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Cuba vuelve a la escena internacional tras asumir la presidencia de la Celac

  • Algunos gobiernos lo califican como una victoria sin precedentes
  • Ecuador lo tilda de "reparación histórica" tras el embargo de EE.UU.
  • La ausencia clave ha sido la del mandatario venezolano, Hugo Chávez

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Cuba asume la presidencia de la Celac

Cuba ha asumido como un hito en su historia diplomática la presidencia temporal de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), ya que este organismo, con sólo un año de vida, congrega a todas las naciones de América, excepto Estados Unidos y Canadá.

El presidente cubano, Raúl Castro, ha recibido de manos del mandatario chileno, Sebastián Piñera, la dirección del organismo, formado por 33 países y en cuya génesis y consolidación tuvo un papel destacado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ausente de esta cumbre de la Celac por enfermedad.

Tras considerar "un gran honor" este encargo, Castro ha comentado que lo siente como "un reconocimiento a la abnegada lucha del pueblo cubano" y que asume su labor "con el propósito de contribuir al máximo al primer organismo de integración y concertación latinoamericano".

Raúl Castro lo siente como un reconocimiento a la abnegada lucha del pueblo cubano

Esta designación para dirigir la Celac fue calificada por algunos gobiernos como una victoria de Cuba sin precedentes desde 1961, cuando Fidel Castro asumió el poder tras la Revolución que acabó con la dictadura de Fulgencio Batista.

"Es un acto de justicia luego de más de 50 años de resistencia al criminal bloqueo imperial. América Latina y el Caribe le están diciendo a Estados Unidos con una sola voz que todos los intentos por aislar a Cuba han fracasado y fracasarán", ha escrito desde la propia Cuba el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en una misiva que leyó ante la cumbre de Santiago de Chile su vicepresidente, Nicolás Maduro.

En términos similares se expresó el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, quien calificó el hecho como "una reparación histórica", en alusión al embargo económico a Cuba por parte de EEUU.

"Una patria grande"

En general, los representantes de 32 países de la Celac, todos a excepción de Paraguay, que no asistió a la cumbre, expresaron a Cuba sus mejores deseos en su gestión. Este bloque regional nació en diciembre de 2011 en Caracas, a instancias del Gobierno de Chávez y busca que todos los latinoamericanos y caribeños hablen con una sola voz.

Así quedó demostrado el fin de semana en la I Cumbre Celac-Unión Europea, donde el nuevo grupo recibió elogios y muestras de respeto por los europeos, pese a las discrepancias de muchos países frente a Cuba, porque su régimen político no es democrático. La cumbre se clausuró en Santiago con una ausencia clave, Chávez, que prosigue su convalecencia en La Habana tras su última operación de cáncer.

Pero en la carta que envió,  Chávez resaltó: "Gracias a Celac ya nos vamos pareciendo a todo lo que una vez fuimos, y que quisimos ser pero nos fue arrebatado; nos vamos pareciendo a la Pacha Mama, a la madre de las repúblicas, al espíritu de la unidad".

"Tengo toda la convicción de que o hacemos una patria grande o no habrá patria para nadie en estas tierras", agregó.

O hacemos una patria grande o no habrá patria para nadie en estas tierras

Esa lectura fue seguida con un aplauso por los asistentes, quienes procedieron después con sus intervenciones, cargadas de mensajes positivos hacia la integración pero en las que también se escucharon desacuerdos, litigios y problemas.

El presidente de Uruguay, José Mujica, manifestó que Latinoamérica está empezando a ser dueña de sus decisiones y dejando atrás la hegemonía que ejercía "el patrón del Norte" (Estados Unidos).

"Antes no podíamos ni sentarnos juntos y ahora estamos dispuestos a cargar cada uno con la mochila de nuestras diferencias", ha apuntado.

La sucesión de buenas palabras contrastó con los problemas, ya que esta cumbre se terminó convirtiendo en un foco de discusión entre los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Chile,  Sebastián Piñera, por la exigencia boliviana de una salida al mar, perdida en una guerra con la nación vecina a finales del siglo XIX.