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Dilma Rousseff asume su segundo mandato como presidenta de Brasil

  • El acto se ha celebrado en el pleno de la Cámara de Diputados de Brasilia
  • Ha prometido un ajuste fiscal con pocos sacrificios para los más pobres
  • El Partido de los Trabajadores acumulará 16 años al frente del país

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Dilma Rousseff asume su segundo mandato como presidenta de Brasil

La economista Dilma Rousseff ha asumido su segundo mandato de cuatro años como jefa del Estado de Brasil tras ser reelegida en octubre pasado, en un acto celebrado en el pleno de la Cámara de Diputados, en Brasilia.

"Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución; observar las leyes; promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unidad, la integridad y la independencia de Brasil, así lo prometo", ha jurado la gobernante en una sesión solemne encabezada por el presidente del Senado, Renan Calheiros, que también es presidente del Congreso.

El nuevo mandato de la primera mujer en llegar a la Presidencia brasileña elevará a 16 años el período del Partido de los Trabajadores (PT) en el poder en Brasil, tras los ocho años de gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), el padrino político de Rousseff. Tras el juramento de Rousseff, de 67 años, su vicepresidente, Michel Temer, un abogado de 74 años, ha asumido el mismo compromiso.

Segundo mandato

Luego de las fórmulas de rigor en una ceremonia abierta con la interpretación del himno nacional por parte de la Banda de Fusileros Navales, Calheiros ha declarado a Rousseff y a Temer investidos como presidenta y vicepresidente de Brasil, respectivamente, para el período 2015-2018.

La presidenta brasileña ha anunciado que promoverá en su segundo mandato un profundo ajuste fiscal para enderezar la desacelerada economía de Brasil, pero con pocos sacrificios para los más necesitados. "Más que nadie sé que Brasil necesita volver a crecer y los primeros pasos para ello pasan por un ajuste fiscal y un aumento del ahorro público, pero haremos eso con el menor sacrificio posible para la población, en especial para los más necesitados", ha asegurado la gobernante en el discurso que pronunció hoy ante el Congreso tras jurar el cargo.

La jefa de Estado, sin embargo, no ha dado más detalles sobre las medidas que pondrá en marcha a partir de este año para sanear las cuentas públicos y alcanzar un ahorro fiscal que mejore el ambiente para el crecimiento económico.

Rousseff fue reelegida para un segundo mandato en octubre pasado en la campaña más disputada en los últimos años en Brasil y con una ventaja de escasos tres puntos porcentuales sobre el senador Aécio Neves, que prometió liderar una enérgica oposición en los próximos cuatro años.

Tras prestar juramento ante el pleno bicameral y las delegaciones extranjeras, Rousseff se dirigirá al vecino palacio presidencial de Planalto, en donde pronunciará otro discurso, esta vez ante al público concentrado frente a la sede del Gobierno, y posteriormente recibirá el saludo de los jefes de Estado y de Gobierno presentes en la investidura.

Cristina Fernández, ausente en la investidura

La investidura de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reelegida en octubre, ha congregado a varios cientos de simpatizantes en Brasilia, una cifra notablemente inferior a las 30.000 personas esperadas por el oficialista Partido de los Trabajadores. A la ceremonia de investidura asisten los presidentes de Bolivia, Chile, Costa Rica, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como los vicepresidentes de China, Estados Unidos y Argentina -en esa orden los mayores socios comerciales de Brasil- y delegaciones de otros 70 países.

La única presidenta ausente entre los países del Mercosur será la argentina Cristina Fernández, que sufre una fractura en un tobillo y envió en su lugar al vicepresidente, Amado Boudou. En la sede de la Presidencia, también entrarán en funciones los 39 ministros de su nuevo Gabinete, posará para la fotografía oficial de la investidura y se dirigirá al cercano Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se ofrecerá un cóctel, que se pondrá fin a las ceremonias.

En Itamaraty la gobernante tendrá una reunión privada de diez minutos con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otra con la directora general de la Unesco, Irina Bokova.

Desafíos para un segundo mandato

Otros desafíos que esperan a la jefe de Estado en los próximos cuatro años son el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras que puede salpicar a varios de sus alisados y un prometido y duro ajuste fiscal para enderezar la desacelerada economía, que este año tan sólo debe crecer un 0,14 %, según las últimas proyecciones de los economistas.

Según fuentes oficiales, el marco de los planes económicos del nuevo Gobierno lo anunciara este mismo jueves Rousseff durante el discurso que pronunciará en el Congreso tras su juramento.