Enlaces accesibilidad

Roban 350 millones de euros en diamantes y oro en un atraco en el aeropuerto de Bruselas

  • Es el cuarto robo de estas características en el aeropuerto en 18 meses
  • Los ocho ladrones iban fuertemente armados, pero no han disparado

Por
Robo en Bruselas de diamantes y joyas por valor de 350 millones de euros

Diez minutos han bastado a un grupo de atracadores fuertemente armados para robar oro y diamantes que se estaban cargando en un avión en el Aeropuerto de Bruselas. Aunque aún no se ha comunicado de forma oficial el valor del botín robado, la prensa belga calcula que podría rondar los 350 millones de euros, 37 de esos millones, en diamantes sin tallar procedentes de Amberes.

Este es el cuarto atraco de estas características que se produce en el Aeropuerto Zaventem en los últimos 18 meses, según destacan los medios de comunicación de Bélgica. El diario La libre Belgique recuerda además que un responsable de la policía belga denunció hace un mes los fallos de seguridad del aeródromo bruselense.

Según ha confirmado el propio aeropuerto, los atracadores "atravesaron las vallas" de la pista del aeropuerto con dos vehículos, poco antes de las ocho de la tarde del lunes. Uno de los vehículos era una furgoneta Mercedes y otro, un monovolumen Audi camuflado como un coche policial.

Los ocho ladrones llevaban modernas armas automáticas y penetraron hasta el lugar de la pista donde los empleados de una empresa de transportes de seguridad acababan de cargar el valioso envío en un avión de Swiss Air con destino a Zúrich.

Sin disparar ni un solo tiro ni causar ni un solo herido, obligaron a los operarios a descargar las sacas y, pocos minutos después, huyeron por el mismo lugar por el que habían entrado. Poco después, se encontró la furgoneta quemada en la carretera que lleva a Bruselas.

El Centro Mundial de Diamantes de Amberes (AWDC) ha estimado en 37 millones de euros el valor del cargamento robado, compuesto por gemas sin tallar,  según la portavoz de ese organismo. Las piedras preciosas procedían de Amberes, la capital mundial de los diamantes, y -al contrario que el oro- pueden ser muy difíciles de vender en el mercado negro, según los expertos.