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Las torturas de Guantánamo enturbian el éxito de Obama en la muerte de Bin Laden

  • El círculo de Bush defiende las brutales técnicas de interrogatorio
  • La CIA reconoce que algunas pistas se obtuvieron con los métodos de tortura
  • Ver también: Especial Muerte Bin Laden

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Los interrogatorios a centenares de detenidos en Guantánamo permitieron llegar hasta Bin Laden

¿Los brutales interrogatorios en la cárcel de Guántamo han sido la clave para acabar con la vida de Osama bin Laden?

"Es un poco difícil decir si se ha debido a una única fuente de información. Pero parece claro que con algunos de los detenidos se usaron técnicas de interrogatorio coercitivas" como el ahogamiento simulado. Estas declaraciones han sido el reconocimiento del director de la CIA, Leon Panetta, de que algunas de las pistas que condujeron hasta la casa de Abbottabad en Pakistán donde se encondía Bin Laden fueron obtenidas mediante los polémicos métodos de tortura prohibidos por Barack Obama cuando llegó al poder.

Mientras el círculo del expresidente George W.  Bush se jacta de que el éxito de la operación que ha acabado con el enemigo número de EE.UU. se debe, ni más ni menos, a sus prácticas de tortura durante los interrogatorios a sospechosos de terrorismo, la administración Obama trata de disimular que las averiguaciones en esa etapa oscura del anterior Gobierno hayan sido determinantes para la operación "Gerónimo".

El camino que condujo hasta Bin Laden comenzó con los ahogamientos simulados

"El camino que condujo hasta Bin Laden comenzó con los ahogamientos simulados", ha declarado esta semana el congresista republicano neoyorquino, Peter King, según recoge el diario The Telegraph,. "Esta técnica es un imperativo moral que salva vidas". 

Información valiosa pero no determinante

El diario The New York Times,  en su análisis de esas revelaciones de los detenidos, concluye que si bien no fueron esenciales para llegar hasta Bin Laden, "sí jugaron un pequeño papel al menos en la identificación del correo de confianza de Osama y en el descubrimiento del escondite".

Esas pistas fueron facilitadas por dos detenidos tras el 11-S: Jalid Shaij Mohammed y Mohammad al-Qahtani.  Ambos fueron sometidos a prácticas de tortura como el ahogamiento simulado -que consiste en sumergir la cabeza del sujeto atado y boca abajo en líquido, hasta que comienza a asfixiarse- tal y como confirmó el propio Bush en una entrevista en 2010.

"Usamos esta técnica con tres personas (...) y conseguimos información valiosa para proteger al país. Y esta es la forma correcta de hacer las cosas", defendía el expresidente entonces.

El debate sobre las prácticas de tortura

Sin embargo, el New York Times cuestiona que solo uno de los tres arrestados proporcionaron alguna pista concluyente. De hecho, los 183 ahogamientos a los que fue sometido Shaij Mohammed,  ideólogo confeso de los atentados terroristas contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, solo sirvieron para que repitiera una y otra vez datos confusos a los interrogadores.

El fiscal general Eric Holder ha defendido la operación contra Bin Laden calificándola como "legal, legítima y apropiada" y ha rehusado valorar la información sobre la que se ha apoyado la misión.

El debate sobre estos métodos de presión a detenidos no se había cerrado completamente en EE.UU., donde todavía muchos esperan que Obama cumpla su promesa de clausurar el centro de Guantánamo, y ahora se ve más avivado que nunca.