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Una nueva técnica sin cables ayuda a combatir los casos de epilepsia más difíciles de tratar

  • Se implantan electrodos de menor tamaño wireless en el córtex
  • Es un método menos invasivo en el que el paciente no está inmovilizado
  • Sirve para identificar el foco cerebral de las convulsiones y tratar al paciente

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Recreación de un cerebro humano.
Recreación de un cerebro humano.

Un nuevo sistema, que están desarrollando investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza, permite localizar la región del cerebro que provoca la epilepsia con gran precisión y elimina molestias para los pacientes.

La técnica, que ha sido probada con éxito con ratones in vivo, consiste en implantar microelectrodos que funcionan sin cables y que transmiten los datos a un dispositivo externo.

El método surge de la tesis doctoral del investigador Gürkan Yilmaz, que ha trabajado junto a otros doctores y científicos del hospital universitario de Berna (Suiza) y mejora la precisión para detectar la fuente cerebral de la epilepsia.

Prueba actual invasiva

Hasta ahora, como ha explicado a RTVE.es el Secretario del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología, Francisco Javier López, ciertos pacientes que no responden a los fármacos antiepilépticos tienen que pasar por unas pruebas que requieren una cirugía craneal en la que se implantan en el córtex unos electrodos que están conectados a una máquina externa.

Y es que alrededor de un 30% de las personas que sufren epilepsia son susceptibles de someterse a esta prueba en la que se busca el foco de los ataques epilépticos para tratarlos, ha indicado López, que ha señalado que es necesario operar para implantar entre siete y 15 electrodos que abarcan "una gran cantidad de tejido".

Después, el paciente tiene que estar conectado físicamente al dispositivo que recoge los datos hasta sufrir entre cuatro o cinco ataques, una situación que puede durar entre un día hasta una semana. En ese tiempo la persona con epilepsia no tiene mucha movilidad, y solo se puede ausentar brevemente para ir al baño después de desconectarse.

Asimismo,  una cámara registra en vídeo todo lo que hace el paciente en la habitación del hospital. "Hace falta saber qué le pasa mientras tiene la crisis y ver la coincidencia con los datos registrados por los electrodos", ha resaltado el médico.

Nuevo método inalámbrico

Con el nuevo método desarrollado en la EPFL, aunque también requiere cirugía, emplea electródos de menos de 100 micrómetros de diámetro, frente a los electrodos de 10 milímetros utilizados en la actualidad. Asimismo, se evita que el paciente permanezca en cuidados intensivos durante la fase prequirúrgica, lo cual reduce el riesgo de infección.

El nuevo sistema diseñado en Suiza funciona con una red de electrodos, un microchip y una antena. Las señales eléctricas se capturan y procesan en una estación de miniaturizada insertada bajo la piel, ha informado la EPFL.

Este minúsculo dispositivo recibe energía desde el exterior por transferencia inalámbrica, específicamente por inducción electromagnética.

La energía recibida permite que el sistema procese una gran cantidad de datos y transfiera los resultados a una unidad externa. Un teléfono móvil podría servir para recibir los datos, sin embargo los investigadores han optado por no usar este sistema por razones de seguridad.

Los siguientes pasos para los investigadores son ajustar el tamaño de los electrodos de manera que puedan medir la actividad de una sola neurona.