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"¿Que cuánto cobro ahora? Ya no lo sé ni yo": el drama griego de los recortes de sueldos

  • Los trabajadores protestan contra los nuevos ajustes que anuncia Atenas
  • Cada mes, la nómina de los empleados públicos cambia

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Uno de los manifestantes devuelve un bote de gas lacrimógeno lanzado por la policía a los agentes
Uno de los manifestantes devuelve un bote de gas lacrimógeno lanzado por la policía a los agentes.

"¿Que cuánto gano?. ¡No lo sé ni yo!”. En la Grecia donde los recortes se suceden desde hace dos años, conocer el salario de uno mismo se ha vuelto algo difícil y penoso, como cuentan Vassilis y Filipa, en primera línea de una manifestación en Atenas contra las nuevas medidas de ajuste que se anuncian.

"En 2010, ganaba unos 1.400 euros; el año pasado alrededor de 1.100 euros. Ahora, hasta abril, debería cobrar 580 euros porque me retendrán el descuento de los primeros recortes con efecto retroactivo; y después me quedaré en unos 800 euros al mes", explica desorientado Vassilis Bakalis, conservador de un museo de la capital.

"800 euros es lo que nos han dicho, pero ya no podemos estar seguros de nada”, le corta su colega Filipa Agathi, 45 años, que lleva dos décadas trabajando en ese lugar.

"En realidad, ya nadie es capaz de decirle lo que gana y por qué”, lamenta el funcionario de 34 años, que se refugia de la lluvia bajo una pancarta en la que se reproduce la imagen de su museo con la leyenda: "Se vende".

El joven participa en la primera huelga general de 2012 en un país que afronta su quinto año de recesión. Como él, más de 20.000 personas se han manifestado este martes en Atenas para protestar contra los nuevos recortes que piden los acreedores del país (fundamentalmente la UE).

El plan, objeto de difíciles negociaciones en el seno de la coalición, prevé grandes cambios en material laboral más allá de la reducción de salarios, recorte de pensiones, despido de 15.000 empleados del sector público, privatizaciones y recortes de gasto público... todo como contrapartida para desbloquear un segundo préstamo (rescate) de 130.000 millones acordado en octubre en Bruselas.

Con todo ello, aún resulta más difícil saber cómo evolucionará la nómina de los griegos en los próximos meses. "Cada mes te encuentras con una cosa. He preguntado al ministerio y ni ellos han conseguido explicarme las deducciones que aplican”, denuncia Vassilia, profesora de primaria en Atenas.

Su esposo, director de colegio, explica que cobra 1.500 euros, que son 350 menos quehasta hace unos meses, “después de 30 años de antigüedad”. “Tengo 55 años y estoy esperando un queso que me envía mi padre de Creta para ayudarnos”, añade.

Y peor le van las cosas a otras familias, hasta el punto de que en las escuelas han comenzado a repatir alimentos para combatir un fenómeno que parecía erradicado en la UE: la desnutrición infantil.