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Japón amenaza con salir de la Comisión Ballenera si no se permite la caza comercial

  • Posturas enfrentadas entre los partidarios de la caza y los conservacionistas
  • La falta de entendimiento llevó a la suspensión de la primera sesión
  • El futuro de las ballenas, a debate

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Una ballena capturada en un puerto japonés
Una ballena capturada en un puerto japonés

Mientras el futuro de las ballenas sigue a debate, durante la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), las posturas son cada vez más enfrentadas. Japón o Noruega, dos de los principales cazadores de cetáceos, consideran que "hay espacio suficiente para alcanzar un acuerdo sobre la caza comercial de ballenas", según ha declarado Masahiko Yamada, el ministro nipón de Pesca.

Yamada también indicó que si no había progresos en el diálogo, Japón consideraba "varias opciones", que podrían incluir la salida del país de la Comisión Ballenera, y no acatar la moratoria internacional, que prohíbe la caza comercial de ballenas, firmada en 1986, y que países como Islandia o Noruega se niegan a cumplir.

Japón podría salir de la Comisión Ballenera

Actualmente, la flota nipona captura un millar de ballenas en el Antártico, aunque el año pasado sólo pudieron cazar la mitad a causa de los sabotajes de activistas medioambientales. La propuesta que se negocia en la CBI permitiría cazar 400 ballenas minke en aguas antárticas los próximos cinco años, y reducir ese número a 200 entre 2015 y 2020.

Para compensar esa reducción de capturas en aguas antárticas, se permitiría, además, la caza de 120 ejemplares al año de ballenas minke (rorcual aliblanco) en aguas cercanas a su archipiélago. Japón no acepta esta propuesta porque la considera demasiado restrictiva. Australia, en cambio, se opone, porque la ve demasiado permisiva.

Posturas completamente opuestas

La falta de entendimiento llevó a la suspensión de la primera sesión plenaria, para abordar el levantamiento de la moratoria en grupos cerrados, aunque las posturas, como reconocía el vicepresidente de la CBI, Anthony Liverpool, son "claramente divergentes" sobre zonas de captura, comercio internacional y cuotas.

Los países latinoamericanos y Australia, que engloban la postura conservacionista, han expuesto su rechazo frontal al levantamiento de la moratoria firmada hace 25 años. La última reacción ha sido la del Ejecutivo chileno. Se oponen "terminantemente" a la caza comercial de ballenas y proponen su "uso no letal", como el turismo de observación, según un comunicado emitido por la Cancillería chilena.

Abogamos por el uso no letal, como el turismo de observación

El gobierno chileno busca, según esta nota, "el fin de la cacería científica de Japón y la caza comercial bajo reserva de Noruega e Islandia", porque la actual situación "no favorece la conservación de las ballenas".

En las aguas jurisdiccionales de Chile está completamente prohibida la caza de ballenas, desde la promulgación de la Ley Santuario para Ballenas, firmada en octubre de 2008 por la entonces mandataria Michelle Bachelet.

Antes, en 1994, la CBI había creado la denominación de Santuario de Ballenas del Océano Austral, una figura de protección para garantizar la conservación de un lugar crucial para la supervivencia de estos grandes cetáceos, que hace más de un siglo poblaban todos los océanos del planeta y hoy en día están consideradas especies en peligro de extinción.