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Un millón de niños, en riesgo de morir de hambre por la sequía en el Cuerno de África

  • La sequía que afecta a Somalia se extiende a otros cuatro países de la zona
  • Una epidemia de sarampión empeora aún más la situación
  • Diez millones de personas necesitan alimentos en la peor sequía en décadas

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Dos niños son atendidos en un campo de refugiados del Cuerno de África.
Dos niños son atendidos en un campo de refugiados del Cuerno de África.

La vida de un millón de niños desnutridos está en riesgo debido a la sequía que afecta a Somalia y que se está agravando en otros cuatro países del llamado Cuerno de África, principalmente en Kenia, según ha alertado este viernes la ONU.

"Tenemos dos millones de niños malnutridos (en esa región) y la mitad de ellos están en condiciones que amenazan sus vidas. Esto supone un incremento del 50 % con respecto a las cifras de 2009", ha declarado en Ginebra la portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Marixie Mercado.

Mercado ha precisado que en algunos campamentos de acogida, la tasa de malnutrición entre los niños somalíes "es de al menos el 45 %", mientras que la de mortalidad ha superado el umbral de emergencia con cuatro niños muertos a diario por cada 10.000 en el caso concreto de un campamento ubicado en Etiopía.

Brote de sarampión

La portavoz ha detallado que en las zonas más afectadas de Kenia la tasa de malnutrición también ha subido de manera alarmante y que en una localidad ha alcanzado el 37,4 %.

Por su parte, el asesor en casos de emergencia para África oriental y del sur de UNICEF, Bob McCarthy, ha adelantado de un enlace telefónico desde Nairobi que una nueva preocupación que ha surgido en este contexto se relaciona con un eventual brote de sarampión.

Recordó que en los últimos meses se registró en Kenia una epidemia de esa enfermedad y que en el sur de Somalia, la zona vecina y más afectada por la sequía, no se han realizado campañas de vacunación por su inaccesibilidad.

Diez millones de afectados

Otra agencia humanitaria de la ONU, el Fondo Mundial de Alimentos (PMA), ha informado de que sus últimas evaluaciones indican que 10 millones de personas en los países afectados por la sequía requieren asistencia alimentaria.

Esto supone una dramática revisión al alza de los anteriores cálculos del organismo, que consideraba que las personas necesitadas de esa ayuda eran 6 millones.

La portavoz del PMA, Emilia Casella, ha precisado que si bien la situación más grave es la de Somalia, las condiciones en Kenia, Etiopía, Uganda y Yibuti también se están agravando rápidamente.

Sobre Somalia, ha detallado que más de una tercera parte de la población "requiere asistencia humanitaria" y que "el número de personas en crisis se ha incrementado en 450.000 desde enero, lo que eleva la cifra total a 2,85 millones de personas".

En Etiopía, los resultados de la última evaluación sobre las necesidades para la segunda mitad del año pronto se harán públicos, pero el PMA anticipa que deberá proveer comida de emergencia a unos 3,5 millones de personas afectadas por la sequía.

Casella ha explicado que los precios de los alimentos en Etiopía han subido más del 32 % y que, en algunos mercados de la zona este del país, éstos se han duplicado desde febrero.

En Kenia, las precipitaciones no han llegado en el norte durante la temporada habitual entre abril y junio, de modo que "se prevé que el número de personas afectadas allí suba a 3,5 millones para el mes de agosto".

Alza del precio de los alimentos

También en este caso los altos precios de los alimentos -a los que se añaden los combustibles- son un factor fundamental de la crítica situación.

Para ilustrar la presión que existe sobre los precios, Casella indicó que el saco de maíz -un alimento de base- de 90 kilos ha subido un 160 % en el último año, hasta 44 dólares.

Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha advertido de que "sin una respuesta internacional más rápida y decidida", los esfuerzos de acogida a los refugiados somalíes en el sureste de Etiopía están amenazados.

Desde que empezó esta nueva crisis, 54.000 somalíes han cruzado a ese país vecino y en las últimas semanas el ritmo de llegadas se ha acelerado hasta las 1.700 personas al día