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EE.UU. y varias empresas se repartirán la destrucción del arsenal químico sirio

  • Washington toma la decisión tras el rechazo de varios países a hacerse cargo
  • Destruirá las sustancias más peligrosas a bordo de un buque de la marina

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Estados Unidos destruirá a bordo de un buque de la marina las sustancias químicas más peligrosas del arsenal sirio, mientras que la eliminación del resto de productos tóxicos correrá a cargo de empresas privadas, según ha anunciado este sábado la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

La decisión de Washington llega después de que varios países rechazasen hacerse cargo de las armas para llevar a cabo la neutralización en su territorio, y permitirá a priori cumplir con el calendario pactado por la comunidad internacional.

Según el plan aprobado el pasado día 15, las sustancias químicas consideradas prioritarias deben salir de Siria antes de fin de año y eliminarse como muy tarde en marzo de 2014.

Esa labor se llevará a cabo a bordo de un navío estadounidense, que actualmente es preparado para ello y que será verificada por expertos de la OPAQ, avanzó la organización con sede en La Haya en un comunicado.

Las sustancias químicas serán diluidas por hidrólisis hasta niveles más seguros, que las inutilizarán para que no puedan ser utilizadas con fines bélicos.

Otros países declinan hacerse cargo

EE.UU., que ha liderado junto a Rusia el proceso de destrucción del arsenal químico sirio, había tratado de convencer a varios países con experiencia en la gestión de armas químicas para que se hiciesen cargo de las sustancias declaradas por el régimen de Bachar al Asad.

Albania -que tuvo que eliminar en el pasado armas heredadas de la época comunista- admitió haber mantenido conversaciones con Washington, pero finalmente declinó la propuesta tras las manifestaciones en contra por parte de la población.

Otros países también tanteados, como Bélgica y Noruega,  han preferido mientras tanto limitarse a ofrecer apoyo logístico y financiero al proceso.

Así pues, ha sido el Gobierno estadounidense el que ha terminado por hacerse cargo y ha ofrecido a la OPAQ "la tecnología de destrucción, total apoyo operativo y financiación para neutralizar los químicos prioritarios de Siria".

Hasta 35 empresas privadas interesadas

Mientras, el resto de los productos químicos acumulados por el régimen de Damasco serán eliminados por empresas privadas.

La OPAQ explicó que hasta 35 compañías han expresado su interés en el proyecto y ahora serán evaluadas para definir cuáles se ocuparán de las tareas, que incluyen la neutralización de sustancias químicas de uso común en la industria.

"Las compañías que aspiran a participar en el proceso de eliminación deberán cumplir con todas las regulaciones internacionales y nacionales aplicables en cuanto a seguridad y medio ambiente", explicó la OPAQ.

La organización, que ha puesto en marcha un fondo para financiar ese proceso, animó a los países miembros a contribuir económicamente.

"Antes de iniciar cualquier proceso de adjudicación debemos estar seguros de que tendremos los fondos suficientes para afrontar los costes de la destrucción", indicó el director general de la OPAQ, Ahmet Ümzücü.

Plazos para el desarme

El plan de la OPAQ prevé que todas las sustancias químicas -con la excepción del isopropanol- salgan de territorio sirio como muy tarde el 5 de febrero y se neutralicen durante la primera mitad de 2014.

Se calcula que deben tratarse más de 1.000 toneladas de químicos, entre ellos agentes altamente tóxicos como el gas sarín y el gas mostaza.

La eliminación de esas reservas es la segunda y última fase del plan diseñado por la OPAQ para desactivar la amenaza química en poder de Al Asad.

El proceso se puso en marcha en septiembre después de que el régimen aceptase una propuesta negociada por Washington y Moscú con el fin de evitar a última hora una intervención internacional en respuesta al ataque químico registrado el 21 de agosto a las afueras de Damasco.

En primer lugar, expertos de la OPAQ y la ONU se ocuparon de la inspección de instalaciones en suelo sirio y procedieron a inutilizar las plantas de producción y las armas diseñadas para disparar agentes tóxicos.

La segunda fase del plan, considerada como la más delicada, incluye la evacuación de los agentes químicos fuera de Siria y su eliminación rápida y segura.

El objetivo fijado por la OPAQ es que todo el proceso se haya finalizado a mediados del próximo año, un calendario considerado extremadamente ambicioso por los expertos y que, de cumplirse, supondría un importante éxito para la organización, que este año fue reconocida con el premio Nobel de la Paz.