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Los profesores abren la semana de huelgas en Grecia contra los recortes de la troika

  • La policía ha usado gases lacrimógenos para desalojar a los manifestantes
  • Unos 7.000 funcionarios se han manifestado ante los ministerios en Atenas

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Semana de huelgas en Grecia
Un agente desaloja a una funcionaria que protestaba delante del Ministerio de Reformas Administrativas.

Grecia vive una avalancha de huelgas contra la eliminación de puestos de trabajo en el sector público y otras medidas impuestas por la troika a cambio del rescate.

Maestros y profesores, personal administrativo de las universidades, médicos, abogados, comerciantes, funcionarios de la seguridad social y de las oficinas de empleo se turnarán en las protestas, que, en según qué sectores durarán hasta cinco días consecutivos.

Los primeros en protestar han sido los profesores de instituto, con una manifestación que ha reunido a miles de docentes. Unas 8.000 personas, según la Policía, se han reunido en la entrada de la  Universidad de Atenas y han recorrido desde allí las principales avenidas  de la capital griega hasta llegar al Parlamento.

El 90% del personal laboral ha secundado el paro, según ha explicado a Efe Eleni Zografaki, vicepresidenta de la Federación de Profesores de Colegios Públicos (OLME).

"Nadie esperaba tal participación", ha dicho Zografaki, que ha destacado que en numerosas colegios la adhesión fue completa.

Menor participación en las escuelas privadas

En todo caso, la docente ha reconocido que en los próximos días la participación en la huelga irá bajando, sobre todo por la pérdida de salario de los docentes, a lo que se les descuenta por día entre 75 y 80 euros por día no trabajado. Mientras, en las escuelas privadas la adhesión al paro laboral fue más baja, aunque alta para los estándares de ese sector, con el 50%.

"A pesar de las amenazas de los propietarios de las escuelas, la participación fue alrededor de 50%, la mayor desde hace muchos años", ha destacado Mijalis Kurutós, líder del sindicato de docentes de centros privados.

Por su parte, el ministro de Educación griego ha afirmado que "es lógico que la participación sea importante los primeros días pero no estamos ante una movilización duradera" y ha añadido que no ofrecerán datos oficiales sobre el porcentaje de participación en la huelga.

Las manifestaciones no se han centrado solo en Atenas, sino que se han extendido también a otras ciudades como Salónica y Yannina (ambas en el norte del país) y Janiá (en la isla de Creta).

Además, también los porteros de las escuelas públicas se han manifestado para protestar contra posibles despidos. Unos 300 se han enfrentado a la policía ateniense en una manifestación ante el Ministerio de Reforma Administrativa.

Seguimiento desigual del paro de las pequeñas empresas

Mientras, el llamamiento de la Confederación de Pequeñas Empresas de Grecia (GSEVEE) a un cierre de 24 horas de las tiendas en todo el país ha tenido un seguimiento desigual. "La participación fue alta en la periferia, pero en Atenas fue casi inexistente", ha dicho el presidente de GSEVEE, Yorgos Kavazás.

Los miembros de la GSEVEE protestan contra las amenazas de confiscaciones de bienes a los pequeños empresarios que tienen sus aportes a la seguridad social OAEE atrasados en varios meses.

Mañana se suman a la huelga los médicos de los hospitales públicos, que han convocado un paro laboral de tres días, al igual que los abogados de Atenas. Para el miércoles y el jueves próximos la Confederación Nacional de  Funcionarios (ADEDY), una de las dos grandes unidades sindicales del país, ha convocado una huelga de 48 horas para todos los sectores de la función pública.

Por su parte, la confederación opositora en torno a la izquierda radical SYRIZA había instado durante el fin de semana a los ciudadanos a derrumbar con la serie de huelgas el gobierno de coalición de democristianos y socialistas.

Contra la movilidad laboral y los despidos

Las protestas se dirigen mayoritariamente contra el compromiso del Gobierno con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) de colocar a 12.500 funcionarios hasta finales de mes y a otros tantos hasta finales de año en el llamado esquema de la movilidad laboral.

Este modelo prevé el traslado forzoso o despido de los afectados en un plazo de ocho meses después de haber recibido la orden. Durante ese periodo el trabajador afectado percibe el 75% de su salario, pero puede ser trasladado a cualquier otro puesto en el que haya vacantes o bien ser despedido si al término de los ocho meses no se le encuentra utilidad.

No a la disponibilidad, los despidos y la movilidad obligatoria

En la puerta de un instituto en el centro de Atenas, un cartel reza: "No a la disponibilidad, los despidos y a la movilidad obligatoria". Los funcionarios ahora se ven relevados de sus funciones y deben aceptar otro destino, durante los ocho meses de disponibilidad solo reciben el 75% de su salario.

Por ahora no hay cifras de cuántos empleados públicos acabarán perdiendo definitivamente su trabajo, pero el ministro de la Reforma Administrativa, Kiriakos Mitsotakis, ha reconocido que habrá muchos que no podrán ser recolocados.