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ENTREVISTA A ISABEL TAJAHUERCE

"La igualdad no es que la mujer sea como el hombre, sino que pueda elegir cómo quiere vivir"

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Las cifras son escalofriantes: en lo que va de año, 49 mujeres han sido asesinadas por sus parejas, de las que sólo 15 presentaron denuncia previa y cada día se producen cerca de 200 llamadas al 016 pidiendo auxilio. Pero esta no es la única violencia que sufre la mujer, sólo la más visible.

Isabel Tajahuerce Ángel es la directora de la primera promoción del título de especialista en la detección e intervención integral en violencia de género (título otorgado por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense) y una mujer que lucha por la igualdad en nuestro país.

Con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género (25 de noviembre), Isabel aclara unos términos y conceptos mal empleados por la sociedad a la vez que hace un llamamiento para trabajar para que la mujer tenga las mismas oportunidades que los hombres.

P.- Definirse como feminista puede tener connotaciones negativas por entender que es lo opuesto a machismo. ¿Es así o está mal empleado?

R. Según lo define Maria Moliner, feminismo es una doctrina social que busca la igualdad de derechos, no es lo opuesto a machismo. O tal y como lo define la Real Academia de la Lengua ser feminista es tomar conciencia de la desigualdad, por lo que no es lo opuesto a machismo.

La primera violencia es la desigualdad, no sólo el maltrato o una mujer muerta

P.- Si miramos 30 años atrás está claro que hemos avanzado, pero ¿podemos seguir calificando nuestra sociedad de machista? ¿En qué punto estamos?

R. Claro, por supuesto que es machista. Estamos en un punto en el que podemos dar un salto. La Ley de Igualdad o las iniciativas contra la violencia han supuesto un gran avance, pero sólo con las leyes no hacemos nada. Hay que educar en igualdad y provocar el debate en la sociedad. Y las informaciones periodísticas deben tomar consciencia de la desigualdad e informar adecuadamente.

P.- ¿Qué se hace mal en los medios de comunicación? ¿De qué no informan?

R. La violencia se asocia al maltrato, a las mujeres muertas y no sólo es eso. La primera violencia es la desigualdad entre hombres y mujeres: que cobren menos es violencia, que tengan menos posibilidades laborales es violencia, que se les asignen determinados roles es violencia...

Sólo se informa de las muertes por maltrato pero las mujeres sufren violencia en todas partes: en lo público, en lo privado, en la educación etc. Además, especialmente antes, las mujeres aparecían en los medios como víctimas y en las series de ficción se reflejan roles y estereotipos que tienen un impacto social.

P.- ¿Cómo se puede educar en igualdad?

R. Rompiendo con los roles y los valores tradicionales. Hay que acabar con el rosa es de niñas y el azul de niños, las muñecas para ellas y los monstruos para ellos, o esos valores de que los chicos tienen que ser fuertes, agresivos, competitivos etc. Es complicado y son muchos pasos los que hay que dar porque nos han socializado con esas diferencias, pero no hay que olvidar que la publicidad está para vender.

Y por ejemplo, que paguen los hombres y no las mujeres no es una galantería, es un reflejo de que todavía hay una clase reprimida, que la mujer no tiene la misma economía que el hombre y hay que romper esa costumbre.

Pero al educar en igualdad y respeto desde la infancia el comportamiento de los adultos será distinto en el futuro.

P.- ¿En qué ámbito sufre la mujer más desigualdad?

R. Es complicado destacar uno. El ámbito privado (en casa) es duro y es muy visible, pero también es duro el laboral. La mujer tiene que elegir entre su familia y su carrera profesional, mientras que el hombre no tiene que elegir. ¿Cuántas catedráticas, empresarias o directivas hay en comparación con hombres? Muy pocas.

Generalmente la mujer gana menos, por lo que si hay que prescindir de un salario para cuidar a los hijos suele ser el de la mujer, cerrándose así las puertas al mundo laboral. Además, está socialmente más valorado trabajar todo el día que irse a casa con los niños.

Hay que educar en igualdad y acabar con ideas como las muñecas para ellas y los monstruos para ellos

P.- ¿Por qué se acepta- si es tan evidente- que las mujeres ganen menos o que no ocupen más puestos directivos?

R. Porque nos parece normal, porque nos hemos socializado en ese modelo y lo asumimos con naturalidad. El problema es la tolerancia que tenemos a la violencia contra la mujer, a que no tenga las mismas oportunidades que el hombre. Porque la igualdad no es que las mujeres sea como los hombres- y que dediquen toda su vida a trabajar- sino que tengan la libertad de elegir cómo quieren vivir, que tengan los mismos derechos.

Hay que acabar con el modelo social de que el ámbito público es para el hombre y el del hogar es para la mujer.

P.- ¿Qué te parece que el presidente del Gobierno decidiera incluir en su gabinete a tantas mujeres? Fue muy criticado por mucha gente; crees que ayuda a fomentar la igualdad?

R. Es un gran salto y fomenta sin duda la igualdad. Es normal que hubiera críticas, todo cambio implica críticas y las críticas favorecen el debate social, algo muy positivo ya que ayuda a que mucha gente empiece a plantearse cuestiones y/o tome conciencia de asuntos.

La creación del Ministerio de Igualdad ha sido muy importante porque supone la aceptación de que  hay que trabajar por la igualdad.

P. - ¿Es posible alcanzar una sociedad que promueva la igualdad o es una entelequia? ¿Hay algún país que se pueda tomar como ejemplo?

R. Es totalmente posible, la desigualdad no beneficia ni al hombre ni a la mujer. Los países nórdicos están más concienciados con la igualdad de género porque llevan más tiempo trabajando en ello. Sin embargo, en España arrastramos la historia- terrible, trágica- del franquismo que tuvo a la sociedad sometida.