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Carlos Giménez: "Pepe González era el mejor en todo lo que hacía"

  • El autor de 'Paracuellos' ha narrado la vida de Pepe González en viñetas
  • Una idea que tuvo cuando vió la escasa repercusión de su muerte en las noticias

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Viñeta de 'Pepe', de Carlos Giménez
Viñeta de 'Pepe', de Carlos Giménez

Carlos Giménez (Madrid, 1941)

Uno de los autores españoles de cómics más influyentes en la historia del medio. Con obras como Paracuellos, Barrio, Los Profesionales o 36-39. Malos tiempos, ha confeccionado un profundo retrato social y político de nuestro país, que abarca desde la Guerra Civil hasta el desarrollismo, pasando por la postguerra. Su gran capacidad narrativa y la soltura y expresividad de su dibujo, se conjugan con una especial inteligencia para penetrar en la esencia del alma humana. Su indiscutible talento, reconocido con diversos premios en toda Europa, le ha convertido en uno de los mejores autores vivos de la historieta mundial.

Carlos Giménez, uno de los dibujantes más admirados y populares (Paracuellos, Los Profesionales) se ha planteado contarnos la historia de otro artista que es justamente lo contrario: un enigma. Y es que, a pesar de contarse entre los mejores del mundo, Pepe González (famoso por Vampirella y sus personajes femeninos, incluyendo sus espectaculares dibujos de  Marilyn Monroe) siempre rehuyó la fama.

Carlos narrará la vida de González en Pepe (Panini) cinco tomos de los que ya se ha publicado el primero, sin duda uno de los lanzamientos editoriales del año y que debería ser candidato al próximo Premio Nacional del Cómic.

“Pepe González –comenta Carlos- era un buen amigo de mi época de Barcelona, aunque era un poco inalcanzable y no siempre le tenías cuando querías. Pero sobre todo era no ya un grandísimo dibujante, que quizá fuera lo que menos era. Era un hombre con tantísimo talento que era el mejor en todo lo que hacía”.

“Y dibujando también era el mejor, aunque muchas veces decía que si tuviera que dejar de hacer algo dejaría de dibujar, porque le gustaba dibujar algunas cosas, pero no todas”.

"Pepe merecía mucho más reconocimiento"

“Cuando Pepe Murió –continúa Giménez-, me dio tanta pena ver que en la prensa apenas saliera una escueta nota (y no en todos los medios) diciendo: ha muerto el dibujante Pepe González… Pepe no sólo era un dibujante, era un hombre con un talento tan grande que merecía páginas enteras, números extraordinarios e incluso programas en televisión y la radio”.

“Merecía todo eso y mucho más y no lo tuvo porque nadie conocía a Pepe González -comenta Giménez-, un hombre que, dado su temperamento, caminaba de espaldas al éxito y a la fama, le repelía todo lo que fuera la publicidad. Y por eso casi nadie supo de su vida y mucho menos de su muerte. Y eso es lo que me ha impulsado a hacer esta historia”.

Pepe era un enigma

Carlos asegura que para documentarse habló con las personas que mejor conocían a Pepe: “Cogí un magnetofón y me fui a Barcelona para recorrer las casas de todos los que convivieron con él. Grabé muchas entrevistas y cuando reuní todas esas cintas las organicé y saqué una historia sobre la parte que conocemos de Pepe, porque el tiene una parte oscura,  que sé que existe, pero de la que no sabemos nada porque era una parte de su vida de la que nunca habló: la noche.

“No sabemos absolutamente nada sobre laa época en la que vivió intensamente la noche. Ni a quién dirigirnos para averiguarlo, porque no debió convivir mucho con nadie, se movía mucho y por diferentes sitios.

Según Carlos, “en Pepe veremos la vida del dibujante, y algunas pinceladas de esas noches que ocultaba, anécdotas que contaba y que sólo arañan la superficie. Y en las que siempre se burlaba de sí mismo quedando como un tonto, absurdo e incluso paleto. Y todo lo hacía para hacernos reír, porque tenía mucha gracia hablando”.

"Posiblemente Pepe no quisiera nada"

Carlos nos comenta que en los cinco álbumes de los que contará Pepe veremos: " Toda su vida, desde su nacimiento hasta su muerte, ya que he hablado con la gente que le acompañó en sus últimos momentos. Y por supuesto todo lo que fue su vida profesional en la que fue el número uno. Son cinco álbumes de 70 u 80 páginas y creo que es de las biografías más completas que se han hecho”

“La historia -continúa Carlos- está construida a base de anécdotas encadenadas una detrás de otra. Por eso, este primer álbum de juventud es muy divertido. Pero a medida que avanza la historia, se va volviendo más intenso.  Hay más luces y sombras. La vida no siempre es tan divertida, sobre todo para este personaje tan contradictorio que no sabía lo que quería. Posiblemente no quisiera nada. Un personaje muy singular”.

Carlos asegura que, aunque todas las anécdotas sean reales, ha cambiado mucho a los personajes: “He hecho una biografía con la que el lector quede informado pero en la que no se pueda identificar a las personas, porque la biografía de Pepe es muy reciente, apenas ha muerto hace tres años. Y toda la gente que conoció vive, o casi todos. Y no quiero herir sensibilidades”.

Guiños a 'Los Profesionales'

Pepe nos emite a una de las obras más conocidas de Carlos Giménez (y de las más divertidas) en la que narraba su paso por el estudio Selecciones Ilustradas, en la Barcelona de los años 60 y 70: “Pepe está llena de guiños hacia Los Profesionales, y la gente que la haya leído verá que hay personajes extraídos de esa serie. Pero Los Profesionales solo abarcaba la época de los 60 y Pepe abarca muchos más años, desde los 50 hasta la muerte de Pepe, en 2009”

"Esta biografía de Pepe, es más seria, menos caricaturizada y aunque mantenga el ambiente jocoso y las bromas de Los Profesionaleses otra historia. Y no quiero que los personajes sean los mismos. Aunque los que conozcan mi obra sabrán que el Jordi de Los Profesionales era Pepe. Y sí, hay muchas historias sobre Pepe en Los profesionales que aquí he decidido no repetir”.

"Pepe era como un superhéore"

“Pepe -confiesa Carlos- tenía una enorme facilidad para dibujar y para todo lo que hacía, como cantar, bailar, imitar… conseguía todo lo que se proponía, y a una velocidad increíble. La velocidad con la que se movía... Muchas veces se caía un vaso y el lo cogía antes de que llegara al suelo. Bromeábamos con él diciendo que era como un superhéroe, como el hombre rayo”.

Carlos vuelve a destacar la facilidad para el dibujo de Pepe: “Los demás dibujantes que hacían retratos calcaban con un proyector, pero Pepe no lo necesitaba. Cogía "el lápiz tonto", como decíamos nosotros y empezaba a dibujar y el parecido era perfecto”

“Cuando hacía las historietas de Vampirella, mientras que yo, hacía los bocetos acabados, Pepe hacía unas líneas para situar a los personajes y los globos donde iba a estar la cabeza y ya se ponía a dibujar a tinta. Era un hombre con gran facilidad y la misma despreocupación. Por su falta de interés dibujaba a un hombre y le ponía dos manos derechas, y se quedaba tan tranquilo”.

“Tenía una memoria visual asombrosa -comenta Carlos-. Con solo ver una película se la aprendía y podía recitar los diálogos. Y veía una persona un momento y era capaz de dibujarla de memoria de frente y de perfil. Tenía una capacidad asombrosa. Había un gran ilustrador y portadista,  Enric Torres, que decía que si Pepe hubiera querido habría podido hasta volar, pero lo malo es que Pepe nunca quiso nada”.

“Pepe cantaba mejor que Barbra Streisand”

Una gran parte del libro está dedicada a la época en la que Pepe fue el cantante del grupo Los Dálmatas, que consiguió un discreto éxito (podía haber sido mucho mayor de no ser por el desinterés de Pepe): “Pepe podía haber sido una estrella de la música -confiesa Carlos-. Yo le he oído cantar y no es que cantara bien, es que cantaba bien imitando a quien quisiera y con la voz que deseara. Yo le he oído cantar imitando a Barbra Streisand y era asombroso. Y le he visto cantar imitando a Marilyn y lo mismo. En el segundo álbum recuerdo una actuación que hizo para los amigos y nos dejó a todos asombrados. Cantaba mejor que Barbra Streisand pero no tenía ningún interés en que nadie lo supiera".

"Le decíamos Pepe canta y respondía, que cante tu abuela. Sólo cantaba lo que él quería y cuando le apetecía" -comenta Giménez-. Y tenía un absoluto dominio del cuerpo. Si veía un baile nuevo en la televisión, sólo con verlo una vez era capaz de hacerlo perfectamente. Era un hombre extraordinario en muchísimas facetas”.

"Era el mejor dibujante de mujeres"

Cuando preguntamos a Carlos por una posible reedición de Vampirella, la obra más conocida de Pepe, comenta: “Todas las obras dignas merecen ser reeditadas, pero hay que apuntar que la gran mayoría de los números de Vampirella de Pepe ni siquiera están realizados completamente por él. La mayoría están dibujadas a lápiz por algunos amigos y entintadas por Pepe. Era muy vago y perezoso, no le gustaba trabajar y le importaba todo un pimiento. Lo que pasa es que tenía una gran facilidad y lo que a cualquier dibujante le llevaba una semana, el te lo hacía en el mismo día”.

“Yo creo que Pepe ha sido el mejor dibujante de mujeres, aunque no todos sus dibujos estén bien hechos porque insito en que era muy descuidado. Pero cuando el pasaba a tinta algo hecho por un dibujante malo, el dibujo se convertía en algo bueno, era un hombre con mucho talento” -asegura Giménez-.

Giménez también nos ha avanzado sus proyectos: “Tengo sobre la mesa los siguientes álbumes de Pepe. Estoy empezando el número tres y me quedan el cuatro y el cinco. Pero ya acaricio una idea, para cuando termine (y si la situación económica sigue como ahora): hacer una parodia de esta España en que vivimos del robo, el saqueo, las corrupciones y los malos políticos, que se llamaría La encantadora vida en Animalandia. Sería una parodia de una serie que había hace muchos años en la revista Maravillas que se llamaba La encantadora vida en Bestiápolis. Aunque mi trabajo sería mucho más político. Pero ya veremos cómo ha evolucionado la situación para entonces".

Pepe es el homenaje del dibujante más reconocido del cómic español a  otro de los grandes que nunca obtuvo el reconocimiento que se merecía.  Quizá porque no lo quiso. Una obra divertida y emocionante cuya lectura es imprescindible.