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EE.UU. cierra definitivamente la cárcel afgana de Bagram, el "otro" Guantánamo

  • El Pentágono anuncia que "ya no hay detenidos en Afganistán"
  • Este centro ha sido escenario de las peores torturas por EE.UU.
  • El cierre se produce un día después de hacerse público el informe de la CIA

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Fotografía de archivo de la cárcel de Bagram, en Afganistán
Fotografía de archivo de la cárcel de Bagram, en Afganistán

Un día después del demoledor informe sobre las "brutales" torturas de la CIA, el departamento de Defensa estadounidense ha anunciado el cierre del centro de detención de Bagram, al norte de Kabul, poniendo fin así a uno de los capítulos más controvertidos de la guerra contra el terror lanzada por el Gobierno de George W. Bush.

El Pentágono ha informado de que los últimos prisioneros que seguían bajo custodia estadounidense han abandonado Bagram, acabando de esta forma con el dominio estadounidense sobre estas instalaciones militares.

Reza al-Nayar, de nacionalidad tunecina, ha sido el último reo de esta prisión y uno de los más antiguos. Fue capturado en mayo de 2002 como sospechoso de servir de guardaespaldas a Osama bin Laden. Su abogada, Tina Foster, ha confirmado que la transferencia de su cliente a las autoridades afganas fue hecha el martes. El nombre de Al-Nayar se encuentra en el informe emitido el martes por la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, en el que se denuncian las torturas y técnicas abusivas de interrogatorio empleadas contra supuestos terroristas.

Bagram, un capítulo negro en la guerra contra el terror

Estados Unidos transfirió a Afganistán el control de Bagram el 25 de marzo de 2013. Desde entonces, adquirió el nombre de Centro de Detención de Parwán y la mayoría de los presos quedaron bajo control afgano, aunque algunos, considerados de gran valor, continuaban en custodia estadounidense.

Bagram es el escenario de algunos de los peores casos de torturas, que incluyeron ataques con perros, acosos sexuales, palizas y amenazas de violación. En 2005, el New York Times informó de la muerte de dos detenidos encadenados al techo de su celda, tras varias sesiones de golpes y palizas. Conocido como “el otro Guantánamo”, el centro de detención llegó a tener hasta 3.000 prisioneros en un limbo legal.

Uno de ellos fue el pakistaní, Kamil Shah, liberado sin juicio tras cinco años detenido. Fue detenido en 2004, cuando tenía 16 años. "Estuve aislado durante 11 meses (...). Ojalá pudiera luchar y defender a todos los pakistaníes inocentes que estuvieron en prisión y fueron torturados", ha afirimado a la agencia Reuters. Es uno de los 2.500 menores que, según la ONU, fueron detenidos por EE.UU. en Afganistán, Irak y Guantánamo desde 2001.

Reacciones al informe de la torturas

Los abusos cometidos en virtud de esa guerra contra el terror islamista están detallados en el informe que la comisión de Inteligencia del Senado hizo público el martes y del que tan sólo se han revelado 500 de las más de 6.000 páginas que lo componen. Ha provocado un fuerte debate interno, reproches de terceros países y entes internacionales, así como de organizaciones defensoras de los derechos humanos, los cuales exigen que se juzgue a los responsables de las torturas de la CIA.

La embajada estadounidense en Kabul ha dicho que el cierre ya estaba acordado y que no se debe a la difusión del polémico informe que, por cierto, ha sido duramente criticado por Dick Cheney.

En una entrevista en la cadena Fox, el exvicepresidente estadounidense dice que el informe está "lleno de mierda" y que la CIA hizo lo que debía. Además, ha rechazado que George W. Bush no supiera el alcance del programa de torturas como sugiere el informe. "Él sabía todo lo que necesitaba saber (...). Estaba totalmente informado", ha señalado.