Enlaces accesibilidad

Associated Press acusa al Departamento de Justicia EE.UU. de espiar a sus periodistas

  • Espiaron durante dos meses en 2012 las llamadas salientes de la agencia
  • El objetivo era descubrir al topo que filtraba información clasificada de la CIA
  • La Casa Blanca sale al paso y dice que no está involucrada

Por
ASSOCIATED PRESS
Un hombre mira su teléfono móvil a las afueras de las oficinas de Associated Press en Nueva York

La agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) ha denunciado un "intrusismo sin precedentes" por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos que,  durante dos meses y de manera secreta, grabó conversaciones telefónicas de sus reporteros, pinchó las líneas oficinas de Nueva York, Washington y Hartford (Connecticut) y almacenó las conversaciones para descubrir si una fuente de la Administración filtró información sobre una operación de la CIA en Yemen.

"Estos registros revelan potenciales comunicaciones con fuentes confidenciales a lo largo de un periodo de dos meses en todas las actividades de recopilación de información llevadas a cabo por AP", ha indicado Gary Pruitt, consejero delegado de la primera agencia de noticias de EE.UU. en una misiva.

De acuerdo con la agencia, los investigadores federales recopilaron información de al menos 20 de sus líneas telefónicas de "más de 100 periodistas" entre abril y mayo de 2012 sobre las llamadas salientes de sus oficinas. Se desconoce si también se registró la duración de las llamadas y los números entrantes.

Ha sido el propio Departamento de Justicia el que ha informado acerca de  esos 'pinchazos', en una carta remitida el viernes por el fiscal  general (cargo equivalente al de secretario de Justicia) al presidente y  consejero delegado de AP, Gary Pruitt. El espionaje se habría realizado en el marco de un mandato judicial para investigar presuntas revelaciones de información gubernamental clasificada.

El Departamento de Justicia no ha explicado en su carta a Pruitt las  razones de su actuación, aunque al parecer el objetivo era descubrir a una fuente dentro de la Administración que había filtrado a la agencia AP información sobre las actividades antiterroristas de EE.UU. en Yemen. En concreto, información sobre un complot terrorista frustrado en Yemen el año pasado. Un artículo de la agencia publicado en abril de 2012 aportaba detalles de una operación de la CIA en  Yemen, que detuvo una operación de Al Qaeda  para detonar una bomba en un  avión de pasajeros con destino a Estados Unidos.

La Casa Blanca sale al paso

Republicanos y demócratas han mostrado su indignación por el caso. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha salido rapidamente al paso y ha emitido un comunicado afirmando que la Casa Blanca "no está involucrada en ninguna decisión tomada en relación con investigaciones criminales, ya que esas cuestiones son manejadas de manera independiente por el Departamento de Justicia".

Sin embargo, el congresista republicano por California Darrell Issa, presidente de comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, criticó a la Administración del presidente Barack Obama por las revelaciones de la agencia de noticias.

"Los estadounidenses deberían tomar nota de que los funcionarios de alto nivel de la Administración Obama se ven a sí mismos por encima de la ley y están envalentonados por la creencia de que no tienen que responder ante nadie", aseguró Issa en un comunicado.

Los profesionales de la prensa condenan el espionaje

La prensa y sus profesionales de EE.UU. han condenado la actuación del Departamento de Justicia, al que acusan de haber atentado contra la libertad de prensa.

"Esas acciones (del Departamento de Justicia) estremecen la  conciencia estadounidense y violan la imprescindible libertad de la  prensa que está protegida por la Constitución" del país, ha afirmado la  presidenta de la Newspaper Association of  America (NAA), Caroline Little, en un comunicado.

En términos parecidos se expresó el sindicato The Newspaper Guild,  agrupación de periodistas estadounidense. "La recopilación de estos registros (telefónicos) es espantosa y supone  un atentado directo contra los periodistas", ha afirmado el comunicado de  este gremio.

"El Departamento de Justicia tiene que detener semejantes  investigaciones. La capacidad de los periodistas de cultivar y proteger  sus fuentes es clave para mantener a la sociedad informada sobre las  cuestiones de afectan a la vida de la gente", continúa.

El comunicado del Guild agrega que "no hay justificación ni explicación  posible para esa investigación desmesurada. Parece que los funcionarios  están tergiversando las leyes dirigidas a salvaguardar la seguridad  pública como mecanismo para acallar a aquellos que se preocupan por el  derecho de la sociedad de estar informada".

El caso tiene lugar tras la polémica por las irregularidades del servicio de Hacienda al acentuar sus inspecciones sobre grupos conservadores dentro del examen realizado a las organizaciones que solicitan una exención de impuestos.