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Tres días de alerta por inundaciones en Pakistán, que tardará al menos tres años en recuperarse

  • El presidente paquistaní dice que el país tardará años en ser como antes
  • La crecida en la cuenca sur del Indo amenaza la ciudad de Hyderabad
  • El FMI alerta de las duras elecciones que tendrá que hacer Islamabad

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Más de medio millón de pakistaníes están enfermos a consecuencia de las inundaciones

La recuperación de las peores inundaciones de su historia llevará años a Pakistán, que sigue bajo la amenaza de nuevas crecidas en el sur del valle del Indo un mes después del comienzo de la tragedia.

Según ha desvelado una fuente oficial de la provincia de Sindh, hasta 600.000 personas están en peligro por la crecida de aguas en el sur en los próximos tres días.

"Estamos reforzando los diques pero entre 500.000 y 600.000 personas en las zonas bajas están aún en peligros y estamos tratando de persuadirles para que abandonen sus casas", ha declarado el ministro de Aguas de la provincia, Jam Saifullah Dherjo.

Las aguas del Indo siguen creciendo y la preocupación se centra ahora en el valle inferior en torno a Hyderabad, sexta ciudad más grande de Pakistán, con más de 2,5 millones de habitantes.

"La situación es muy crítica para los próximos dos o tres días y tenemos que vigilar estrechamente los niveles de agua en la desembocadura del Indo, que son excepcionalmente altas", ha declarado el ministro.

Su departamento ha hecho "miles" de trabajadores para reforzar los diques que protegen a las ciudades a lo largo del Indo y sus afluentes pero advierte: "Cualquier cosa puede pasar.

Sus temores son confirmados por el jefe de la Nacional de Meteorología, Arif Mehmood. "El nivel del Indo es excepcionalmente alto en el dique de Kotri,  a las puertas de Hyderabad". 

Tres años o más para recuperarse

Mientras, el país tiene que hacer frente al difícil reto de hacer llegar la ayuda humanitaria a los millones de afectados para asegurarse que los militantes islamistas no se aprovechan de la catástrofe para reclutar a más seguidores entre la ira de los afectados.

El presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, ha expresado su  preocupación por que los islamistas aprovechen todo este desorden a  través de las ONG que se han movilizado para llevar ayuda a los  afectados de manera más efectiva que su Gobierno.

En una  entrevista con el rotativo británico The Independent, Zardari ha  defendido su larga ausencia en las primeras semanas de la catástrofe,  cuando se encontraba haciendo una gira por Europa.

"Tengo mis  razones para haber estado donde estuve en ese momento", se ha defendido  tras asegurar que la stragedia puede durar "tres años o incluso más y no  puedes caer exhausto inmediatamente".

Además, el reto económico que se le plantea es muy duro, tal y como ha asegurado el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el primer día de conversaciones con el país para renegociar sus préstamos.

Masood Ahmed, director del FMI  para Oriente Medio y Asia Central ha detallado en una entrevista que mientras la catástrofe aún sigue sin acabar, ya está claro que las inundaciones tendrán un "impacto mayor y duradero" en una economía que ya era frágil antes de la tragedia.

Por su parte, el ministro de finanzas paquistaní, Abdul Hafeez Shaikh, ya ha dicho que quiere que el FMI levante parte de las restricciones sobre el préstamo de 11.000 millones de dólares aprobado en 2008.

"Tendrán que tomar decisiones difíciles para recolocar inversiones del Gobierno en más altas prioridades y encontrar los medios para movilizar recursos", ha advertido Ahmed.