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Un juez embarga 618 millones a los Ruiz Mateos para cubrir el agujero de Dhul

  • Considera que llevaron a cabo una "gestión temeraria" al frente de Dhul
  • El fabricante de postres se encuentra en concurso de acreedores
  • La administración concursal ve "difícil" localizar el patrimonio de los Ruiz-Mateos

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El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada ha acordado embargar  cautelarmente bienes del patriarca de la familia Ruiz-Mateos y dos de  sus hijos por importe de 618,26 millones de euros porque hay "visos  reales" de que sean considerados culpables del agujero patrimonial del  fabricante de postres Dhul.

En un auto publicado este viernes, el juez Blas González justifica que  José María Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada y sus hijos Javier Ruiz-Mateos y  Álvaro Ruiz-Mateos "no sólo han podido generar con su conducta,  impropia de un gestor leal, la insolvencia de la concursada, sino que  además la agravaron" con una "gestión sencillamente temeraria y ajena a  cualquier consideración sobre los intereses" de Dhul.

También cree necesario adoptar el embargo cautelar pedido por la  administración concursal de Dhul por la sospechosa venta, "simplemente  anunciada pero no demostrada por ahora", del grupo Nueva Rumasa a la  sociedad Back in Business, propiedad de Ángel de Cabo.

El nuevo propietario es Back in Bussiness -algo así como "de vuelta a los negocios"- una sociedad que se dedica a liquidar empresas en apuros. Su presidente es Ángel de Cabo, el empresario que el año pasado compró Viajes Marsans -que hasta entonces co-presidía Gerardo Díaz-Ferrán-. El comprador podría pagar hasta 1.500 millones de euros, es decir, la suma de las deudas de todas las empresas. Dividirán el grupo y buscarán fórmulas para reflotar los distintos negocios. La familia Ruiz-Mateos asegura que ha "aceptado" la oferta porque garantiza la mejor alternativa posible para trabajadores, proveedores y clientes de las empresas de Nueva Rumasa.

"Mediante semejante operación se trata de esquivar posibles embargos a  la vista de los sólidos argumentos existentes de su responsabilidad" en  la insolvencia del grupo, argumenta el juez, que añade que "no es  descartable incluso que tras ello (la venta) sólo exista un artificio  fiduciario".

Dificultades para localizar el patrimonio de los Ruiz-Mateos

La administración concursal de Dhul considera que habrá que afrontar dificultades extremas para localizar los bienes y derechos del patrimonio personal del patriarca de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, y de sus hijos Javier y Álvaro Ruiz-Mateos.

Así lo han indicado fuentes judiciales que han detallado que esa dificultad radica en el hecho de que la familia Ruiz Mateos ha mantenido la titularidad y el control de Nueva Rumasa a través de sociedades interpuestas, mayoritariamente domiciliadas en Belice y Holanda.

De hecho, el socio mayoritario de Dhul, con el 80,2% del capital, es la empresa holandesa Dhul Holding, mientras que la marca de postres Dhul es, en el papel, propiedad de la sociedad Lerton Holding Inc, radicada en Belice.

Debido a ello, las mismas fuentes han apuntado que en este momento no se conocen con precisión los bienes y derechos que forman el patrimonio personal de cada uno de ellos.

Motivo por el que la administración concursal ha solicitado al juzgado que se requiera a once entidades financieras y a diversos organismos y registros públicos una relación de bienes y derechos del padre y los dos hermanos de la familia Ruiz-Mateos, para poder trabarlos.

Uso de la "inmejorable" imagen de Dhul

Respecto a la insolvencia del fabricante de postres, el juez que ha acordado incautar los bienes del patriarca y de dos de sus hijos ha criticado en  primer lugar que los Ruiz-Mateos "planificaron, decidieron y llevaron a  cabo actos de desvío de los fondos captados por Grupo Dhul" hacia otras  sociedades del conglomerado, que están en el origen de que la empresa  tuviera que acogerse al concurso de acreedores el pasado mes de marzo.

También denuncia el uso de la "inmejorable imagen y el patrimonio de  Grupo Dhul para obtener financiación que, en realidad, se destinaba a  otras empresas del grupo Nueva Rumasa", de modo que el fabricante de  postres llegó a soportar deudas con entidades financieras "claramente  desproporcionadas".

Por ejemplo, cita que en 2009 contrajo deudas con la banca por valor de  100 millones de euros, mientras que sus "ingresos reales" se limitaron a  63 millones.

El magistrado también pone de relieve que Dhul garantizó "de forma  masiva, indiscriminada y sin control alguno", deudas de 640 millones de  otras empresas de Nueva Rumasa, lo que representaba "3 veces todo su  activo, aproximadamente las ventas de entre 10 y 12 años y el beneficio  de explotación de cientos de años".

Asimismo, critica que los Ruiz-Mateos utilizaron a Dhul para garantizar  operaciones de compraventa de viviendas "disfrutadas" por ellos o de  vehículos de algunos de sus familiares o, incluso, para garantizar  transacciones a favor de sociedades administradas por sus asesores.

Amenaza de sanciones por "desobediencia grave"

En el auto publicado este viernes el juez Blas González considera afectados por  el embargo los potenciales derechos de cobro que tengan José María  Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada y sus hijos Javier Ruiz-Mateos y Álvaro  Ruiz-Mateos por la venta de las empresas de Nueva Rumasa a la sociedad  Back in Business, propiedad de Ángel de Cabo.

En cualquier caso, exige a los antiguos y a los nuevos propietarios que  aporten en cinco días "todos los documentos privados y públicos que  hayan suscrito para formalizar y ejecutar la operación".

Los Ruiz-Mateos también deberán proporcionar al juzgado una relación de  todos los bienes y derechos de los que dispongan para cubrir el importe  embargado, con aviso de que pueden enfrentarse a sanciones por  "desobediencia grave" si incumplen la orden judicial.

El juez procede contra los dos hijos de Ruiz-Mateos por su condición de  administradores de Dhul durante los años previos al concurso de  acreedores y contra el patriarca por ser "la persona que encarna Nueva  Rumasa" y por tener una participación "decisiva, ineludible y nuclear"  en los negocios de todas las empresas aunque no estuviera designado de  administrador en ninguna de ellas.

"Es precisamente la imagen pública de este administrador, la idea que el  público se ha hecho sobre su condición empresarial y la confianza que  ha generado en quienes invirtieron en sus negocios lo que les ha servido  de base" para crear Nueva Rumasa, afirma el juez, que añade que "sin él  no puede entenderse ni su grupo empresarial ni la concursada ni  lamentablemente su actual situación".