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Un 40% de los trabajadores se jubilarán a los 67 años a medio plazo

  • El Gobierno estima que otro 40% lo hará a los 65 años en torno a 2025
  • Granados señala que era “urgente” despejar incertidumbres sobre pensiones

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La aplicación de la reforma del sistema de pensiones acordada por los agentes sociales, que eleva progresivamente la edad jubilación legal hasta los 67 años salvo para carreras largas de cotización, resultará en que, dentro de 15 años, aproximadamente el 40% de los trabajadores se jubile a esa edad, mientras que otro 40% habrá cotizado 38 años y seis meses y podrá jubilarse a los 65 años.

El 20% restante corresponderá a trabajadores que en su mayoría anticiparán la jubilación, ya sea por ejercer actividades penosas o por circunstancias económicas, como expedientes de regulación de empleo, o bien por decisión voluntaria aunque con la correspondiente reducción de la pensión.

Esta distribución será consecuencia de la tendencia a que las carreras de cotización largas -es decir, que se acercan a los 40 años-, que ahora superan el 25%, se reduzcan, al igual que las muy cortas, en este caso porque cada vez menos mujeres interrumpen su vida laboral por la maternidad.

Una reforma "imprescindible"

Así lo ha señalado el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granados, durante su intervención en las jornadas sobre la reforma de las pensiones de Analistas Financieros Internacionales (AFI), donde ha defendido la iniciativa, que inicia estos días su tramitación en el Congreso de los Diputados.

Era urgente despejar la incertidumbre

“La reforma era imprescindible para la Seguridad Social”, ha señalado Granados, destacando la capacidad de los interlocutores sociales para llegar a un acuerdo. “Está planteada a medio y largo plazo, por lo que sus efectos a corto plazo van a ser muy reducidos, pero era urgente despejar la incertidumbre”, ha reconocido.

En este sentido, el secretario de Estado ha comentado que espera que el Parlamento sea “respetuoso” con los acuerdos del diálogo social y mantenga las líneas básicas de la reforma, aunque incorpore “ajuste fino”.

Flexibilidad y contención del gasto

Asimismo, se ha mostrado convencido de que los ciudadanos acabarán por reconocer la pertinencia de la reforma: “La opinión pública siempre es reticente, no es partidaria de hacer reformas en el sistema de pensiones, pero es inevitable que los políticos asumamos nuestra responsabilidad”, ha recalcado, recordando que estaba en juego la sostenibilidad del sistema a medio plazo.

A su juicio, con el acuerdo “hemos resuelto a medio y largo plazo la mayor de las incertidumbres que planeaba sobre la economía española”, al tiempo que rechazaba las críticas que apuntan a que es una reforma incompleta: “Es bastante suficiente, las incertidumbres que quedan son muy de matiz”, ha asegurado.

“Hemos dado flexibilidad sin que el sistema se vea perjudicado en la sostenibilidad de las cuentas”, ha concluido Granados, estimando que, en 2040, el sistema español gastará en torno al 13% del PIB en las pensiones, muy cerca de la media de la Unión Europea.