Enlaces accesibilidad
Accidente de tren en Santiago

Un viajero del accidente de tren de Santiago destaca que era "muy difícil sacar a la gente"

  • "Vimos una polvareda enorme y uno de los vagones estaba ya incendiado"
  • Dos jóvenes de 25 y 30 años fueron de los primeros en atender a las víctimas

Por
Testigos del accidente: "Escuchamos un ruido como nunca"

Teléfonos para atender a los familiares

Familiares: 981.55.11.00

Renfe: 900.101.660 / 900.444.222

Cruz Roja: 981.58.69.69

Policía Local: 981.51.23.23

Un viajero del primer vagón del tren descarrilado en Santiago, el guardia civil Óscar Mateos, ha explicado que tras el accidente del Alvia que hacía el trayecto entre Madrid y O Ferrol y que volcó "era muy difícil sacar a la gente" porque "había cientos por el medio" y otros efectos.

Mateos ha explicado, en declaraciones a los medios a las puertas del servicio de Urgencias del Hospital Clínico, que él viajaba en el primer vagón tras la máquina con un amigo y ambos se encuentran bien tras ser atendidos por "rasguños".

"He tenido suerte", ha subrayado este guardia civil de Cáceres, que ha indicado que en su vagón se registraron "dos fallecidos" y "había gente con piernas y brazos rotos".

Este viajero, que se subió en el tren en Puebla de Sanabria, ha manifestado que el vagón "iba a tope" y que en el momento del accidente "volcó de lado".

Según ha dicho, él se quedó hasta que consiguieron sacar a todos los viajeros del lugar. Además, ha resaltado que los servicios de Emergencia llegaron al punto del siniestro "en cinco o diez minutos".

Hasta el servicio de urgencias se han acercado numerosos familiares, como una mujer que ha explicado que su marido, que viajaba desde Madrid en el tren, iba en el vagón seis y ha sido ingresado en el Hospital Clínico. Mientras, otras personas desconocían la situación de sus familiares y estaban a la espera de tener noticias.

Horas sin información de los familiares

En El día menos pensado han ido recogiendo testimonios de familiares que buscan a sus parientes que iban en el tren accidentado. Una mujer que busca a su hermano manifestaba su impotencia al no tener ningún tipo de información: "Llevamos toda la noche llamando a todos los hospitales de Galicia a todos los números que daban y nadie nos dice absolutamente nada (...). Sé que es una labor muy difícil, pero tienen que entender que llevamos 12 horas esperando".

Un familiar: No es que mi padre haya fallecido o no, es que no sé nada

Por su parte, un hombre que no puede localizar a su padre desaparecido ha afirmado: "No te dicen nada desde las nueve de la noche en que ocurrió el accidente, si está vivo, si está muerto... A mi padre lo tengo ahora mismo desaparecido. (...) Estamos intentando localizar a mi padre que no coge el teléfono. (...) no es que haya fallecido o no, es que no sé nada".

Los familiares están siendo acompañados en todo momento por un equipo de psicólogos. Una de ellas ha contado a RNE cómo están discurriendo las horas inmediatas al accidente ferroviario, en el que ofrecen "acogimiento, escucha y acompañamiento en todo momento". "Y esperar, no cabe hacer otra cosa. Darles cariño y apoyo", ha rematado.

Los primeros en llegar

Otros testigos de lo sucedido y de los primeros en llegar a socorrer a las víctimas fueron Abel Rivas e Iván Ramos, dos jóvenes vecinos del lugar donde esta tarde se produjo un accidente. Ambos jóvenes, de entre 25 y 30 años, han dicho sentirse "muy impactados" y han afirmado que habían presenciado escenas como nunca habían visto.

"Escuchamos un ruido tremendo, enorme, como nunca. Bajamos y ya vimos el convoy separado en dos trozos", han explicado en declaraciones a Efe.

"Estamos muy impactados, es inexplicable", han dicho.

Iván y Abel se encontraban en casa a escasos metros de las vías cuando se produjo el accidente del tren en el que viajaban 218 pasajeros. "Vimos una polvareda enorme y uno de los vagones estaba ya incendiado", han dicho, e indicaron que han visto a "gente demacrada sacando niños".

Una vez en el lugar del accidente los dos jóvenes voluntarios narraron que comenzaron a sacar a los heridos y a trasladarlos hasta el puesto avanzado que el servicios de urgencias 061 instalaron en las proximidades. Según su versión, las personas que viajaban en el vagón que quedó sobre el terraplén han sido las peor paradas.

Ninguno de los dos jóvenes dice ser capaz de indicar a qué velocidad podía circular el tren en el momento del accidente, pero no descartan que pudiese ir "un poco rápido".

Alberto Cebreiro es otro de los testigos que llegó al lugar de los hechos poco después del accidente y ayudó a las víctimas. "Se sintió un fuerte golpe y una columna de humo y ya vimos que era el tren. Cuando llegamos la última máquina empezó a arder", ha explicado a TVE.

El hombre dice que fue el tercero en bajar a las vías para ayudar a la gente y que socorrió a una mujer de unos 50 años que se encontraba en el segundo vagón.

Hablan de velocidad habitual

Esta opinión contrasta con la de otros vecinos de la zona, quienes indicaron que el tren se desplazaba a la velocidad habitual para hacer su entrada en la estación de Santiago.

Otro vecino de la zona, de nombre José Luis, atendió a dos vecinos de Valladolid que viajaban en el tren y ha explicado que los propios pasajeros del tren fueron los primeros en prestar auxilio.

Testigos presenciales explicaron que uno de los vagones del tren voló por los aires y se elevó más de seis metros hasta impactar con el palco de la música existente en el lugar, el cual destrozó.

El despliegue de efectivos en el lugar del accidente es enorme, con numerosas ambulancias, vehículos de bomberos y de policía. El accidente también ha congregado a numerosos curiosos en el lugar del accidente y los accesos a la zona han quedado colapsados.

Ejemplar colaboración médica

La policía ha acordonado la zona y se ha visto obligada en varias ocasiones a obligar a los curiosos a alejarse del lugar del accidente. En el Hospital Clínico de Santiago a donde han sido trasladados la mayoría de los heridos se han reforzado los servicios médicos.

Un médico del centro sanitario explicó que la colaboración de los facultativos es ejemplar y que muchos de ellos se han acercado al Clínico para colaborar en la atención a las víctimas.

Asimismo, se hizo un llamamiento para que la gente acudiera a donar sangre al Centro de Transfusión situado en el campus universitario de Santiago de Compostela.

En el lugar de la zona, en Angrois, a escasos kilómetros de la capital gallega, las ambulancias y los servicios de emergencia han estado trabajado con luz artificial durante la noche. Santiago de Compostela y toda Galicia, que se preparaban para la fiesta del día de su patrón, ha suspendido sus festejos y la plaza del Obradoiro, que se preparaba para su tradicional espectáculo pirotécnico, suspendió el acto de los fuegos del Apóstol.