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Chueca castiga los conciertos silenciosos de las fiestas del Orgullo

  • La mayoría de los asistentes critica la medida
  • "¿Es que en Fallas y Sanfermines no hay ruido?"

Muchos acuden para dar su apoyo a las fiestas pero no participa

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La fórmula de los conciertos silenciosos de Chueca no ha tenido éxito entre los asistentes a las fiestas del Orgullo, que creen que "un concierto silencioso es una incongruencia". La mayoría critica que se haya tenido que adoptar esta medida por las quejas por el ruido: "Si hay Sanfermines y Fallas, ¿por qué no puede haber fiestas de Chueca como siempre?", se pregunta Enric, un catalán que lleva tres años viniendo al Orgullo.

"Hemos venido para apoyar la fiesta porque lo que ha querido el Ayuntamiento es diluirla. Van a tener que buscar otra excusa mejor", continúa este joven que, sin embargo, no participa del evento -en el que solo bailan los dos gogós que están subidos a la plataforma-.

Jaime también ve la decisión "incoherente" puesto que "a escasos 100 metros -en la calle Pelayo- de la plaza hay un escenario con un espectáculo de drag queen donde si hay altavoces y música".

Isabel, Zipi y Zape se quejan, además, de la desinformación y de la desorganización antes de que empiece el concierto "hemos traído cascos porque nadie nos va a aguar la fiesta, pero no sabemos cuándo va a empezar, ni cómo nos van a avisar porque no hay altavoces", comentan.

Menos gente que otros años

En general, el ambiente de la plaza es festivo, pero muchos afirman que hay menos gente que otros años. "Es muy raro entrar en la plaza, no hay el mismo ambiente, y cuando entras no sabes si ha empezado o no la fiesta", señala Isabel.

Manglio, un siciliano afincado en Madrid desde hace cinco años, también cree que ha habido un problema de organización porque no ha entendido hasta ese momento que tenía que haber traído auriculares cuando lo ha leído en la pantalla gigante que hay en la plaza. Además, critica que "se seleccione" al público: "si tú no traes cascos, o no tienes radio en el móvil o conexión a internet, no puedes participar", lamenta

Y es que los asistentes a las fiestas pueden seguir la música con auriculares, a través de la emisora Loca FM, con receptores de radio que proporciona la organización.

Mientras continúa el concierto silencioso, un joven se pregunta entre risas: "¿y si de repente te quedas sin batería en el móvil?".

No obstante, los auriculares no han sido necesarios para todos los eventos que se han desarrollado en la plaza. Este miércoles, el Gran Wyoming y una vecina del barrio dieron el pistoletazo de salida a las Fiestas del Orgullo con un pregón que los asistentes pudieron seguir sin utilizar ningún dispositivo especial.

Resultado de una larga negociación

La pasada semana, Ayuntamiento y organizadores del Madrid Orgullo -MADO- llegaron a la solución de los "conciertos silenciosos" para que en la emblemática plaza de Chueca pudiera escucharse música, salvando la desautorización de Medio Ambiente, dado que el escenario está a menos de 150 metros de una residencia de ancianos.

La negociación con el Ayuntamiento tuvo lugar después de que varias personas se concentraran frente al domicilio de Gallardón para protestar por la eliminación de los conciertos en la plaza de Chueca. Poco antes, la Asociación de Vecinos de Chueca había pedido al Ayuntamiento una “reorganización urgente” de las fiestas del Orgullo Gay por el exceso de ruido.

Así, para evitar el problema de los decibelios y mantener la plaza de Chueca como el escenario más emblemático durante las fiestas del Orgullo 2011, los organizadores optaron por esta solución, aunque se decidió que en la plaza de Chueca no habría música en directo, sino sesiones de DJ's.

La actuación de grupos en directo exigía otra solución añadida, que era aislar a los músicos con mámparas de metracrilato. Desde la organización explicaron que no era posible conseguir la infraestructura a tiempo, puesto que la decisión se tomó el pasado día 21 y el primer concierto fue este miércoles. No obstante, sí habrá conciertos con música en vivo en otras plazas madrileñas.