caída del crudo ha afectado este lunes a las grandes petroleras europeas, que se han desplomado en bolsa: la anglo-holandesa Shell se ha dejado un 7,72%; la británica BP, un 7,32%; la francesa Total, un 7,89%. Una situación similar es la que han vivido la italiana ENI, que se ha dejado un 7,98% y la portuguesa Galp ha perdido un 7,96%. La única excepción ha sido la noruega Statoil, que ha bajado solo un 2,84%.

Las acciones de la española Repsol han caído un 8,81%, hasta 12,26 euros, la mayor bajada desde octubre de 2008.

Felipe López Gálvez, analista de Self Bank, ha explicado a Efe que el descenso de las petroleras en los mercados se debe, sobre todo, a las dudas sobre la economía china y a las peores expectativas sobre el crecimiento mundial.

Desde el lado de la oferta, los motivos básicos son, en su opinión, la futura vuelta a los mercados de Irán tras el fin de las sanciones y la negativa de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a reducir su producción pese a la caída del precio del petróleo y a las grandes reservas de crudo de Estados Unidos.

Arabia Saudí y sus aliados de la OPEP esperan que un petróleo por debajo de 50 dólares durante demasiados meses consecutivos minará los presupuestos de algunas compañías que extraen petróleo en Estados Unidos y otros países, y servirá a la larga para asegurar la hegemonía de la OPEP en los mercados.

La táctica ha funcionado en parte, y la inversión en extracción y yacimientos en EE.UU. ha sufrido una notable reducción desde principios de año -en Estados Unidos, las compañías dedicadas al fracking ha caído a la mitad-, si bien los efectos de esa situación todavía no se han traducido en la práctica en un descenso de la producción.