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La sonda Rosetta aterrizará en la cabeza del cometa en noviembre

  • La llamada 'Zona J' no es plana, pero es la mejor de todo el cometa
  • La ESA ha revelado que la aproximación y aterrizaje no serán fáciles
  • Está previsto que Rosetta estudie la composición y propiedades del cometa 67P

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El 'Punto J' escogido para que la sonda Rosetta aterrice en noviembre.
El 'Punto J' escogido para que la sonda Rosetta aterrice en noviembre.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha anunciado el lugar del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en el que está previsto que se pose la sonda Philae -que lleva adosada Rosetta- el 11 de noviembre para llevar a cabo su misión científica.

Con el nombre de 'Zona J', los expertos de la misión han elegido un lugar en un extremo del cometa que no es totalmente plano y no está exento de riesgos para llevar a cabo las maniobras de aproximación y aterrizaje, pero que ha resultado ser el mejor entre los cinco posibles lugares anunciados a final de agosto.

"En 'J' sabemos que todos los instrumentos podrán operar con total capacidad", ha afirmado el astrofísico de la Universidad Paris-Sud 11, Jean-Pierre Bibring, quien ha destacado la "revolución" que supondrá obtener datos directos de la composición y propiedades de un cometa, necesarios para conocer los orígenes de la Tierra y del Sistema Solar.

La zona de aterrizaje permitirá a los instrumentos operar con total capacidad

La 'Zona J', que se puede ver al detalle en esta imagen en 3D, presenta según los expertos un riesgo "mínimo" para el módulo de aterrizaje y se llevarán a cabo mediciones profundas para caracterizar el núcleo del cometa en ese mismo lugar.

Por su parte, Bibring se ha sincerado durante la presentación que se ha podido seguir por streaming y ha revelado que cuando recibieron hace algunas semanas las primeras fotos del cometa obtenidas por Rosetta temieron, ya que no vieron un lugar claro para que se posara Philae en un primer momento. Sin embargo, las imágenes en alta resolución facilitadas por la cámara Osiris despejaron este temor.

Maniobras de aproximación y aterrizaje

La sonda Rosetta ha estado viajando por el espacio durante diez años con el objetivo de ir aproximándose a su objetivo, el cometa 67P. Para limitar el consumo de energía en su viaje, permaneció en hibernación dos años y medio, hasta 'despertarse' en enero de este año.

Unos siete meses después del exitoso 'despertar', Rosetta alcanzó la órbita de su anhelado cometa y se situó a unos 100 km de él. En la actualidad se halla a 30 kilómetros del objetivo, pero está previsto que esta semana se aproxime diez kilómetros más y en octubre otros diez.

La ESA estudia la trayectoria del descenso y las maniobras de aterrizaje

"Tenemos que validar lo que hemos encontrado y ensayar" las maniobras "críticas", ha manifestado el director de Operaciones Espaciales de la ESA, Andrea Accomazzo, quien ha explicado que están estudiando la trayectoria por la que Rosetta descenderá al cometa y las maniobras de aterrizaje.

El 11 de noviembre está previsto que Philae, una sonda que lleva adosada Rosetta, se enganche al cometa en la 'Zona J' con el objetivo de que Rosetta lleva a cabo su misión científica.

Momento crítico de la misión

Accomazzo ha subrayado que las últimas horas previas al aterrizaje serán cruciales, por la cantidad de decisiones que tendrán que tomar y esta será la "operación más crítica" que hayan hecho en el centro de Operaciones de la ESA "con diferencia".

Rosetta, la operación más crítica de la ESA con diferencia

Los expertos de la ESA han revelado que hay una segunda opción, una 'Zona C' que podría ser la alternativa al lugar inicial escogido para el aterrizaje de Rosetta, aunque "tiene dificultades desde el punto de vista de la dinámica", según ha comentado el director del aterrizaje de la sonda, Stephan Ulamec.

Datos científicos sin precedentes

A juicio del astrofísico Jean-Pierre Bibring, los datos que se obtendrán con la misión Rosetta podrán contestar parte de las incógnitas sobre la diversidad de la Tierra.

"Necesitamos conocer los procesos, composición molecular, materiales, minerales, gases, el agua en sí misma" del cometa 67P para tener más conocimiento del origen de los planetas del Sistema Solar, ha afirmado el investigador francés.

Bibring ha subrayado que dentro de dos meses, con el aterrizaje, se tendrán datos de la estructura interna del cometa y se podrán medir otros parámetros como el campo magnético, la temperatura, la presión de gas y la distribución de polvo, entre otros.

Por otra parte, Rosetta excavará unos 20 centímetros la superficie del cometa para obtener muestras de material que analizarán tres de los 20 instrumentos que transporta la sonda.

Así, se podrá confirmar si su material tiene las mismas características de los bloques que formaron los planetas hace 4.000 millones de años.