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La mayoría de los tres millones de afectados en el terremoto son niños

  • Unicef explica en RNE que el 47% de la población tiene menos de 18 años
  • Una mujer describe al llegar a la frontera dominicana: "Haití c'est fini"

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"Haití c'est fini". Con estas contundentes palabras ha descrito una mujer haitiana la tragedia que vive su país a su llegada a la frontera dominicana después de caminar ocho kilómetros en busca de ayuda.

Allí la esperaban, entre otros muchos trabajadores y cooperantes, Pilar Orduño, consultora del área de Educación de Unicef. Orduño ha explicado en el programa '24 Horas' de Radio Nacional que la mayoría de los afectados por el seísmo -que en principio se cifra en tres millones- son niños. "Aproximadamente el 47% de la población haitiana es menor de 18 años", ha dicho.

El 47% de la población haitiana es menor de 18 años

La consultora ha señalado que el paso fronterizo está "completamente abierto" y no hay problemas para permitir que los refugiados lo crucen en busca de ayuda. Allí acuden a los hospitales, que atienden a centenares de personas cada día. 

Rescatar vidas, lo más urgente

Pero a pesar de que Santo Domingo le ha abierto 'las puertas' a su país vecino, son muchos los factores que dificultan la llegada de la ayuda humanitaria.

El acceso a Puerto Príncipe por carretera está "colapsado" por los camiones y los aviones aterrizan a cuenta gotas en Haití porque el aeropuerto opera sin torre de control, destruída en el seismo.

No se autorizan más aterrizajes en la capital por falta de pistas y combustible para repostar. Diez aviones con ayuda humanitaria han sobrevolado la capital de Haití por no poder aterrizar. Los teléfonos no funcionan y no hay agua corriente. Las infraestructuras arrasadas dificultan las tareas de rescate.

Sabemos que necesitan agua, pero no sabemos cuánta ni donde

Orduño ha dicho que el problema con las comunicaciones es el tema más complejo. "Sabemos que necesitan agua, pero no sabemos cuánta ni donde".

La trabajadora de Unicef ha señalado que el principal objetivo en estos momentos es rescatar a las personas que continuan atrapadas con vida. Lo segundo es llevar agua potable a los supervivientes, y de forma paralela, alimentos.

Los propios dominicanos se han "volcado" en ayudar. "Han montado cocinas móviles para repartir comida y ambulancias" improvisadas, describe Orduño desde la frontera.

Unicef se encarga sobre todo de los más pequeños. "Llevamos alimentos aptos para niños que aún no tienen dientes". Este jueves, otra trabajadora de Unicef explicaba en RTVE.es que hay niños que deambulan solos y heridos en medio del caos que necesitan atención urgente porque han perdido a sus padres.