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Christina Pluhar propone un viaje por la música latinoamericana en su disco 'Los pájaros perdidos'

  • Combina piezas barrocas con tangos, boleros y melodías de toda Sudamérica
  • La acompañan su conjunto L'Arpegiatta y cinco vocalistas de música antigua
  • Philippe Jaroussky interpreta un tango y Raquel Andueza ,'Bésame mucho'

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La chilena Luciana Mancini, el napolitano Vincenzo Capezzuto y el francés Philippe Jaroussky, tres de las voces que intervienen en el álbum 'Los pájaros perdidos' de Christina Pluhar con L'arpegiatta

Ingredientes tan exóticos como coloridos y seductores son los que integran el último trabajo discográfico de Christina Pluhar al frente de L'arpegiatta. Canciones tradicionales de Hispanoamérica, algunas antiguas, pero otras muy cercanas como la canción de cuna argentina 'Duerme negrito', el tango de Piazzola 'Los pájaros perdidos' -que da título a la grabación- o el famoso bolero 'Bésame mucho' de Consuelo Velázquez.

Christina Pluhar nació en Austria donde aprendió a tocar la guitarra. Luego, en Holanda se especializó en música antigua y dominó otros instrumentos como el laúd, el arpa o la tiorba. En año 2000 formó el L'arpegiatta, un conjunto instrumental y vocal "de geometría variable" con el que llevan 12 años explorando repertorio poco conocido de compositores italianos, franceses o españoles del primer barroco. Un conjunto que se reconoce centrado en personalidad musical de su directora y dispuesto a realizar incursiones en otros terrenos, como el de la música tradicional (folklore) o el jazz.

Christina y su conjunto ya exploraron el territorio musical de las Américas en su álbum Los impossibles (2006) donde interpretaban manuscritos españoles y mexicanos con la ayuda inestimable del grupo británico The King's Singers.

Ahora, en Los pájaros perdidos, van más allá porque exploran distintas formas musicales de la música tradicional de Hispanoamérica como el pajarillo -una de las formas más refinadas del folklore de Colombia y Venezuela- representada por 'Pajarillo verde', el polo venezolano (se incluye un 'Polo margariteño). Pero también el tango o el bolero cuya historia nos lleva de Haití a Cuba y de Cuba a Mexico, y que aquí está representado por el mil veces versionado 'Bésame mucho', interpretado en el disco con gran naturalidad por la soprano española Raquel Andueza. Dicen que recuerda a Peggy Lee intepretando esta melodia que Consuelo Velázque compuso con tan sólo 16 años, y sin haber aún conocido plena y físicamente el amor. Una interpretación que cierra el disco y que es como dice Pluhar, casi un "bonus track".

El placer de elegir voces

Christina Pluhar se encuentra estos días en París donde presentaron el álbum a finales de enero. En conversación telefónica con RTVE.es nos cuenta que "la estructura armónica de las danzas y cantos sudamericanos está muy cerca de los modelos barrocos".

También encuentra "similitudes" entre los instrumentos de cuerda utilizados en América Latina -el cuatro, el charango o el arpa llanera- con instrumentos barrocos. Unos y otros serían como "primos que se reencuentran" en esta grabación. En ella conviven los instrumentos habituales de l'Arpeggiata (clave, tiorba o guitarra barroca), con esos instrumentos americanos manejados por expertos como Raúl Orellana, quien por cierto, como demuestra en este CD, "domina el charango y el violín barroco".

Lo de las voces, ha sido, nunca mejor dicho, otro cantar. Pluhar reconoce que las ha elegido guiándose no tanto por criterios musicológicos sino "por el placer". El placer por ejemplo de escuchar al contratenor actualmente más mediático del mundo, el francés Philippe Jaroussky interpretando el hermosísimo Los pájaros perdidos, una canción de la que nos cuenta Pluhar, "él se ha enamorado".

Y éste es sin duda el desafío y el mayor atractivo de este CD. Escuchar a intérpretes provenientes casi todos de la música culta (y especialmente antigua) interpretar melodías más modernas y populares. Son además voces singulares. SI normalmente pensamos en una mujer al escuchar (sin ver) a Jaroussky, algo parecido -aunque menos agudo- ocurre con el cantante y bailarín napolitano Vincenzo Capezzuto, un cantante que posee registro de tenor, pero que emplea la tesitura de contratenor.

Además podemos escuchar a la chilena Luciana Mancini (la única vocalista sudamericana) o la cantante folk italiana Lucilla Galeazzi a quien le ha correspondido cantar en el disco la nostálgica zamba 'Alfonsina y el mar' que nos cuenta como la poetisa Alfonsina Storni, se ahogó voluntariamente en la playa de La Perla (Mar del plata). Tres días antes había enviado al diario La Nación su último poema titulado 'Voy a dormir'.