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'Mujeres al borde de un ataque de nervios' adelanta su despedida de Broadway

  • El Lincoln Center Theater no aclara por qué se acaba tres semanas antes
  • La crítica fue bastante dura con la adaptación de la película de Almodóvar

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El musical basado en la película Mujeres al borde de un ataque de nervios, de Pedro Almodóvar, dejará de representarse en Broadway este domingo, tres semanas antes de lo previsto, han anunciado este miércoles los responsables de Lincoln Center Theater, que no detallaron las razones que les han llevado a tomar esta decisión.

"La producción de Mujeres al borde de un ataque de nervios, el nuevo musical basado en la película de Pedro Almodóvar con libreto de Jeffrey Lane, música y letras de David Yazbek y dirección de Bartlett Sher, terminará sus funciones este domingo, 2 de enero, en el Teatro Belasco", explicaron sus responsables en un comunicado.

Así, cuando el domingo se interprete por última vez, este musical habrá acumulado 69 representaciones, además de las 30 escenificaciones realizadas antes del estreno oficial.

Según sus responsables, en un principio estaba previsto que las actuaciones se prologaran hasta el domingo 23 de enero. Sin embargo, después de esta decisión, a la obra sólo le quedan las dos representaciones planificadas para este miércoles, una para mañana, dos para el sábado 1 de enero y otras dos para el domingo día 2.

No convenció a la crítica

Este musical inició su andadura en Broadway el pasado 4 de noviembre sin convencer demasiado a los exigentes críticos neoyorquinos, que al día siguiente ya dedicaron tibias y en ocasiones duras críticas a la obra.

"Aquí tiene un valium. ¿Por qué tanta prisa?", titulaba el diario The New York Times la crítica que su especialista en Broadway, Ben Brantley, dedicaba a la comedia musical que se estrenó con la presencia de Almodóvar, quien ganó fama internacional con la película en la que se inspira la obra.

El crítico, uno de los más influyentes en Nueva York, dedicó un punzante artículo a la producción del Lincoln Center y recomendaba con sorna a sus responsables que "en vez de valium", tomen "de inmediato y por vía intravenosa" Ritalin, un medicamento contra el trastorno de déficit de atención por hiperactividad.

The Wall Street Journal aseguraba que el musical era "como si hubieran intentado convertir Shoot the piano player o Wings of desire en un musical-big mac. Y los resultados, poco sorprendentemente, son un revoltijo con poco sabor".

Más receptivo fue el diario New York Post, que aseguró que, pese a que el musical, al que calificaba de "un jaleo, pero un jaleo divertido y en Technicolor", jamás encuentra "una totalidad coherente, afortunadamente muchas de sus partes son enormemente entretenidas".

Mucho color y energía y su peculiar toque kitsch, además de unos de los mejores intérpretes de Broadway, entre los que destacaba la aclamada Patti Lupone, eran las principales armas que tenía esta apuesta musical, que tardó varios años en hacerse realidad y que contaba con el apoyo y la aprobación de Almodóvar.