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La cápsula de carga Cygnus, a un lanzamiento de entrar en servicio

  • Salvo por la carga simulada el lanzamiento fue real en todos los aspectos
  • El primer lanzamiento real podría producirse en junio
  • Será la segunda empresa privada que lleve suministros a la ISS

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Despegue del Antares con la Cygnus simulada a bordo
Despegue del Antares con la Cygnus simulada a bordo

Tras un par de aplazamientos debido a las malas condiciones meteorológicas y otro debido a la desconexión prematura de uno de los umbilicales que lo unen con los sistemas de apoyo, al final el primer cohete Antares de Orbital Sciences despegaba a las 21:00 UTC del 21 de abril de 2013 del Mid-Atlantic Regional Spaceport en Virginia.

A bordo iban un simulador de la cápsula Cygnucuatro Cubesats, que eran la carga útil de este lanzamiento.

Colocar el simulador en órbita era el principal objetivo de la misión, pues Orbital Sciences tiene un contrato con la NASA para realizar ocho lanzamientos de carga a la Estación Espacial Internacional (ISS) usando estas cápsulas, que son similares a las Dragon de SpaceX.

En este sentido la misión cumplió con su objetivo, aunque en lugar de insertarlo en una órbita de 250×303 kilómetros y 51,64 grados de inclinación como estaba previsto, la órbita final fue de 237×258 kilómetros y 51,61 grados de inclinaciónOrbital Successfully Launches First Antares Rocket.

Esto tampoco debería suponer un problema grave, ya que gracias a los motores que montan las Cygnus reales probablemente se habría podido corregir el error.

De hecho, aunque todavía hay que analizar los datos obtenidos por la multitud de sensores que iban a bordo del simulador, Orbital Sciences ya está preparando la primera Cygnus real para su lanzamiento con destino a la Estación Espacial Internacional, algo que podría ocurrir a mediados de junio.

Si esa misión va según lo previsto la combinación Antares/Cygnus quedaría certificada para comenzar ya sus misiones regulares a la ISS, lo que además significaría el arranque de una cierta competencia en este campo entre la proia Orbital Sciences y SpaceX, la fabricante de las Dragon, aún cuando ambas empresas hayan contado con generosas subvenciones por parte de la NASA para desarrollar sus naves.

Satélites low cost 

En cuanto a los Cubesats, los Phonesats 1a, 1b y 2 tenían como objetivo demostrar la viabilidad de usar teléfonos inteligentes como sistemas de control de un satélite, y de hecho los 1a y 1b montaban sendos HTC Nexus One, mientras que el 2 montaba un Samsung Nexus S.

Los dos primeros costaron unos 3.500 dólares cada uno, mientras que el tercero salió por unos 8.000 dólares, aunque esto es debido a que incorpora sistemas más complejos que permiten el envío de comandos desde tierra, cosa que los otros dos no aceptan.

El Dove-1, por su parte, es un CubeSat de tres unidades que usa componentes comerciales en su construcción, de nuevo con el objetivo de demostrar que son viables para una misión de este tipo.