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La yihad encuentra su hueco en la guerra de Siria

  • Desde finales de 2011, la presencia de grupos yihadistas se ha multiplicado
  • Yabat Al Nusra y el Frente Islámico Sirio son los más significativos
  • Se encuentran especialmente en las zonas fronterizas con Turquía e Iraq

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Pese a las grandes expectativas puestas por la oposición siria en el exilio en la conferencia de “países amigos de Siria”, Estados Unidos no parece dispuesto a facilitar abiertamente armamento a los rebeldes. El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, anunció tras la cumbre que la ayuda de Washington a los rebeldes (60 millones de dólares) sería solo para material ‘no letal’. 

Quizás Obama y su gobierno no confíen en que esas armas no caigan en manos de los cada vez más numerosos grupos yihadistas que en muchas ocasiones lideran los ataques rebeldes.

Dos años después de que se iniciaran las revueltas, la presencia entre los rebeldes  de grupos islamistas y salafistas se ha disparado. Sus ataques son audaces y sofisticados y, en ocasiones, los más efectivos.

“Son los mejores luchadores, y probablemente los más organizados”, comentó al Wall Street Journal  una fuente diplomática que prefería guardar el anonimato. Algunos de los mayores ataques, como la conquista de una base militar en Idlib -la más importante del norte de Siria- o la de Jarrah en el norte de Alepo, fueron operaciones llevadas a cabo por los grupos salafistas.

Aumento de la presencia salafista en el bando rebelde

Tal y como ocurriera en Iraq hace unos años, la guerra en Siria se ha convertido en un reclamo para los yihadistas de otros países. Presentes desde el comienzo del conflicto, los distintos grupos comenzaron a cobrar fuerza a finales de 2011 con la llegada de combatientes extranjeros, la mayoría ligados a distintas ramas de Al Qaeda. Según un informe del Washington Institute, en ellos militan yihadistas de más de 16 nacionalidades, entre los que destacan libios, saudíes, egipcios y chechenos.

“El conflicto sirio lleva camino de ser tan grande, si no más grande, de lo que fue Afganistán en los años 80 en términos de movilización de milicianos yihadistas”, comentó al Wall Street Journal el analista del Washington Institute, Aaron Zelin. De hecho, más de 20 grupos islamistas se han dado a conocer en distintas áreas del país.

La mayoría son minoritarios pero hay dos grandes movimientos que lideran la movilización salafista: El Frente Yabat Al Nusra y la coalición Frente Islámico Sirio.

Yabat Al Nusra, la vanguardia yihadista en Siria

“Usamos el mismo lenguaje que Al Qaeda, la misma terminología, y ambos hablamos árabe. Pero no hay una conexión directa. Nosotros somos sirios”, comentaba en una entrevista a la BBC el que se proclama Emir de la organización, Abu Lokman. Puede que sea así, pero numerosos informes de inteligencia de distintos países no tienen duda de que buena parte de sus milicianos están o han estado ligados a la organización de Ayman Al Zawahiri.

La primera aparición de Yabat Al Nusra fue en enero de 2012. Once meses después, en diciembre, Estados Unidos ya los incluyó en la lista de “organizaciones terroristas”. Se han responsabilizado de 35 atentados en el país, entre ellos, el de Damasco de  mayo de 2012, en el que murieron 55 personas. Algunos testigos los describen como los combatientes más duros en la batalla.

“Saben lo que hacen y son muy disciplinados. Son como una fuerza especial en Alepo”, comentaba un miliciano del Ejército Libre Sirio al US Today. “Siempre luchan en primera línea del frente porque buscan el martirio” añadía Thomas Pierret, investigador de la Universidad de Edimburgo.

Según Aaron Zelin, la mayoría de las afiliaciones de yihadistas extranjeros son a Yabat al Nusra pero, paradójicamente, no hay muchos iraquíes entre ellos. Su presencia se encuentra en casi todos los escenarios más virulentos de la guerra, especialmente Alepo, Damasco o Deir ez Zor. Actualmente, su presencia es especialmente fuerte entre las zonas fronterizas con Turquía e Iraq.

Yabhat Al Nusra también “utiliza” el trabajo social para captar adeptos, una táctica ya empleada por los Hermanos Musulmanes desde principios de siglo XX. Según el Wall Street Journal, la organización salafista ha creado un hospital de campaña en Alepo y ha tejido una amplia red asistencial en las poblaciones más castigadas por la guerra.

La coalición Frente Islámico Sirio

En diciembre de 2012 se reunían  en el pueblo turco de Antalya las ramas militares de la oposición moderada siria para crear un mando militar conjunto. Mientras, algo más al sur, en la provincia de Hatay, decenas de grupos salafistas hacía lo mismo para organizarse. Allí nació el Frente Islámico Sirio, la otra gran agrupación yihadista que opera en el país árabe.

La coalición agrupa a  más de 11 organizaciones, las más representativas: Ahrar al-Sham,  las Brigas Al-Haqq de Homs , El movimiento islámico Al-Fajr de Alepo, Ansar Al-Sham de Latakia,  Jaysh Al-Tawhid de Deir ez Zor y las brigadas  Hamza ibn 'Abd al-Muttalib de Damasco.

Como Yabat Al Nusra, combaten al lado del secular Ejército Libre Sirio y sus milicianos son muy disciplinados. Según el Washington Institute, en sus filas hay combatientes jordanos, libios, tunecinos y chechenos, y muchos han luchado en Afganistán, Chechenia, Bosnia o Libia. Ambos grupos tiene un proyecto político para la Siria post Asad, con el Islam como sistema absoluto y la Sharía como ley; en algunas zonas bajo su control ya han empezado a imponer sus normas.

De momento, los combatientes laicos del ELS combaten codo con codo con ellos contra un enemigo común. Pero muchos son conscientes de que quizá dentro de un tiempo, los ahora aliados pueden representar un gran problema. “No podemos abrir dos frentes”, comenta un miliciano. “Cuando terminemos con el régimen nos tocará enfrentarnos con ellos, porque nos consideran infieles”.