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Amparo Rivelles, referente del cine y el teatro español durante siete décadas

  • Su carrera se inició en 1938 y su última actuación fue en 2006
  • Fue la primera actriz en recibir un Premio Goya
  • Recibió Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y Premio Nacional de Teatro

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Amparo Rivelles, actriz española, fallece a los 88 años

Amparo Rivelles, fallecida este jueves a los 89 años de edad, ha sido una de las actrices más importantes del cine y la escena teatral españoles, ganadora de, entre otros galardones, el Premio Nacional de Teatro y el Premio Goya a la mejor actriz.

Mujer de gran belleza e inconfundible personalidad, Amparo Rivelles nació en Madrid el 11 de febrero de 1925 y fue, por encima de todo, sinónimo de elegancia en su vida y en su profesiónes.

Nieta de los actores José Rivelles y Amparo Guillén, e hija de los también intérpretes Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, Amparo Rivelles era la matriarca de una de las sagas familiares más conocidas del teatro español, hermana de Carlos Larrañaga y tía de los actores Amparo Larrañaga y Luis Merlo.

Rivelles infundía respeto en la profesión y entre los espectadores tras una vida en la que no dejó espacio al cotilleo ni a la especulación y en la que mostró un talento más allá de toda duda. Sus apariciones públicas fueron esporádicas, la última de ellas en septiembre de 2011 cuando recibió un homenaje por parte del Instituto Cervantes en el que toda la profesión le mostró su cariño y admiración.

"La actuación ha sido mi vida. He tenido la suerte de trabajar en lo que me gusta y me divierte, aunque la risa ha sido mi falta. Hoy estoy feliz", decía al comienzo de aquel homenaje, en el que reconoció haberlas "pasado canutas", pero también aseguraba sentirse recompensada por el reconocimiento de sus compañeros.

En aquella ocasión mostró un fino sentido del humor, pocas veces reflejado en los papeles profundos, dramáticos y complejos que había interpretado.

Era uno de los grandes nombres de la escena española, fue la primera en conseguir un Goya, obtuvo los más prestigiosos reconocimientos como actriz: la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1990), el Premio Nacional de Teatro (1996) y la Medalla de Oro al mérito Círculo de Escritores Cinematográficos (2006).

Debut precoz y rápido ascenso a la fama

Debutó en Barcelona a la temprana edad de trece años en la compañía escénica de su madre, María Fernanda Ladrón de Guevara, con la comedia 'Siete Hermanas', de Leandro Navarro. Sólo dos años más tarde, con quince años, hizo su primera aparición en el cine, en la película 'Mari Juana', de Armando Vidal.

Fue una de las actrices más conocidas en el cine español de los años cuarenta, época en la que era conocida como Amparito Rivelles, y en la que protagonizó películas como 'Malvaloca' (1942), uno de sus papeles más recordados.

Alcanzó la fama rápidamente y consiguió un contrato en exclusiva con la productora Cifesa, para la que realizó alguno de sus mejores papeles en los años 40 y 50, convirtiéndose en la gran estrella de los estudios..

Entre sus interpretaciones más elogiadas de su primera etapa están 'Eloisa está debajo del almendro' (1943) y 'La fe' (1947), películas dirigidas por Rafael Gil. De esta época son también sus filmes 'Los ladrones somos gente honrada' (1941), 'Fuenteovejuna' (1947), 'La duquesa de Benamejí' (1949) y 'La Leona de Castilla' (1951).

Su prestigio y fama en Cifesa llegaron a Hollywood, de donde recibió ofertas que nunca fructificaron, aunque sí trabajó con Orson Welles en 'Mister Arkadin' (1954) y con Tulio Demicheli, en 'La herida luminosa' (1957).

Salto al continente americano

A finales de los cincuenta se trasladó a México por razones personales que nunca quiso aclarar y durante casi dos décadas se convirtió en uno de los rostros más conocidos del cine y la televisión mexicanos, donde protagonizó numerosas telenovelas, un género que siempre defendió.

En 1957 viajó a México para interpretar la obra de teatro 'Un cuarto lleno de rosas' y lo que en principio iba a ser una corta estancia se convirtió en un exilio voluntario de más de veinte años.

En México, donde nació su hija María Fernanda, siguió haciendo cine y teatro e irrumpió en la televisión como protagonista de grandes series, aunque al mismo tiempo siguió haciendo otros papeles en España.

A su regreso a España, en 1979, reapareció en la escena teatral con la comedia de Santiago Moncada 'Salvar a los delfines' y después con 'Anillos para una dama', de Antonio Gala.

Galardones y éxito en los ochenta y noventa

Representó en 1982 'El caso de la mujer asesinadita', de Miguel Mihura, con la que obtuvo el premio que lleva el nombre del autor.

Pero si la crítica y sus compañeros de profesión ya estaban rendidos a su pies, la televisión la situó como una de las actrices preferidas del público gracias a la serie 'Los Gozos y las Sombras' (1982), una adaptación de la obra del mismo título de Gonzalo Torrente Ballester, uno de sus papeles más recordados.

Su Doña Mariana y, sobre todo, su feroz enfrentamiento al Cayetano Salgado que interpretaba su hermano Carlos Larrañaga, fue el papel que le dio toda la fama que merecía su desbordante talento.

Junto a Lola Cardona protagonizó 'Hay que deshacer la casa' (1986), de Sebastián Junyent, con la que fue galardonada con el Premio Lope de Vega y con un premio Goya a mejor actriz protagonista por la adaptación cinematográfica de José Luis García Sánchez.

Celebró sus bodas de oro en el teatro en 1988 con 'La Celestina', en una adaptación de Torrente Ballester dirigida por Adolfo Marsillach.

Con la película 'Esquilache' (1989), filme dirigido por Josefina Molina, fue nominada de nuevo a un premio Goya como actriz de reparto.

Junto a Alberto Closas, protagonizó en 1993 'El canto de los cisnes' y dio vida a Paula Raíces en 'La Regenta', de Clarín, realizada para televisión bajo la dirección de Fernando Méndez Leite.

El final de su carrera

En 1999 estrenó 'Los árboles mueren de pie', de Alejandro Casona, con la que recibió homenajes en Cádiz y Santander al coincidir la gira, en 2000, con su sesenta aniversario como actriz.

Interpretó también, de 2001 a 2003, 'Paseando a Miss Daisy', de Alfred Uhry, con la que alcanzó las 60 representaciones en gira por toda España.

Con Nuria Espert representó, entre 2003 a 2004, 'La brisa de la vida', dirigida por Lluis Pascual.

Su última actuación fue con 'La Duda' en 2006 y, cuando se encontraba de gira con esta obra, la suspendió en Murcia, aunque fue en Santander, la ciudad que la vio debutar, donde anunció su adiós a los escenarios.