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HISTORIAS DE LA CIENCIA

Lomonósov, entre la química, odas y glaciares

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A hombros de gigantes

Programa de divulgación científica. Es un espacio pegado a la actualidad con los hallazgos más recientes, las últimas noticias publicadas en las principales revistas científicas, y las voces de sus protagonistas. Pero también es un tiempo de radio dedicado a nuestros centros de investigación, al trabajo que llevan a cabo y su repercusión en nuestra esperanza y calidad de vida. Los viernes de 22:00 a 23:00 horas

En la segunda mitad del siglo XVIII, Mijail Vasilievich Lomonósov gozaba de gran prestigio en la ciencia rusa, pero gracias a su amigo el matemático Euler, su fama traspasaría fronteras y se extendería por toda Europa.

En 1752, escribió "Una introducción a la verídica Química Física", e introdujo esta disciplina en los cursos de Química que impartía. Todas las investigaciones experimentales en el campo de la Química, eran explicadas y justificadas a partir de la interpretación cinética del calor.

En los textos de Química de Boyle, había leído que el exceso de peso que se producía al calcinar un metal, se debía al paso  de corpúsculos de fuego a través de la retorta, que eran absorbidos por el propio metal. Lomonósov repitió el experimento en una estructura hermética y comprobó que el peso total no variaba. Basándose en aquellas investigaciones enunció la ley de conservación de la masa, 18 años antes de que lo hiciera Lavoisier. Rechazó la teoría del flogisto -que suponía la existencia de esa sustancia imponderable y misteriosa en el interior de los cuerpos combustibles-, sugirió la teoría ondulatoria de la luz y fue el primero que registró la congelación del mercurio. Además desarrollo los conceptos newtonianos respecto al átomo.

Pero sus actividades no se circunscribieron solo al ámbito de la Fisicoquímica. A mediados de 1750 comenzó a trabajar en el Departamento de Geografía de la Academia de Ciencias rusa y realizó importantes contribuciones al descubrimiento de la geografía ártica.  Promovió el estudio de la geografía y la formación de geógrafos, muchos de los cuales fueron sus discípulos y ayudantes en la exploración de las regiones polares. En 1758 fue nombrado director del Departamento de Geografía de la Academia de Ciencias, y elaboró una metodología de trabajo para el levantamiento geográfico que ha guiado durante décadas las más importantes expediciones y estudios geográficos en Rusia. También demostró el origen orgánico del suelo  y realizó un estudio explicativo sobre el origen de los icebergs.

En 1763 publicó su obra Breve descripción de las diferentes travesías en los mares del norte y demostración de la posibilidad de llegar a las indias orientales atravesando el océano siberiano. En ella indicó los rasgos esenciales de la dinámica marina ártica, trazó las rutas para embarcaciones que recorriesen el océano y descubrió una ley general de los movimientos de los hielos. Por sus importantes aproximaciones al estudio geográfico de los hielos y su ley general, se le considera el padre de la Glaciologia.

Además Lomonósov estudió los pigmentos y colorantes extraídos de plantas, y los aplicó a los vidrios y mosaicos. En 1752, y con la ayuda de algunos alumnos, creó un taller de vidrios coloreados que se convertirá en una factoría de mosaicos, tan famosos como "La batalla de Poltava", y otro que no terminó denominado "La toma de Azov".

Su curiosidad científica le llevó también a experimentar sobre fenómenos meteorológicos y electricidad. De hecho, realizó el experimento de Franklin con la cometa junto a un amigo. El resultado fue desastroso, pues fue tal la descarga eléctrica que recibieron que su amigo murió el acto y él quedó mal herido.

El lado de las letras

Lomonósov no se dedicó sólo a las ciencias. Como filólogo fue el creador de la primera Retórica adaptada al ruso y de la primera Gramática rusa, que combinaba el eslavo antiguo religioso con la lengua vulgar. Fue poeta oficial, bajo el reinado de la emperatriz Isabel I de Rusia, y compuso odas, epístolas y tragedias, entre las que destaca Tamira y Selim. También investigó los idiomas eslavos. En 1760 publicó la primera historia de Rusia, y reglamentó la forma de escribir en los modelos oficiales y temas religiosos.

Lomonósov fue el fundador de la universidad de Moscú,  que lleva su nombre, y que empezó a funcionar en 1755.

El 26 de mayo de 1761, y mientras observaba un eclipse, descubrió la atmósfera de Venus. En 1763, publicó el primer mapa de Rusia, y sus obras "Fundamentos de Metalurgia" y "Mineralogía rusa". Un año más tarde fue nombrado Secretario de Estado.

Lomonósov falleció relativamente joven, el 4 de abril de 1765, a los 54 años de edad. Fue enterrado en el cementerio Lazarevskii, del monasterio Alejandro Nevski en San Petersburgo. Aunque era miembro de las Academias de Ciencias de Suecia y de Bolonia, su obra fue censurada después de su muerte y sólo volvió a publicarse en el siglo XX.

Para honrar su memoria, los rusos han dado su nombre a uno de los cráteres de la cara oculta de la Luna y a la ciudad de Deniskovka, próxima a su lugar de nacimiento.