Enlaces accesibilidad

Artículos clave para entender mejor la crisis nuclear en Japón

  • Publicaciones online han permitido profundizar en todos los detalles de la crisis
  • Trabajos visuales y divulgativos han hecho más fácil entender las explicaciones
  • La alarma social, por la falta de información y lo difícil que resulta de entender

Por

Los últimos días han sido una sucesión de noticias e informaciones con conceptos alejados de lo cotidiano: terremotos de diversas magnitudes, grados y escalas; tsunamis y réplicas; centrales nucleares como la de Fukushima con su radioactividad, fusiones, refrigeración, generadores, vasijas de contención, piscinas, explosiones y niveles de alerta…

Y lo peor está tal vez por llegar: contaminación radioactiva, uranio; mediciones de radiación en sieverts, dosis "recomendadas" y "máximas", niveles de riesgo, cánceres, expresiones como "25 veces mayores de lo normal"…

Reconozcámoslo: ya solo el lenguaje empleado asusta.  Nadie sabe cómo acabará la que muchos coinciden en calificar como una de las peores crisis nucleares de la historia, pero hay quienes en Internet, a través de diversas herramientas y formas de comunicación, han intentado hacer la situación más comprensible.

Algunos son profesionales, otros divulgadores, periodistas especializados o gente corriente que simplemente tuvo una idea ingeniosa para dar a entender un concepto complicado.

Lo que sigue es una recopilación de algunos de los artículos y páginas web que han sido más citadas y compartidas por la gente y algunos medios en los últimos días; cada cual tiene su particular estilo y cubre un área de la crisis determinada; en general todas han resultado tremendamente aclaratorias para la gente corriente.

Japón antes y después

Japan Earthquake: before and after (Terremoto en Japón: antes y después), en la web de ABC News (Australia) permitió a mucha gente comprender de un vistazo hasta dónde llegó la devastación producida por el tsunami.

Su creador, Andrew Kesper, seguramente no sabía mucho de catástrofes, pero sí de tratamiento fotográfico y de cómo obtener y montar las imágenes de satélite que están al alcance de cualquiera en Google Maps. Su trabajo dio la vuelta al mundo y se puede apreciar con solo mover el ratón.

¿Qué ha ocurrido en Fukushima?

¿Qué ha ocurrido en la central nuclear de Fukushima? es un artículo de Pepe Cervera en la sección de Ciencia de RTVE.es en el que se explica con enlaces informativos los conceptos y tecnicismos que rodean a los acontecimientos en la central nuclear japonesa.

Para quien quiera saber qué esconden palabrejas como BWR, reactor, núcleo, refrigerante, fusión del núcleo, edificio de contención, vasija y otros es un artículo de visita obligada.

¿Por qué no me preocupan los reactores nucleares?

Why I am not worried about Japan’s nuclear reactors (traducido al español como Por qué no me preocupan los reactores de Japón en el blog Física de película), del Dr. Josef Oehmen, un investigador del MIT, fue uno de los artículos más tranquilizadores para muchos, con especial énfasis en la idea de que Fukushima no puede convertirse en un Chernóbil y lo altamente seguras que son las centrales nucleares.

Curiosamente, Oehmen no es físico nuclear sino ingeniero mecánico. ¿Su secreto para haber llegado a tanta gente? Escribió la larga explicación para tranquilizar a amigos y familiares que un amigo suyo tenía en Japón.

Si está en lo cierto en todo lo que explica, habrá hecho sin duda una gran labor. Si todo acaba por desgracia en un "desastre estilo Chernóbil", su titular pasará a la lista de las "diez mayores arrogancias del mundo de la ciencia y la tecnología".

Crisis nuclear en Japón

Más corto y del mismo estilo: Crisis nuclear en Japón, en Ecos del futuro.  How the nuclear emergency unfolded (Cómo se desarrolló la emergencia nuclear) en el Washington Post es una sencilla infografía en nueve pasos para entender gráficamente lo que ha sucedido en la central de Fukushima.

Está en inglés y explica conceptos y terminología tales como lo que son los reactores, su construcción, funcionamiento.

¿Qué son los sierverts de radiación?

Si el desastre continua avanzando es probable que los próximos días  sean un cúmulo de noticias sobre radiaciones, exposición, sieverts,  niveles de riesgo, cánceres…

Entonces a quien habrá que buscar será a los expertos en radiología y oncología en vez de a los físicos nucleares:  serán ellos quienes mejor pueden explicar los complejos detalles que  rodean todo lo relacionado con las radiaciones y su efecto sobre el  organismo humano.

Aquí va una explicación rápida sobre uno de los términos de los que más se está hablando ya: los sierverts de radiación.

Los sieverts son las unidades en que se miden las dosis de radiación según afectan a la materia viva. Es similar a otras como los grey o los rems,  aunque se calculan de forma diferente. Las dosis más pequeñas, de uso habitual, se miden en mSv y µSv: milisieverts y microsieverts, equivalentes a milésimas y millonésimas de sievert, respectivamente.

Estar expuesto a una gran dosis de radiación puede provocar efectos agudos o incluso ser fatal, pero también puede producirse el envenenamiento debido a una dosis más pequeña a la que se está expuesto durante un tiempo más prolongado.

Recibimos radiaciones en un montón de actividades cotidianas tales como volar en avión, hacernos una radiografía (o un TAC, que equivale a 50 radiografías), comer plátanos o simplemente salir a la calle.

Entre los efectos de las raciaciones está el aumento de diversos tipos de cánceres

Las recomendaciones de la Asociación Nuclear Mundial y otros organismos son no sobrepasar unos pocos milisieverts anuales (entre 1 y 3, según las fuentes).  Entre los efectos de las radiaciones está el aumento de diversos tipos de cánceres.

Pero esto no quiere decir que se desarrollen necesariamente, tan solo que hay un aumento de la probabilidad de que se desarrollen: otras actividades cotidianas como fumar, un exceso de grasas en las comidas o respirar aire contaminado también aumentan esa probabilidad, en ocasiones más aun que las pequeñas dosis de radiación que habitualmente recibimos.

Para hacerse una idea de los efectos de las grandes dosis de radioactividad cerca de un accidente nuclear valgan estas cifras, que también varían un poco según las fuentes: menos de 0,5 Sv (500 mSv) no producen daños en los humanos; a partir de 1 Sv los daños empiezan a ser relevantes; entre 3 y 6 Sv son graves; hasta 10 Sv muy graves y de ahí en adelante la muerte es inevitable.

En todos estos cálculos es tan importante el tiempo de exposición como la dosis, dado que los efectos de la radiación son acumulativos: son factores como el caudal de un grifo y el tiempo que se deja abierto, de cara a cuán rápido se desbordará el cubo de la fregona.

En Fukushima se han medido picos de hasta 400 mSv por hora en algunos momentos, pero no de forma continua a lo largo de todo un día siquiera. Otras mediciones en lugares algo más alejados de la central han dado 8 mSv, el equivalente a dos o tres veces la dosis anual recomendada para la población.

Dosis cien veces mayores de "lo normal" durante un tiempo reducido no tienen por qué causar problemas

Pero, tal y como explican los oncólogos, la gente tendría que estar expuesta a esas dosis durante muchas horas para sobrepasar los 100 a 500 mSv, que son los niveles a los que empiezan a resultar peligrosas.

Dosis de incluso cien o más veces "lo normal" durante un tiempo reducido no tienen por qué causar necesariamente problemas. Todo dependerá pues de cómo se desarrollen los acontecimientos y cuáles sean las dosis en los diversos lugares a hasta los que llegue la radiación.

¿Cómo evitar la radiación?

La mejor forma de evitar los efectos de la radiación, tal y como se explica en el artículo Radiation exposure, beyond the numbers de los blogs de la revista científica Nature es alejarse de la radiación: por esta razón se ha evacuado a la población de las áreas afectadas.

Lo siguiente, si la evacuación es imposible, es evitar exponerse directamente: quedarse en casa, cerrar puertas y ventanas, cambiarse y lavar la ropa si se necesita salir, evitar beber agua del grifo…

Esas han sido las últimas recomendaciones que ha dado el gobierno japonés a quienes están cerca de la zona de la central de Fukushima.