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Malala se recupera en Reino Unido y ya puede ponerse en pie

  • La niña paquistaní agredida por los talibanes "progresa muy bien"
  • Se comunica con el equipo médico con notas escritas

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Malala Yousufzai, en el hospital Queen Elizabeth en Birmingham, donde "progresa muy bien" de sus heridas.
Malala Yousufzai, en el hospital Queen Elizabeth en Birmingham, donde "progresa muy bien" de sus heridas.

La joven activista paquistaní Malala Yousafzai, atacada por integristas talibanes por defender la educación femenina, "progresa" y ha podido levantarse de la cama en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham (centro de Inglaterra) donde sigue ingresada.

Pese a que no puede hablar por la traqueotomía que se le practicó, el director del hospital, Dave Rosser, ha afirmado que la niña, de 14 años y que recibió un balazo en la cabeza, se comunica con el equipo médico con notas escritas y ha adelantado que podrá recuperarse "prácticamente por completo".

"No tenemos ninguna razón para creer que no podrá hablar una vez se le retire el tubo en unas pocas semanas", ha indicado Rosser, quien ha comentado que la niña ya se ha puesto de pie con ayuda del personal del hospital.

Aunque "todavía no está fuera de peligro", la joven paquistaní "progresa muy bien" y podrá "recuperarse prácticamente por completo", según Rosser, si bien hasta dentro de al menos dos semanas no recibirá cirugía reconstructiva.

Malala, defensora de la educación de las niñas en su país, fue trasladada el pasado lunes al Reino Unido después de que resultase herida la semana pasada cuando fue tiroteada en su región natal, en Swat (norte de Pakistán).

Al borde de la muerte

El director del centro hospitalario de Birmingham ha explicado que la la bala, que le dejó malherida, entró justo por encima de la parte posterior de su ojo izquierdo.

"La bala pasó por el lateral izquierdo de su mandíbula, dañando el punto donde se une con el cráneo, atravesó el cuello y quedó incrustada en los tejidos que quedan por encima del omóplato", ha precisado.

Rosser ha añadido que la bala rozó el borde del cerebro de Malala y que, si se hubiera desviado unos cinco centímetros más al centro, la herida hubiera sido mortal, "casi con seguridad".

La familia de la niña permanece en Pakistán, según un comunicado del hospital remitido este viernes y que se hace eco de más de los 2.300 mensajes de apoyo que ha recibido Malala después de que fuera disparada hace diez días.

La joven paquistaní recibió el año pasado el Premio Nacional de la Paz por su defensa de los derechos humanos frente a los ataques de los integristas talibanes que dominaron el valle del Swat hasta una ofensiva militar de 2009.