Enlaces accesibilidad

Lego y Google crean un juego online para construir ciudades virtuales

  • Funciona en todo tipo de ordenadores y dispositivos
  • Los edificios y creaciones se pueden compartir con los amigos en un mapa mundial
  • Google y Lego lo utilizan como plataforma para exhibir sus tecnologías y marcas

Por
Una construcción de Lego en la oficina de Google en Nueva York.
Una construcción de Lego en la oficina de Google en Nueva York.

La última ocurrencia de uno de los grandes de Internet y uno de los fabricantes de juguetes más icónicos de todos los tiempos ya tiene nombre: Build (literalmente: 'Construye’). 

Es un desarrollo entre Google y Lego, tan espectacular como visualmente atractivo, muy en la línea de los entretenimientos que de vez en cuando ofrece Google a sus usuarios, que está haciendo las delicias de los amantes de las piezas de Lego, que desde hace décadas son legión.

Sus desarrolladores dicen que Build es "el mayor juego de piezas Lego del mundo" y -al menos en los mundos virtuales- así es, con 8 billones de piezas disponibles, según han calculado. El escenario son los mapas de Google y el número de jugadores, ubicaciones y piezas tan grande como pueda imaginarse.

Escenario de tecnologías de Google

Todo el montaje es un gran escenario para mostrar las tecnologías de Google, en especial su navegador Chrome, los mapas y -cómo no- su red social Google Plus, aprovechando un entramado que mezcla a los jugadores, los "amigos" de la red social y el fenómeno de las notificaciones e invitaciones del que es difícil escapar. 

Lego no ha dejado escapar la oportunidad y también ha incluido retos y algo de promoción de un largometraje con sus muñecos y construcciones que pronto llegará a las salas de cine.

Cómo jugar con Build

Para jugar a Build solo hace falta una cuenta gratuita de Google y tener instalada la última versión del navegador en el ordenador (Windows, Mac, Linux o Android). 

Tras un pequeño tutorial acerca de cómo se colocan y giran las piezas -muy divertido con una pantalla táctil- el usuario solo tiene que elegir una "parcela" o zona libre en el mapa -usando el callejero de las ciudades de todo el globo- y comenzar a construir. 

Las piezas se pueden apilar, girar o cambiar de color, siempre usando el catálogo 'oficial' de Lego, colores incluidos. Hay incluso una sección llamada Build Academy que sirve de escuela para quienes quieran mejorar su pericia. Cuando el montaje está terminado se 'fija' al mapa y se puede compartir con los amigos de la red social.

 

En los mapas de Build aparecen las construcciones de todos los usuarios que participan en el juego. Además las creaciones de los demás pueden visitarse es una buena forma de inspirarse, recabar ideas y aprender qué tipo de edificios se pueden levantar. Cuando se trasladan a las parcelas se pueden catalogar como edificios, 'dibujos' en 2D, personajes u otras categorías.

Aumentar la comunidad de Google Plus

El otro objetivo con el lanzamiento de este juego es claramente atraer nuevos usuarios a Google Plus,  esa red social de Google que en muchos aspectos y lugares parece un árido desierto inhabitado comparado con Facebook o Twitter. 

Hay todo tipo de facilidades para publicar, y compartir las construcciones de Build dentro de la red social de Google. El juego es especialmente insistente en pedir acceso a la agenda personal, en que "avises a tus amigos" de que estás construyendo en el mundo virtual, de que has acabado un modelo, etc. 

Nada que no sea habitual en los juegos gratuitos, pero con especial insistencia. Cuestión de revisar bien esos avisos para tener claro lo que hacer con los datos personales y sociales a cambio de pasar un rato entretenido. 

Build fue creado originalmente como un experimento por un equipo de Google Australia en colaboración con Lego, para probar las posibilidades de la tecnología gráfica WebGL

La histórica obsesión por las construcciones Lego de los fundadores y trabajadores de Google -sus oficinas están llenas de cajas y cajas de piezas de colores- ha podido por fin verse plasmada en algo más que una idea, con un juego global que, aunque probablemente no competirá con el fenómeno Minecraft, sí que puede encontrar un espacio y un grupo de fans fieles.