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Rato culpa a la crisis del colapso de Bankia y dice que el Banco de España aconsejó la fusión

  • Dice que él iba a integrarse con las pequeñas y el supervisor pidió incluir a Bancaja
  • Reitera que el deterioro económico causó un enorme aumento de las provisiones

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Rato y Gayoso comparecen en el Congreso

El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha justificado toda su gestión al frente de la entidad y ha apuntado a una "crisis económica sin precedentes" como la causa del deterioro del banco, que necesitará 19.000 millones de euros adicionales de inyección pública para poder sanearse. Además, Rato ha insistido en varias ocasiones que el Banco de España conocía "de forma detallada" la situación de todas las cajas, y que validó todos los planes de fusión y reestructuración que le presentaron las entidades integradas en Bankia.

Rato -que ha solicitado y conseguido permiso del Congreso para entrar por el garaje, algo poco habitual- ha comparecido ante la Comisión de Economía del Congreso, donde ha repasado la situación que tenía Caja Madrid cuando él llegó a su Presidencia, en marzo de 2010. Poco después de su llegada, ha asegurado que entabló el proceso de fusión con otras cinco cajas más pequeñas -Caja Segovia, Caja Ávila, Caja La Rioja, Caja Insular de Canarias y Caixa Laietana- para afrontar las necesidades de ampliación de capital que exigían las nuevas normas internacionales.

El expresidente de la entidad ha defendido su gestión ante la comisión de Economía del Congreso.

En ese momento, el 10 de junio de 2010, ha señalado que el Banco de España les citó para aconsejar la integración con la valenciana Bancaja y "fui conminado a negociar" el proceso de integración. Después ha reconocido que no fue "forzado" a fusionarse con nadie, sino que el regulador le propuso una fusión de más tamaño a la prevista al principio.

Subida de provisiones por el deterioro económico, "no por la gestión de las cajas"

Además, Rato ha subrayado el continuo incremento en la exigencia de provisiones a través de las normativas gubernamentales, tanto del Gobierno socialista como del popular ("ha habido cuatro normativas entre enero de 2011 y febrero de 2012").

"Al cierre de 2010, el capital del Grupo [Bankia] eran 6.600 millones de euros. Desde entonces, las necesidades que se han generado suponen 14.000 millones, más del doble" del capital, ha advertido, antes de añadir que, "entre 2010, 2011 y 2012, este grupo ha provisionado 24.355 millones de euros, algo completamente imposible de prever en 2010".

Detrás de ese aumento en las exigencias hay, a su juicio, "una única razón: el deterioro macroeconómico". "Como reconocen todas las autoridades, se han realizado por el endurecimiento del ciclo contractivo y en función de la composición del balance de las entidades", no por la gestión realizada por ellas, ha advertido Rodrigo Rato.

En esa línea, ha incidido en la "enorme volatilidad" de las previsiones económicas de los últimos años, cuando se ha producido "un fuerte deterioro del ciclo económico, más largo de lo previsto". Además, ha señalado, "la prima de riesgo estaba en 250 puntos en 2010, y en 50 puntos cuando llegué a Caja Madrid: se ha multiplicado por doce", ya que ahora ronda los 600 puntos, después de que España haya tenido que solicitar un rescate bancario para afrontar el saneamiento del sistema financiero, incluida Bankia.

"El Banco de España nos dijo que fuésemos más ambiciosos en la salida a Bolsa"

Respecto a la salida de Bankia a Bolsa, Rato ha explicado que se diseñó dejar el 20% de la entidad en manos de accionistas, el requisito mínimo marcado para que la exigencia de capital principal fuera del 8% en lugar del 10% que se pedía a los no cotizados. Sin embargo, ha añadido, "el Banco de España nos dijo que fuésemos más ambiciosos", por lo que se alcanzó una emisión de entre 3.000 y 4.000 millones de euros.

Rodrigo Rato se ha asegurado que se quedó "cortó" al calificar como "la tormenta perfecta" el momento en el que la entidad salió al mercado bursátil, aunque aún así ha justificado que no se suspendiera, tal y como hicieron otras compañías internacionales.

"Se fijó un precio de 3,75 euros por acción, significativamente más bajo del que habíamos previsto, por encima de los 4 euros. Ese precio reflejaba los riesgos, no solo de nuestra propia entidad –por su inversión inmobiliaria y su negocio en España- sino también por la crisis financiera", ha indicado.

Además, ha explicado que -de cara a reducir el descuento del valor de la entidad en Bolsa- la entidad comenzó a preparar el desmantelamiento de la matriz de Bankia, el Banco Financiero y de Ahorro (BFA), donde se reunían los activos más problemáticos surgidos de la fusión de las siete cajas.

Asegura que en Bankia "no hay agujeros"

Así, Rato ha explicado que el consejo de administración de Bankia aprobó una reformulación de las cuentas de 2011 en marzo de este año que aumentan en 1.800 millones de euros las necesidades de saneamiento, debido a "la reducción de la perspectiva de crecimiento y a los nuevos decretos" del Gobierno.

Esa modificación de las cuentas, se realizó "no porque las previsiones anteriores fueran erróneas", sino por los nuevos elementos que habían aparecido al cierre del ejercicio.

"No hay pérdidas o agujeros: el resultado operativo es el mismo", ha reiterado Rodrigo Rato, quien ha subrayado que se trataba de "adelantar posibles deterioros futuros".

En ese sentido, Rato ha insistido en que el cambio de las cuentas se debió "a la aceleración del deterioro de activos, no a operaciones falsas, ni  operaciones dolosas".

También ha negado que hubiera "ingeniería contable", como le han acusdo algunos diputados. Así, ha explicado que las acciones de Bankia que estaban en poder de su matriz, BFA, no estaban valoradas a precio de mercado porque -como les explicó la auditora Deloitte- no era necesario si no iban a venderlas. Una de las principales desviaciones del valor de BFA realizadas tras la marcha de Rato se ha producido al tasar ese paquete accionarial a precios de mercado.

El expresidente de Bankia ha explicado que, "una vez aprobado un plan de recapitalización que cumplía primer decreto del Gobierno [de febrero de 2012], empezamos a trabajar en otro plan debido al deterioro acelerado del contexto, que causa la preparación de un nuevo decreto".

Conciencia "de haber hecho bien las cosas"

Ese programa incluía, según Rato, desinversiones, saneamientos y mejora de los márgenes con el objetivo de reducir "el balance de perímetro en 40.000 millones de euros en tres años". Además, se duplicaban las provisiones hasta los 8.000 millones de euros para cubrír "más del 100% de los créditos dudosos, con lo que anticipábamos el deterioro de activos", ha explicado.

Para conseguir esas reservas ("como estábamos en proceso de fusión de BFA y Bankia"), la entidad proponía solicitar 7.000 millones de euros al FROB, al que se devolvería "una parte significativa" en este mismo año "gracias al canje de participaciones".

Pero ese plan de saneamiento no se aprobó, ya que antes de eso se produjo su salida de la Presidencia de Bankia. Sobre ese punto, Rato ha explicado que, después de presentar el nuevo plan de saneamiento en mayo de este año, llegó "a la conclusión de que las autoridades no compartían ese plan de saneamiento y que el diálogo necesario en estas situaciones no iba a ir a más".

"Me fui porque ese plan de saneamiento no convencía a las autoridades y ese era el plan en el que yo creía: no iba a elaborar un plan de saneamiento distinto", ha reiterado. Así, ha destacado que se marchó de la entidad con "conciencia de haber hecho bien las cosas". Pese a que un diputada le ha instado a pedir perdón, Rato ha cerrado su comparecencia diciendo que con la dimisión había asumido sus responsabilidades.