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Rafá Zouhier, libre y expulsado de España tras cumplir 10 años de cárcel por el 11M

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Rafa Zouhier, libre y en Marruecos 10 años después del 11-M

El marroquí Rafá Zouhier, condenado a 10 años de cárcel por suministrar los explosivos de los atentados del 11M, ha sido expulsado de España esta madrugada inmediatamente después de salir de la prisión Puerto I (Cádiz) tras cumplir su pena.

Según han informado a Efe fuentes del Ministerio del Interior, Zouhier, que ha salido de la cárcel a la una de la madrugada, fue trasladado por la Policía a Tánger (Marruecos) sobre las 02.30 horas.

El exconfidente de la Guardia Civil abandonó la prisión en un furgón policial que le recogió dentro del recinto penitenciario sobre la una de esta madrugada, una hora después de que quedara extinguida su condena.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ya había señalado el sábado que la voluntad de su departamento era que Rafá Zouhier dejara el territorio nacional tan pronto fuera excarcelado.

Condenado por suministras los explosivos

Zouhier fue condenado en 2007 por la Audiencia Nacional a 10 años de cárcel por suministrar los explosivos a la célula islamista que perpetró los atentados del 11M.

La sentencia dio por probado que Zouhier actuó como intermediario entre  el ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras, que suministró los  explosivos, y Jamal Ahmidan, líder de la célula que perpetró los  atentados, pero le absolvió de cooperación necesaria en los atentados  porque en su labor "era sustituible por otro" y porque el ex confidente  no era la única alternativa de los terroristas.

En el juicio, celebrado entre el 15 de febrero y el 2 de julio de 2007, Zouhier se declaró "superinocente".

Expulsión inmediata

El pasado 22 de enero la Audiencia Nacional acordó el licenciamiento definitivo de Rafá Zouhier y comunicó a la Policía Nacional que, en caso de considerarlo oportuno y procedente, iniciara los trámites pertinentes para su expulsión del territorio nacional, conforme al artículo 57 de la Ley de Extranjería.

Según ese artículo, "constituirá causa de expulsión, previa tramitación del correspondiente expediente, que el extranjero haya sido condenado, dentro o fuera de España, por una conducta dolosa que constituya en nuestro país delito sancionado con pena privativa de libertad superior a un año, salvo que los antecedentes penales hubieran sido cancelados".

La expulsión se topaba con la dificultad de que Zouhier contrajo matrimonio hace unos meses con una mujer española, pero finalmente ha sido expulsado del país.

El abogado de Rafá Zouhier, Antonio Alberca, se ha quejado de que no se le ha permitido visitar este sábado al preso  en la cárcel, tal y como pretendía hacer para asesorarle de cara su  posible expulsión del país y para que firmara "unos documentos  importantes" para su defensa.

En una reciente carta que hizo pública esta misma semana  decía que salía "de la injusta condena con la conciencia superlimpia de  no haber hecho daño a nadie y menos a un pueblo que me ha tratado bien"  y mostraba su confianza en que algún día se sepa "la verdadera verdad"  de los atentados del 11M que causaron la muerte a 191 personas.

Con la excarcelación de Zouhier son ya siete los condenados por el 11-M que han cumplido sus penas por su implicación en la masacre, aunque sólo cuatro se encuentran actualmente en libertad.

Las víctimas, aliviadas por su expulsión

Por su parte, la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT), Mari Mar Blanco, ha expresado, en nombre de las víctimas, el alivio del colectivo por la expulsión de Zouhier.

Según un comunicado de la FVT, las víctimas están satisfechas por la decisión del Ministerio del Interior, ya que el colectivo había solicitado su salida de España.

Fernández Díaz se ha puesto en contacto esta misma mañana con Mari Mar Blanco y con las presidentas de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, y de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, para informarles de esa expulsión.

Mari Mar Blanco ha señalado que había sido solicitada por las propias víctimas y que supone un "alivio ante lo que hubiera representado la presencia de Zouhier en España, tal y como pretendía el condenado" por los atentados.